CaixaForum

#MAKMAArte
‘Visiones expandidas. Fotografía y experimentación’
En colaboración con el Musée National d’Art Moderne – Centre National d’Art et de Culture Georges Pompidou de París
Comisariado: Julie Jones
CaixaForum València
Centro cultural de la Fundación “la Caixa”
Ciutat de les Arts i les Ciències
Eduardo Primo Yúfera 1A, València
Del 1 de mayo al 1 de septiembre de 2024

“Tomar una fotografía es participar de la mortalidad, vulnerabilidad, mutabilidad de otra persona o cosa”. Siguiendo al pie de la letra esta impresión de Susan Sontag podríamos llegar, sin solución de continuidad, a la exposición ‘Visiones expandidas. Fotografía y experimentación’ de CaixaForum València. Diríase, por tanto, que es siguiendo ese reguero de extrañeza, apuntado por la escritora y filósofa, como alcanzamos a comprender lo incomprensible de cuanto se nos muestra en el centro cultural de la Fundación “la Caixa”.

“Escribir con la luz” para extraer la “capacidad lírica de la fotografía” es, a juicio de Álvaro Borrás, director de CaixaForum València, una de las características de la exposición que “explora los límites más allá de la propia fotografía”, apostillará Borrás. De ahí al pasaje final de la película ‘Blade runner’ (Ridley Scott) apenas hay un escueto trecho. Oigámoslo.

“Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”. También puede ser hora de adentrarnos en esas ‘Visiones expandidas’ que nos conectan con mundos donde la percepción de nuestros groseros órganos sufre, sin duda, una gran alteración.

Fíjense, sin ir más lejos, en los ojos de la mujer que nos mira a través de la fotografía de Roger Parry, encabezando este artículo. Aparecen yuxtapuestos, al más puro estilo cubista, y, aunque risueños, rezuman ese aire mutable que genera cierta inquietud, no exenta de extrañeza onírica. Amplíen el marco de la foto, hasta ponerla en contacto con el resto de las más de 90 obras de 67 artistas que integran la muestra, y tendrán la radiografía del conjunto expositivo.

‘Grace revisada y corregida’ (1978), de Jean-Paul Goude, en la exposición ‘Visiones expandidas. Fotografía y experimentación’, en CaixaForum València.

Un conjunto que, ahora en cambio, le da al tiempo que le quita razones a lo igualmente expresado por Susan Sontag en ‘Sobre la fotografía’, cuando afirma: “Recientemente la fotografía se ha transformado en una diversión casi tan difundida como el sexo y el baile, lo cual significa que la fotografía, como toda forma de arte masivo, no es practicada como arte por la mayoría. Es primordialmente un rito social, una defensa contra la angustia y un instrumento de poder”.

Algo de ese sexo y de ese baile destila el casi centenar de imágenes reunidas en CaixaForum, por aquello de seducirnos y de provocar cierta admiración lúdico festiva semejante carnaval de insólitas instantáneas, pero al mismo tiempo se alejan de ese jolgorio para introducirnos en el más recogido universo del arte no practicado para la mayoría. Hace falta un exquisito paladar para degustar tan excepcional universo de almas rotas.

‘Visiones expandidas’ se divide en cinco apartados (‘Luces’, Movimiento’, ‘Alteraciones’, ‘La visión a prueba’ y ‘Recrear mundos’) precisamente para recordarnos las sutiles variaciones, al modo de las compuestas por Johann Sebastian Bach, que animan el conjunto. De hecho, fue el propio Álvaro Borrás quien aludió a la música, recordando que la presentación de la muestra coincidía con el Día Internacional del Jazz, una música “que nace precisamente de la improvisación y la experimentación”, apostilló el director del centro cultural.

Bruce Conner, Starfinger Angel (ange aux doigts en étoile), 1975. Centre Pompidou, MNAM-CCI/Philippe Migeat/Dist. RMN-GP. © Bruce Conner, VEGAP, Barcelona, 2022. Imagen cortesía de CaixaForum València.

La comisaria Julie Jones subrayó que no se trataba de una exposición construida como si fuera una historia de la fotografía experimental, sino que era “un catálogo de las diferentes maneras de experimentar”. De manera que mediante el juego de esas ‘Luces’, se podían contemplar “unas imágenes ‘automáticas’ de gran potencial poético que sedujeron especialmente a los dadaístas y, más tarde, a los surrealistas por su estética y su técnica”.

La pléyade de artistas que compone la nómina de quienes manipulan la luz, exploran los límites de la imagen, alteran la química, usan el color como si fuera pintura y subvierten la frontera entre lo científico y lo artístico, es amplísima: Man Ray, Elizabeth Lennard, Brassaï, Katinka Bock, William Klein, Lotte Jacobi, el propio Roger Parry anteriormente aludido, Barbara Kasten, Lászlo Moholy-Nagy o los más cercanos Josep Renau y Gabriel Casas.

De ellos, quizás por lo oportuno de su apreciación que puede resumir el conjunto, cabe citar a Klein, quien dijera: “Hacer una foto es hacer una anti foto”. ‘Visiones expandidas’ está llena de anti fotos, es decir, de imágenes que concitan lo que Sontag llamó una mezcla de “pseudo presencia y un signo de ausencia”, añadiendo que, “como el fuego del hogar, las fotografías incitan a la ensoñación”.

Un hombre observa la fotografía de Josep Renau ‘Societat de consum’ (1972), en la exposición ‘Visiones expandidas. Fotografía y experimentación’. Fotografía de Vicente A. Jiménez por cortesía de CaixaForum València.

Entrar en CaixaForum València es, por tanto, entrar en un paisaje cuya atmósfera remite al sueño. Un sueño poblado de imágenes fantasmales, mágicas, abstractas, incluso de una figuración igualmente sometida a los vaivenes del entresueño. Una suerte de universo fantástico semejante al que uno puede descubrir mirando por un microscopio, un telescopio o la propia cámara fotográfica convertida en máquina de un tiempo quebrado.

En el apartado ‘Movimiento’ se habla de “la influencia de la abstracción gestual en la pintura” o “la fascinación por representar visualmente la sensación de movimiento”, al igual que en ‘La visión de la prueba’ se alude a la cámara como “una prolongación del ojo humano” que “incrementa las posibilidades de visión”.

‘Recrear mundos’ es una elocuente forma de poner el acento en la imagen como “medio para deformar esa realidad visible”; imagen “que ya no es fiel a lo real, sino que es una especie de puerta hacia otro lugar”, donde se producen ‘Alteraciones’ que, de nuevo, incitan a “alejarse de la reproducción perfecta de la realidad”.

Lo dicho: ‘Visiones expandidas’ se puede leer como un alegato a favor del talante artístico, es decir, de la inquieta creación no siempre bien acogida por miradas más estrechas. Ya lo dijo William Klein, cuando nadie entendía su visión más cruda de la Gran Manzana: “New York necesitaba una patada en las pelotas”. A CaixaForum no le duele, sino todo lo contrario, acoger visiones tan incómodas y extrañas.

Roger Parry, Sans titre, c. 1930. Centre Pompidou, MNAM-CCI/Georges Meguerditchian/Dist. RMN-GP © RMN-Grand Palais. Imagen cortesía de CaixaForum València.