Emergencia del signo, de Brigitte Pietrzak
Institut Français de Valencia
C / Moro Zeit, 6. Valencia
Hasta el 20 de marzo
Las mentes más pragmáticas y menos dadas a veleidades poético culturales suelen mirar con desdén a quien de pronto se refiere al alma como instancia ajena a los dictados de la llana percepción. Vivimos época de sensaciones mondas y lirondas, de ahí que la menor apelación al sentimiento de difícil catalogación genere cierta ironía o, en el mejor de los casos, palmada conmiserativa. Y, sin embargo, no hay nada más físico, más palpable, más conmovedor, que el alma, allí donde el cuerpo no encuentra razones para explicar lo que le pasa. Por eso, sólo por eso, deberíamos prestar más atención a todo aquello que tiene que ver con los enigmas del alma.
Brigitte Pietrzak lo hace, desde luego, en su exposición del Institut Français de Valencia. Lo hace mostrando un conjunto de obras muy explícitamente titulado Emergencia del signo. Porque de lo que se trata en la muestra de Pietrzak no es de significado alguno, que para eso está el palpable cuerpo, con sus elocuentes estímulos placenteros o dolientes, sino del más difícil camino que nos propone el signo en tanto metáfora de lo que nos ocurre por dentro, pero que necesita de cierto trayecto, despliegue, interrogación radical y, por supuesto, introspección ajena a la pronta respuesta.
Brigitte Pietrzak, mediante aguadas y tintas, explora con gran sutileza esos paisajes del alma que a todos nos es dado sentir, a poco que dejemos las obscenas prisas a favor del calmoso pálpito interior. Acceder a las 64 piezas exhibidas entre el Salón Rouge y el espacio de entrada del Institut Français, requiere abrir ese “tercer ojo” del que hablan los textos búdicos. Porque la emergencia del signo a la que se refiere Pietrzak tiene mucho que ver con esa mirada velada, difusa, de difícil adquisición, para una mente acostumbrada a la rápida ojeada, a la búsqueda del más inmediato significado.
Las aguadas y tintas de Brigitte Pietrzak son como huellas dejadas por cierto espíritu atávico que nos habita y que sólo una mirada atenta, dispuesta a atravesar la pantalla que nos devuelve una imagen fácilmente reconocible, es capaz de descifrar. Porque en el fondo se trata de eso: de ir descifrando aquello que en nuestro interior se halla como si fuera un lenguaje cifrado, desconocido y, sin duda, fuente de sobresaltos por cuanto escapa al dócil acomodo de los sentidos. En las aguadas y tintas de Pietrzak tan pronto sobresalen los sutiles gestos como la abrupta mancha, o tan pronto domina el fondo blanco salpicado de enigmáticos trazos como es el fondo negro quien impone su amenazante presencia.
Emergencia del signo es la lenta revelación de ciertas huellas inconscientes que reclaman su lugar en el aletargado universo de los firmes significados. Pero emergencia también en el sentido de aquello que urge ser manifestado, expresado, cuando tanta palabra cargada de razón dificulta el acceso a verdades más profundas. Brigitte Pietrzak llena el Institut Français de Valencia de huellas que nos invita a seguir, para que cada cual explore los signos que, sin duda, terminan por conformar los paisajes del alma.
Salva Torres
- Vinz y Ana Karina proponen en el MuVIM una reflexión existencial fragmentada en cuatro estaciones - 19 diciembre, 2024
- ‘Juegos de Bauhaus’: Taiat Dansa sumerge a la audiencia infantil del TEM en las vanguardias - 17 diciembre, 2024
- Antonio López y José Luis Alcaine, en unas jornadas sobre Víctor Erice - 13 diciembre, 2024