Joaquín Bérchez: Miscelánea Geográfica
Sala de la Muralla. Colegio Mayor Rector Peset
Plaza Horno de San Nicolás, 4. Valencia
Hasta el 25 de mayo de 2014
Joaquín Bérchez en Miscelánea Geográfica ofrece una selección de ese marco geográfico que es la Comunidad Valenciana.: «A mí me encanta narrar, narrar el paisaje, el marco geográfico… Me considero valenciano, uno es del lugar donde más tiempo ha vivido y más experiencia ha tenido». La Sala de la Muralla del Colegio Mayor Rector Peset acoge una serie de fotografías en las que Bérchez captura el entorno a través de sus elementos básicos: el agua, el río, la albufera, el mar… Sus imágenes se convierten en una crónica del momento vivido, a través de su plástica narra los acontecimientos que modifican y renuevan nuestro paisaje.
«El paisaje envejece, se trastea, necesita sobrevivir trasteándose», Esto ha sido, la foto de la alambrada de colchones, es testimonio de esa transformación. Era camino de paso hacia la zona del Cabañal, la huerta interrumpida, una resistencia de la memoria que subsistió a las sucesivas embestidas del ladrillo y que finalmente sucumbe a la vorágine del asfalto. Los círculos oxidados enfocados en primer plano difuminan el edificio que avanza hacia esa huerta ahora ya extinguida. Igual que la lonja de pescadores, arquitectura en yuxtaposición, lo nuevo y lo viejo se contrapone, un mosaico de lo valenciano. Ahí está la Fórmula 1, las rectificaciones sobre el edificio; como señala Yolanda Gil, comisaria de la exposición, Travesía de pescadores es como «una caligrafía en un manuscrito», un collage de la ciudad de Valencia en un edificio amenazado a punto de extinción. Está también la albufera, el Lluent, nos deja ver una línea de edificación Catarroja al atardecer, las luces de la civilización se reflejan en la calma del agua y la barca ancestral. A los arrozales no les acompañan ya las barracas, sino la línea de contenedores del puerto, Capricho arquitectónico con arrozal, es nuestro paisaje construido, el huerto solar en el Interludio fotovoltaico, atrapado en entre el trigo y el bosque mediterráneo. En Más allá y más acá del Edén todavía los naranjos pueblan el paisaje de Simat de Valldigna, el marco de ladrillo lo convierte en un lienzo donde se inmortaliza, un preludio quizá de lo que pronto desaparecerá.
La serie se fue componiendo con motivo de encargos diferentes, algunas de las imágenes formaron parte del libro editado por Bancaja, La historia de España, veinte temas sin argumentos ni títulos en los que la imagen ilustraba un texto pero sin determinarse mutuamente. La foto germinal es la del río, con ese color de agua revuelta casi en ebullición, el Turia naciente aún es agua y tierra. Una abstracción de la fuerza y el vigor de la naturaleza, el agua vibra en busca de un camino. Mientras, la vid se retuerce en el secano, una Torsión de vida borrominesca en el ojo del profesor, del experto en narrar el Barroco. La huerta se escribe a lo Mondrian, líneas que se cruzan el verde de los cultivos con el ladrillo y la pared blanqueada; y en el centro el agua, azul intenso, Abreviatura del cielo.
Un paisaje que como plasmó Cézanne, se reduce a líneas geométricas esenciales, la lengua de asfalto escupiendo civilización a través de la Tierra madre geometrizada por la erosión natural. Los renglones torcidos de la piedra natural cruzados por la línea recta que escribe la casa del hombre en Alpuente, mientras permanece a sus pies el zigzag de sus huertos medievales, la Presencia del pasado. Un pasado que está presente también, en la arquitectura gótica, en esas características cúpulas de cerámica azul, yuxtapuestas a la vegetación, lo construido junto a la naturaleza. Sin embargo, es también una naturaleza construida, una línea de palmeras que también ha sido trazada por la mano humana.
Un repertorio que es testimonio y crónica, pero que a través de su mirada experta Joaquín Bérchez, catedrático en Historia del Arte y Académico en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, transforma jugando con sus ángulos de visión, con la luz del momento elegido, con su encuadre. Nos da su particular visión del paisaje y nos sugiere reflexión. Sobre sus imágenes afirma Bérchez: «son invenciones, no soy tendente a establecer paisanaje, quizá por eso me distancio, y aprecio el paisaje de forma distinta a otros. No es paisanaje, es admiración, sorpresa, reflexión…».
Mª Ángeles Pérez Martín.
- Vinz y Ana Karina proponen en el MuVIM una reflexión existencial fragmentada en cuatro estaciones - 19 diciembre, 2024
- ‘Juegos de Bauhaus’: Taiat Dansa sumerge a la audiencia infantil del TEM en las vanguardias - 17 diciembre, 2024
- Antonio López y José Luis Alcaine, en unas jornadas sobre Víctor Erice - 13 diciembre, 2024