#MAKMAEntrevistas I Juana Varela
‘Resolandia’
Festival Cabanyal Íntim 2022
Teatre el Musical
Plaça del Rosari 3, València
Sábado 7 de mayo de 2022

Juana Varela se licenció en Coreografía y Técnica de la Interpretación de la Danza en el Conservatorio Superior de Danza de Valencia. La coreógrafa ha realizado, el pasado sábado en el Teatre El Musical, dentro de la programación de Cabanyal Íntim 2022, una performance titulada ‘Resolandia’, mediante un total de tres pases de media hora de duración.

En ellos desarrolla a través del sonido, del movimiento y los objetos un proceso de resiliencia, reflexión y visibilidad contra la dominación y somatización de las enfermedades (sobre todo autoinmunes) con las que aprender a convivir y aceptar que son parte de uno mismo a lo largo de un recorrido vital que desemboca en la muerte. ‘Resolandia’ es un canto a la vida de forma optimista, introspectivo y con un toque de sentido del humor.

Foto de @joost.g.photography cedida por Juana Varela.

¿Cómo surge ‘Resolandia’?

‘Resolandia’ viene de un periodo mío anterior, en el cual tengo un par de antecedentes artísticos, debido a que tuve un brote de psoriasis por todo el cuerpo. Tengo la certeza de que tengo un cuerpo bastante somático, porque me pasa un montón. Sobre todo, es el estrés el que causa dolencias en mi cuerpo. A través del brote de psoriasis creé ‘Fiesta Utópica’, una obra muy colorida en la que trataba también el tema de la enfermedad, descontextualizando y comunicando procesos de transformación y aprendizaje.

¿Qué materiales has empleado para realizar la performance?

He utilizado radiografías y resonancias antiguas en formato físico, puesto que ahora son digitales. También he utilizado cableado, como símbolo de conexión entre el ser humano y la tecnología para poder respirar, entre otras finalidades.

Julia Varela, Cabanyal Íntim
Un momento durante el espectáculo. Foto: J.C.

¿De qué parte tu proceso de investigación para componer esta pieza?

Mi investigación parte del sonido, del movimiento y de los objetos. He abordado las diferentes fases por las que pasa una persona a lo largo de una enfermedad, desde el momento en que notas que algo no está bien y tratas de ir a una revisión médica. Quería remarcar también la angustia de la espera y la incertidumbre de estos cambios que sufre tu cuerpo, hasta lograr toda recuperación y aprendizaje posible de la sintomatología de muchas enfermedades en las que creo que el estrés es un factor determinante e influyente.

¿Por qué?

Por el ritmo de vida que llevamos, el sistema socioeconómico en el que vivimos, nuestra alimentación…

Sobre todo, expresas mucho sobre las enfermedades autoinmunes, ¿no?

En general, las enfermedades autoinmunes y las enfermedades denominadas raras no tienen un origen claro. Cuando te toca, te ha tocado. A mí me interesaba expresar cómo el cuerpo ataca a tu propio cuerpo, y cómo nos atacamos a nosotros mismos machacándonos con nuestros pensamientos y, también, sobre qué papel ocupamos en la sociedad. Digamos que esa autoexigencia que tenemos en nosotros mismos nos marca a nivel físico y psicológico.

No estamos preparados para vivir enfermos, ¿verdad?

O sí. Yo creo que la enfermedad forma parte de la vida, como la vida forma parte de la muerte, y la muerte forma parte de la vida. Se trata de hacer un ejercicio de honestidad. No todo se soluciona tomándote una pastilla y ya está. Muchas veces hay que preguntarse por qué nos pasan las cosas.

Pero con el sistema en el que vivimos, estamos acostumbrados a tomar medicación y ya está. Que no digo que sea mala la medicación (que vivan la medicación, las pastillas y el ibuprofeno), pero bueno…

Podríamos decir que ‘Resolandia’ es una mezcla entre reflexión y resiliencia ante los aspectos negativos que supone una enfermedad. O, al menos, en la forma en que las concebimos.

Se trata de dar un poco de luz mientras se pueda, porque luego la muerte también forma parte de la enfermedad. Y eso es otro proceso a investigar y al que también le tengo mucho respeto.

¿Cómo implicas al público en tu obra?

Cabanyal Íntim
Foto de @joost.g.photography cedida por Juana Varela.

Hay tres puntos de interacción con el público. Hace un año, esta pieza no se hubiera podido hacer por la pandemia. Para mí es importante implicar al público en el proceso, y que haya una conexión y se sientan parte de esta creación.

¿Cómo empleas el sonido?

Con la lupera táctil estoy experimentado por primera vez y creando el sonido yo sola, además de la luz. Antes de plantear la acción, me centro en el cuerpo, ya que es una investigación sobre sonido, cuerpo y movimiento, con los que busco escuchar, en primer lugar, los sonidos de mi cuerpo. También empleo el metrónomo, que para mí representa el paso del tiempo constante y vital, y vivir al ritmo de todo lo que sucede.

¿Las enfermedades rompen o cambian nuestro compás?

Incluso te paralizan. Porque el miedo te paraliza. Es normal estar enfermo, pero también es normal tener miedo.

¿Y cómo empleas la luz?

Con la linterna hago un guiño a la luz que me imagino que hay dentro de una resonancia magnética, y los rayos que hacen ese estudio entre los tejidos.

Es como si tú misma fueras tu propia resonancia.

Es como meterme dentro de un túnel de resonancia, digamos.

Juana Varela
Foto de @joost.g.photography cedida por Juana Varela.

¿Y qué hay de las partes en las que te atas, te retuerces y te encoges como si agonizaras?

Cuando me retuerzo y me encojo me inspiro en la artritis reumatoide, la cual produce que el cuerpo se deforme con el paso del tiempo. Aunque pareciera que agonizara, la tensión produce un sonido orgánico en el cuerpo. Al final, estoy con el tema del cable, que es una representación de cómo estamos atados a la tecnología para sobrevivir cuando llegamos a un punto crítico, y cómo a través de los demás podemos crear otra manera de llegar a todo lugar.

¿Y qué significa la pluma azul que te colocas en la cabeza?

La pluma es una simbología de la fiesta, en la que celebrar una transformación y aceptación de una enfermedad.

¿Cómo definirías ‘Resolandia’ en términos de visibilidad?

Son los sonidos, movimientos y objetos que acompañan al mundo de la enfermedad. Se trata de disfrutar y aceptarse tal y como eres frente a rendirse en el victimismo que implica una enfermedad. Eso sí, sin callarse, porque el dolor, el miedo y la frustración existen. Hay que expresar tanto lo bueno como lo malo.

¿Crees que la gente ha entendido lo que querías trasmitir en tu performance?

No me preocupa. Creo que es algo que no le gusta a todo el mundo. Yo solo pretendo que la gente se conmueva al ver la pieza.

¿Estás trabajando en algún proyecto nuevo?

Sí, tengo un proyecto de investigación que se llama ‘La Candi Max’, que surge también a partir de ‘Resolandia’, cuyo proyecto exhibiré en junio en la Sala Matilde Salvador del Centre Cultural la Nau.