#MAKMAArte
‘Arquitecturas prematuras’, de Isidoro Valcárcel Medina
Comisariado: Kristine Guzmán
Azkuna Zentroa Alhóndiga Bilbao
Arriquibar Plaza 4, Bilbao
Del 10 de mayo al 18 de septiembre de 2022
Azkuna Zentroa Alhóndiga Bilbao, en su espacio dedicado a la colaboración, creación e innovación cultural ‘Lantegia. Laboratorio de ideas’, acoge la exposición ‘Arquitecturas prematuras’ del artista y arquitecto Isidoro Valcárcel Medina coproducida por el Centro y el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León – MUSAC.
Una colección de treinta proyectos de construcción y urbanización creados por el autor entre 1984 y 1992 que pretenden, en sus propias palabras, «evidenciar la absoluta contradicción existente entre la realidad más inmediata del espacio urbano y las estructuras que pretendidamente lo configuran». La muestra añade otros proyectos afines, como las ediciones de juego de ‘Ciudad anarquizada’ o ‘Haz tú mismo Madrid’.
Se incluye también el libro ‘Réplicas al Neufert’, escrito en respuesta a las normas recogidas en ‘El arte de proyectar en arquitectura’, de Ernst Neufert, considerado uno de los pilares de la profesión. Para la comisaria de la muestra, Kristine Guzmán, las ‘Réplicas’ son la esencia de la obra que aquí se muestra, en tanto recogen la propia versión práctica e irónica del artista sobre las rígidas normas propuestas en ese libro, así como la innegociable defensa de la libertad del acto creativo.
Cuando los niños juegan, se lo toman muy en serio; igual que los artistas, cuando crean, se meten de lleno en la ficción hasta convertirla en verdad. La seriedad infantil y la verdad artística son distintas formas de decir lo mismo: que el juego y la ficción no son algo que está ahí fuera, algo que se aprende o a lo que se llega, siendo alcanzable solo para unos pocos, sino que son tan propios del ser humano como pensar o comunicarse. Isidoro Valcárcel (Murcia, 1937), autor de las ‘Arquitecturas prematuras’ expuestas en Azkuna Zentroa, lo dice así: “Qué sencillez basta para la creación; cómo el arte es un ejercicio y no una obra… En suma, lo que se entiende por proyecto”.
Y es que el autor juega tan en serio con sus ideas -ideario de crítica institucional y poder de la imaginación-, que realiza toda una imaginería de planos constructivos para expresarlas con total claridad, sin importarle tanto la técnica como el concepto que quiere transmitir. En sus propias palabras: “El uso de los planos y, sobre todo, de unos planos tan ortodoxos, es un recurso no menos irónico que las ideas mismas en ellos testimoniadas”.
Estas ideas vienen perfectamente definidas en los títulos de las propuestas urbanísticas: ‘Torre para suicidas’, ‘Museo de la ruina’, ‘Edificio para parados’, ‘Okupa y resiste’, ‘Ciudad anarquizada’ o ‘Colonia de chabolas’, todas ellas planificadas al detalle con la misma carga de denuncia social a través de la ironía que de solidaridad por los problemas sociales que evidencia. Como él mismo dice refiriéndose a ‘Torre para suicidas’: “Sabemos que la gente se suicida cada vez más, aunque no se publiquen los datos, y si es algo que ocurre pongámosles al menos las comodidades necesarias”.
Isidoro Valcárcel persigue dos cosas con este juego híbrido de técnica y concepto: por un lado, denunciar la desidia política y su desentendimiento de la problemática social que supuestamente debería solucionar, y, por otro, destacar la capacidad de la arquitectura para proponer usos de espacios y formas de convivencia alternativas. No busca mejorar los espacios urbanos para optimizar su productividad, el beneficio económico, sino para imaginarlos integrados con la sociedad a la que pertenecen en un urbanismo anticapitalista.
El margen de influencia que pueda haber sobre el entorno social y urbano en uno y otro caso, es decir, si está o no exagerado presuponer su impacto, no excluye su invitación al debate que suscita: ¿la política interactúa con la arquitectura influyéndose mutuamente? ¿La sociedad estaría en condiciones de asumir el reto de nuevos espacios? ¿La arquitectura da una respuesta adecuada a los factores que rigen la convivencia? ¿En qué medida el arquitecto podría influir en un cambio de actitud en la sociedad, y a la inversa?
Para resumir en una frase el tema de esta colección, los proyectos que se presentan son todos ellos técnicamente posibles, pero para ser realizables necesitarían, como dice el artista,“otra época y otra mentalidad, es decir, son prematuros”.
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