#MAKMAEscena
Russafa Escènica
Diversos espacios de la ciudad de València
Del 21 de septiembre al 2 de octubre de 2022
El escritor Stephen King lo dejó bien claro: “No hay nada malo en esperar lo mejor, siempre y cuando estés preparado para lo peor”. Esa dualidad, entre la esperanza que encierra todo positivismo y la cruda realidad siempre salpicada de momentos inesperados cargados de angustia vital, es la que el Festival de Tardor Russafa Escénica acoge en su 12ª edición, que transcurrirá por diferentes espacios de València del 21 de septiembre al 2 de octubre.
La pandemia provocada por la Covid 19 nos ha colocado frente a esa cruda realidad, de la que pretendemos salir en clave positiva. Y así, bajo el lema ‘Positiu’, es como el festival de artes escénicas se hace eco de tamaña contrariedad mediante una programación presentada en el Centre del Carme. Programación en la que destacan –a falta de conocerse las propuestas de sus ‘Viveros’, piezas de entre 20 y 30 minutos, y sus ‘Bosques’, de 60 minutos- las dos producciones propias: ‘La raya imperceptible de la aurora’, de Joaquín Collado, y ‘La conducta. ¿Si quieres, puedes?’, dirigida por Isabel Martí (compañía Els Indecents).
Esta última propuesta, que se desarrollará en seis localizaciones del Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC), nos coloca ante otra de las contradicciones que encierra el lema ‘Positiu’ y que Adela Cortijo, directora del Servei de Cultura de la Universitat de València, resumió atinadamente: “Es muy ambivalente, porque ofrece una visión optimista, pero tiene su lectura irónica vinculada con todo esto del coaching” o entrenamiento personal para alcanzar una serie de objetivos personales y profesionales.
“Es un oxímoron”, añadió, ya que en lo positivo se encierra la contradicción, sentenciada por el pensador marxista Antonio Gramsci, “del optimismo de la voluntad y el pesimismo de la inteligencia”. El cartel del festival, obra del ilustrador valenciano Vicente Ribelles, también refleja ese difícil equilibrio al que nos convoca el lema de esta 12ª edición y al que asimismo se refirió Cortijo: “Esa delgada línea no roja, sino rosa, tiene que ver con los test de antígenos que nos hemos hecho durante la pandemia y que se concretaba en si te encerrabas en casa o si salías”.
‘Positiu’, por otro lado, refleja a su vez la propia trayectoria de Russafa Escènica, festival acostumbrado a sobrevivir casi siempre en la cuerda floja haciendo verdaderos malabarismos para seguir hacia adelante, por mucho que ahora, como explicó Dídac Domènech, director de Producción del certamen, dispongan de un “presupuesto muy elevado” y que Jerónimo Cornelles, director artístico del mismo, cifró en unos 230.000 euros.
Y, de nuevo, la dualidad consistente en contar con la ayuda de las instituciones públicas -Consorci de Museus, representado por su director José Luis Pérez Pont; Institut Valencià de Cultura, con su director adjunto de Artes Escenicas Roberto García; Ayuntamiento de València, con Maite Ibáñez como concejala de Acción Cultural, o la mencionada Adela Cortijo-, de las que dependen sobremanera, según precisó Domènech: “Nos gustaría ser menos dependientes de la Administración, ser más autónomos, al tiempo que pretendemos llegar a un público al que quizás ahora no llegamos; ser un festival más transversal”.
Todo ello no le impidió reconocer que “sin las instituciones públicas es muy difícil que pudiéramos salir adelante”, sobre todo cuando hablamos de un festival que “cada año crece, evoluciona”. De manera que, en clave positiva, Russafa Escènica cuenta con la complicidad de la Administración, si bien el pesimismo de la inteligencia lleva a pensar que lo ideal sería equilibrar ese desajuste entre la acción pública -con trasfondo ideológico- y la privada -con sustrato sucintamente mercantil-.
Ya en el marco de la estricta programación, Joaquín Collado (compañía Antes Collado) será el encargado de dirigir la pieza ‘La raya imperceptible de la aurora’, propuesta escénica del festival con el apoyo de La Mutant y Espai LaGranja. Esta propuesta, antes conocida como ‘Invernadero’, se nutrirá de intérpretes previamente seleccionado tras un taller dirigido en LaGranja por el mismo Collado.
Isabel Martí, por su parte, tratará de responder, mediante la pieza ‘La conducta. Si vols, pots?’, con el apoyo del CCCC, a preguntas como ¿ser feliz es cuestión de actitud? ¿Los suicidios son angustia mal gestionada o un ataque de lucidez? ¿Realmente hay alternativa? Para terminar parafraseando al mismísimo ‘Hamlet’, de Shakespeare: “Hacer o no hacer: he ahí la cuestión”.
Ya hay confirmadas, además, las siguientes propuestas nacionales: ‘Lo otro: el concierto’, de Anto Rodríguez (Madrid / Asturias), en la Sala Palmireno de la Universitat de València; ‘Noche cañon’, de la compañía Societat Doctor Alonso (Cataluña), en Espai Inestable; ‘Aperitiu’, de Los Informalls (Cataluña), en el Centro Cultural La Beneficència, y ‘Envà’, de Amer y África Circ (Cataluña), en el Parc Central de València.
María García Torres, periodista y gestora cultural, se encargará de ofrecer un taller de comunicación para proyectos de artes escénicas, que impartirá en la Universitat de València. Otros dos -de escritura teatral y teatro musical- correrán a cargo de Mafalda Bellido, en colaboración con la Fundación SGAE, y de Víctor Lucas y Mamen Mengó, respectivamente.
‘Positiu’, con ese joven del cartel de Vicente Ribelles haciendo equilibrios sobre una delgada línea rosa, viene con el firme propósito de que ‘La escena vuelva a equilibrar la realidad’, como figura a modo de subtítulo del festival. Una realidad compleja que las diferentes compañías de Russafa Escènica, con el Covid a modo de trasfondo general, representarán “cada una a su manera”, subrayó Cornelles. Ya sea fijándose en la rosquilla o en su agujero central, como ironizó el escritor Oscar Wilde para diferenciar el optimismo de su contrario.
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