#MAKMAArte
‘Segon Sol’ de Gerard Bomboí
MARTE, Feria de Arte Contemporáneo
Auditorio y Palacio de Congresos de Castellón
Av. de la Mare de Déu del Lledó, 50. Castelló de la Plana
Del 16 al 19 de junio de 2022

El artista castellonense Gerard Bomboí presenta su obra ‘Segon sol’ en MARTE, la feria de arte contemporáneo que se celebró el pasado fin de semana en la ciudad. A propósito de esta exposición, conversamos con el creador sobre él, su obra, su proceso artístico y, también, sobre la asociación cultural Cúmul, la cual preside.

Esta iniciativa nace como plataforma encaminada a modificar poco a poco el panorama cultural de Castellón dando espacio a sus jóvenes artistas para participar en festivales como Imaginaria Photography Festival o eventos como La Nit de L’Art.

¿Cómo «aterrizas» en MARTE?

En MARTE me gustó, sobre todo, reencontrarme personas que me alegra ver todos los años. Vienen de Madrid, de Palma de Mallorca, son galeristas sobre todo. El año pasado ya pudimos participar en la feria porque nos concedieron una de las las Becas Hàbitat Artístic de la Ciudad de Castellón.

El Ayuntamiento adquirió una de las obras que produjimos, que es la que se ha expuesto en MARTE. Por aquel entonces éramos cinco compañeros, cuatro de la beca en Centre d’Art La Rectoria de Barcelona, y la quinta de GlogauAIR, en Berlín. Pues eso, estábamos ahí y vinieron los representantes de Castellón, del ayuntamiento, la gente que ha estado en la organización de la feria y tal, pues a escuchar un poco nuestra explicación de la obra.

Foto de grupo en la feria MARTE de Castelló. Foto: F.R.

¿En qué consiste la obra que has expuesto?

Expuse un cuadro de 162 x 130 cm que tiene que ver con esta serie de monocromos que estaba haciendo de los estratos y demás,, pero lo estaba derivando ya a cuadros de tela simplemente sucios. Ya no es que sea pintura, es que es agua sucia, es decir, investigo hasta dónde se puede restar.

En los tres meses que estuve de residencia artística en Sant Pere de Vilamajor, en Barcelona, por la beca Hàbitat, desarrollé esta obra. Yo empecé a dar paseos por Sant Pere, paseos por el lecho del río y por zonas más salvajes, e iba con la cámara de fotos porque mi única preocupación cuando hacía eso era pasear y ya está, no pensaba que saldría una obra de ahí.

En uno de esos paseos me di cuenta de todo el barro que se quedaba en los zapatos. Era invierno, llovía mucho, hacía frío, y empecé a fijarme en todo el barro de los zapatos, todas esas huellas ahí acumuladas. Luego, limpiando los zapatos, con toda esa agua sucia, me pregunté: ¿qué diferencia hay si en lugar de usar pintura acrílica diluida uso el barro de mi paseo?. Y ahí fue cuando empecé a jugar con esa memoria que nos da la pisada, ese paseo y ese monocromo como paisaje.

Por ejemplo, hay tesis doctorales de artistas incluso de Valencia, artistas jóvenes como Irene Grau, que vinculan y han estudiado cómo la pintura monocroma llega directamente del paisaje, como es la sintetización del paisaje.

Entre otras cosas, vaya, pero esa parte me parece muy interesante. Entonces, cuando ya tenía como 10 monocromos con pintura, y saqué este del paseo del barro, dije: ostras, voy a preparar un monocromo blanco solo, con muchas capas de imprimación blanca, y voy a dar paseos por el entorno de la residencia.

Vista del stand de las Becas Hàbitat Artístic de Castelló. Foto: F.R.

El Centre d’Art La Rectoria de Barcelona es un edificio antiquísimo, del 1600, donde hace ya 2000 años atrás había construcciones romanas. Entonces, era el edificio de la iglesia, rodeado de campos con frutales, cañas… un poco de todo.

Antiguamente la gente del pueblo lo usaba para coger comida, era campo comunal. Paseé por ese lugar con un cuadro atado a una cuerda y dando vueltas por Sant Pere. La propia mierda del suelo, el césped, la fruta madura que se cae de los árboles… todo eso pasó a ser pintura. Ya ni agua sucia ni nada, no: suciedad directamente.

Entonces, el azar está presente en tu obra, ya que está condicionada por lo que te vas encontrando por ahí

Claro, es algo aleatorio, pero como cualquier paseo. Tú no escoges la mierda que se te queda en la suela de los zapatos ¿no?. Pues imagínate que mi zapato es el cuadro. Incluso me subía encima, intentaba hacer un poco de surf, a ver qué salía [risas]. Durante las fiestas del pueblo hubo hogueras, bailes, se asaron cochinillos, se derramó vino por el suelo, paja, se celebraron carreras de caballos, etc.

Una semana después de las fiestas -que duraron tres días- volví a hacer la misma acción. Y es por eso que el cuadro que tengo expuesto en MARTE se titula ‘Segon Sol’, ya que remite a ese segundo paseo. No sé si llamarlo ejercicio de memoria visual o, al menos, de rastro. Se asemeja a ir olisqueando como un perro ¿no?, preguntarse ¿aquí qué ha pasado?, ¿aquí qué tal?

Las dos piezas se relacionan muy bien juntas, pero el Ayuntamiento de Castellón decidió quedarse con la segunda, en la que ya habían pasado las fiestas y todo… y a mí me parece genial porque así yo conservo una de las dos. Y nada, eso es lo que expuse en MARTE y no expuse más porque realmente no había más pared. Me lo pasé muy bien en la residencia, en MARTE… pero sobre todo disfruté mucho haciendo el cuadro. Además me ha servido para generar interés en mi trabajo y el trabajo de Cúmul como colectivo artístico.

Ya que lo mencionas, y últimamente veo que está pegando fuerte en Castellón, ¿qué es Cúmul?

Pues el germen de Cúmul es un movimiento de gente joven que se origina en 2018, pero Cúmul como tal nace en 2020. Todo esto nace porque jóvenes artistas de Castellón como Clara Culiañez y Rodrigo García un buen día se pregunta: “ostras ¿por qué la gente joven no nos juntamos y hacemos algo?” y ahí se quedó la idea pero Clara lo puso por Facebook, y de repente 50 personas se apuntaron ahí a comentarios, se hizo un grupo de WhatsApp y yo me metí también.

Al mismo tiempo me había alquilado un local, y en lugar de reunirnos en cafeterías cuando entré les dije: “vamos a reunirnos en nuestro local y así podemos hablar tranquilamente, fumar mientras hablamos y estar a gusto”. Y así estuvimos unos cuantos meses, reuniéndonos y generando el contenido de lo que ahora es esta asociación cultural.

Una propuesta en la que ahora mismo somos once personas de disciplinas muy distintas. La mayoría somos jóvenes pero también hay una persona madura que lleva toda la vida aquí y es veterana de artes plásticas de Castellón: Paco Rangel.

Julián Barón nos propuso Pólvora, una editorial de fotolibros en la que artistas de Cúmul han participado produciendo un fotolibro. Cúmul se llama Cúmul por algo. Es una acumulación de personas que en un momento y un tiempo concretos necesitamos reunirnos y cerrar unas inquietudes que no hemos podido hacer de forma individual, bien sea por el tema económico, la organización o por no tener un equipo, o de gente que necesita un taller o un espacio donde desarrollar sus proyectos.

Cúmul es tres cosas: un espacio expositivo, un taller de producción y un espacio social donde reunirse. Nos hemos cambiado de local hace poco y estamos en Castellón de la Plana, en Calle Cronista Muntaner nº4.

Sí, yo como residente de Castellón noto un antes y un después en el movimiento cultural de la ciudad a partir de Cúmul. Los jóvenes no podíamos visitar algo artístico diferente a lo que se organiza institucionalmente, y Cúmul ha dado ese espacio.

Sobre todo también para la gente joven. De entre 20, 30, también de 40, viene gente de todas las edades. Esto ha servido de plataforma para los artistas jóvenes locales. Gracias a ello, ahora las instituciones de Castellón nos conocen más y mejor, y también contactan con nosotros para trabajar. Por ejemplo, dos miembros de Cúmul, Carlos Bonet y Paula Lorenzo, ahora están trabajando en el Espacio de Arte Contemporáneo de Castellón para la exposición “El Descrédito de la Realidad” que se presenta el 25 de junio.