Takahata versus Miyazaki y la animación japonesa en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy 2014
Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy 2014
Celebrado del 9 al 14 de junio
Kaguya Hime no Monogatari (El cuento de la princesa Kaguya) es la última película de Isao Takahata, producida por el Studio Ghibli, y recientemente preestrenada en Francia en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, donde el autor recibió el Cristal d’honneur en la ceremonia de apertura.
El cuento de la princesa Kaguya está basado en un cuento popular japonés, El cortador de bambú. La leyenda cuenta que la princesa Kaguya (luz brillante) proveniente de la luna, nació dentro de un junco de bambú y fue encontrada allí por un cortador de bambú. Desde el inicio, la película es una explosión de libertad en el trazo y en el estilo de la animación, especialmente la primera parte, donde lo cotidiano y la tranquilidad de vivir en el campo invade al espectador. El trazo no está cerrado, se mantiene el grafito del primer gesto, de los esbozos, con un movimiento libre y espontáneo.
También se pudo ver proyectada en el festival la última película de Hayao Miyazaki Kaze Tachinu (El viento se levanta), estrenada recientemente en los cines. Ambas películas fueron producidas al mismo tiempo por el estudio Ghibli, y debían estrenarse simultáneamente, pero la película de Takahata se prolongó más de lo previsto.
El viento se levanta nos cuenta la historia ficcionada de Jirô Horikoshi, diseñador aeronáutico que diseñó cazas de combate japoneses, y la entrada de Japón en la Segunda Guerra Mundial. Los aviones, presentes a lo largo de la filmografía de Miyazaki, y el viento, mantienen el espíritu de libertad y de entusiasmo de los protagonistas; pero la belleza de la naturaleza y el paisaje se verán transformados en un infierno rojo, contradiciendo al protagonista en la realización de sus sueños, y al propio autor, reflejado en muchos aspectos en la figura de Jirô. Curiosamente la palabra Ghibli significa viento del siroco en Libia, y a su vez es el nombre de un avión italiano utilizado en la Segunda Guerra Mundial.
El futuro del Studio Ghibli se presenta incierto, ya que ambas películas pueden ser la última de sus dos autores más importantes. Takahata y Miyazaki junto con Toshio Suzuki fundaron en 1985 el Studio Ghibli. Según Toshio Suzuki, el que ambas películas se hayan producido a la vez ha sido una táctica con la que encorajar a ambos autores, en una especie de competición, como un último gran esfuerzo para poder realizar estas dos maravillosas películas. Toshio Suzuki ha anunciado también que deja el cargo de productor en el estudio, pasando a ocupar el puesto de manager general.
El documental Yume to Kyouki no Oukoku (El reino de los sueños y la locura) de Mami Sunada, proyectado también en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, retrata al Studio Ghibli y el universo de ambos autores, especialmente el de Miyazaki, de una manera muy cercana. El documental fue realizado durante la producción de ambas películas y parece completar, a modo de trilogía, el fin de una era en el Studio Ghibli, con sus tres co-fundadores como protagonistas.
En la sección oficial del festival, en competición, pudimos ver Giovanni no Shima (La isla de Giovanni), de Mizuho Nishikubo, producida por el estudio Production I.G. La isla de Giovanni representa la llegada de las tropas rusas a una isla japonesa en la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista de dos de los niños de la aldea. Retrata la amistad de estos con la hija del comandante y la convivencia entre las familias rusas y japonesas en la pequeña isla. La película ha recibido la mención del jurado en la categoría de largometrajes. El estudio Production I.G. también ha participado en el festival presentando su nuevo proyecto en producción, en los llamados Work in progress. Sarusuberi (Miss Hokusai), dirigida por Keiichi Hara, será la historia de la relación entre Hokusai, el pintor, y su hija, también artista y colaboradora de su padre. Keiichi Hara es el autor de títulos como Colorful y El verano de Coo.
La isla de Giovanni se suma a películas como La tumba de las luciérnagas de Takahata, Nagasaki 1945 – Angelus Bell de Seiji Arihara o El viento se levanta de Miyazaki, películas que se adentran en la Segunda Guerra mundial y en la memoria colectiva de los japoneses. Como una recurrente sanación, estas películas representan la historia de Japón, su destrucción y recuperación, desde la experiencia de sus personajes y basándose en hechos reales. Borrando límites con el documental, la animación les ha permitido ir un poco más allá en la narración de los hechos, sin estar ceñidos a la imagen real, pudiendo alimentar al mismo tiempo la parte más poética y más dramática de la experiencia de sus personajes.
Julia Català Roca
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