#MAKMAArte
Entrevista a Rosa Santos y Olga Adelantado
Presidentas de LAVAC, Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de la Comunitat Valenciana, entidad organizadora de Abierto València (del 23 al 30 de septiembre de 2022)
Olga Adelantado durante el periodo 2012-2017
Rosa Santos desde 2017 a la actualidad
Entrevista de Merche Medina y Salva Torres
Rosa Santos y Olga Adelantado, presidentas de LAVAC [Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de la Comunitat Valenciana] –de 2017 a la actualidad, la primera, y de 2012 a 2017, la segunda–, irradian optimismo de cara al Abierto València –fiesta de apertura de la temporada galerística– que celebra sus diez años del 23 al 30 de septiembre. Optimismo basado en el auge del sector –sobre el que entienden no hay discusión–, el incremento de patrocinadores y el consolidado apoyo institucional público, con matices: la cuantía económica es la misma que desde el principio y con igual lentitud burocrática.
La pandemia, que ralentizó el desarrollo de Abierto València, les sirvió para focalizar los puntos de interés que ahora pretenden desarrollar, como el de contar con un equipo fijo todo el año, y el de aumentar las actividades, entre las cuales emerge la intención de realizar también una fiesta de clausura por primavera.
Dicen que la irrupción del coronavirus ha provocado el impulso de lo virtual –“lo digital nos ha cambiado a todos”-, al tiempo que se postulan como garantes del patrimonio cultural del futuro, mediante las obras de sus artistas, lo cual debería ser tenido en cuenta -subrayan- por las instituciones públicas.
¿Cuál es el balance que hacéis de estos diez años de Abierto València?
Olga Adelantado (OA): Nos lanzamos a bucear a pulmón en 2012, porque no teníamos prácticamente estructura, pero sí muchas ganas. Aprovechamos entonces el anuncio que se hizo desde Conselleria de Cultura de ofrecer una cantidad a fondo perdido de 500 € por galería. Yo ese mismo año empezaba a llevar la dirección de mi propia galería, de manera que se me juntó todo, la presidencia de LAVAC y la responsabilidad de mi sala. Y lanzada como estaba, pensamos que por qué no hacer Abierto València. Solo existía el de Madrid y todavía no estaba el de Barcelona.
Por entonces, salió de titular en El País: “No existimos en el mapa de España”. Y, pasados ahora diez años, eso se ha conseguido de sobra. Estamos más fuertes que nunca como tejido cultural. Ha crecido el número de galerías y lo que estamos haciendo tiene constancia y conexión con la propia ciudad. Tenemos, además, al IVAM reforzadísimo, Bombas Gens sigue ahí, un Centre del Carme muy fuerte, el MACA de Alicante, ha abierto CaixaForum, va a abrir Fundación Hortensia Herrero, Fundación Juan José Comenge, está el E CA [de Ribaroja], la nueva dirección de un centro potente como el EACC. En fin, que están pasando muchas cosas.
Rosa Santos (RS): El primer año, como no teníamos casi dinero y apoyos institucionales mínimos, todo se concentraba en un fin de semana, con la entrega de un premio honorífico, simbólico, a la mejor exposición. No había compra de obra. Luego, en el segundo año, ya hubo más apoyo y compra. Y lo que hemos conseguido en las últimas ediciones es que vengan coleccionistas de fuera a comprar. Este año, por ejemplo, tenemos a la Colección La Escalera y Fundación Marte como nuevas incorporaciones.
OA: Yo veo un futuro en el que ya no tendremos que decir esto, porque habrá tantos coleccionistas queriendo comprar obra en Abierto València que no será noticia.
RS: El apoyo institucional público hay que decir que sigue siendo el mismo desde hace años, que no ha aumentado.
OA: En Cataluña, por ejemplo, hay un apoyo económico muy fuerte, lo que permite que haya un equipo fijo que esté trabajando todo el año para este evento, que es lo que se merece.
¿Habéis planteado lo de tener un equipo fijo aquí, en la Comunitat Valenciana?
RS: Aquí todavía no hemos llegado a negociar eso, pero lo cierto es que, con nuestros escasos medios, tenemos a Tania Castro, que es la persona que durante todo el año nos lleva redes sociales, y ahora a Débora Barriga, para el tema del diseño. Porque LAVAC genera muchos proyectos, no solamente Abierto València, de ahí que necesitemos ese equipo fijo todo el año para poder desarrollarlos.
El apoyo económico por parte de las instituciones públicas es muy importante, ¿pero tenéis la sensación de que ese apoyo no va acompañado de un conocimiento acerca de lo que supone el arte contemporáneo, y la cultura en general, por parte de quienes realizan esa inversión, como se tiene, por ejemplo, cuando se invierte en el sector del automóvil?
RS: El apoyo lo tenemos, porque las instituciones hacen una adquisición de obra y eso es patrimonio que luego revierte en la Comunitat. Pero sí es cierto que llevamos desde el principio explicándoles en qué consiste Abierto València, llevándoles el programa, animándolos a que vengan a las galerías y que vayan a las ferias de arte contemporáneo a las que vamos nosotras, para que vean a dónde van sus ayudas.
OA: También hemos tenido que tocar la sensibilidad de la persona que teníamos de interlocutor con la institución pública para que entendiera que igual el dinero lo teníamos que recibir antes de que pasara el acto, para poder pagar lo antes posible, algo que todavía no hemos conseguido, porque seguimos con unos tiempos burocráticos muy lentos, entendiendo que ha habido un esfuerzo por su parte.
RS: Sí que es verdad, por otro lado, que nuestro sector es muy atractivo, porque todo el mundo quiere saber qué es eso del arte contemporáneo por el recelo que de entrada provoca este entorno. Y, por tanto, quieren estar ahí.
OA: Y, si hablamos de subvenciones, eso no quiere decir que con ellas mantengamos nuestro negocio, porque no suponen ni el 20%.
RS: De hecho, estamos peleando ahora por recibir otro tipo de ayuda dentro de la Administración, que otras comunidades ya están teniendo, por tener una programación anual abierta al público, porque eso genera muchos gastos y al final estamos haciendo cultura.
¿Ha habido crecimiento del público que se acerca a las galerías, después de diez años insistiendo en ello?
OA: Durante Abierto València, muchísima.
RS: Y el resto del tiempo yo diría que también.
OA: Yo tengo más o menos la misma gente.
RS: Bueno, yo, en general, sí diría que todas las galerías tenemos más público. A lo mejor puntualmente en una exposición puedes tener más público que en otra, pero hay más de promedio. De hecho, hemos también realizado un posicionamiento estructural de cada galería dentro del mapa del territorio de la ciudad, para que los circuitos sean más cercanos y facilitar ese crecimiento.
¿El público, entonces, creéis que es ahora más sensible, se ha vuelto más receptivo hacia el arte contemporáneo?
OA: Yo tengo que pensar que sí, porque han abierto cuatro galerías nuevas en muy poco tiempo. Y eso quiere decir que el contexto te acompaña.
RS: Yo creo que todo ayuda. En los últimos años, hemos vivido un auge del arte contemporáneo sin discusión. Todos los centros públicos y privados antes mencionados, que potencian el arte contemporáneo, hacen que se genere más interés y los ciudadanos, como consecuencia, vayan más.
¿Los coleccionistas siguen estando por llegar?
RS: Eso siempre. [risas]
OA: No vamos a contar todos los que vienen, pero sí podemos decir que ya están viniendo bastantes más que antes.
¿Abierto València tiene intención de aumentar las actividades a lo largo del año, para que no se reduzca todo a una fiesta de apertura?
RS: Con la pandemia todo este desarrollo se paró, porque lo cierto es que ya lo empezamos a hacer con un evento en navidad y otro hacia la primavera. Sí es verdad que este frenazo nos ha permitido reflexionar acerca de dónde están los puntos de interés y dónde queremos estar. Para empezar, este año estamos acompañando al mundo del diseño [por la Capitalidad Mundial del Diseño de València 2022]. Y luego queremos hacer un evento con Alhambra -que está apoyando muchísimo al arte contemporáneo- por primavera, definido en torno al arte sin prisas y la naturaleza. Y nuestra idea es hacer igualmente una fiesta de clausura de la temporada.
OA: Que en Madrid ya la hacen.
¿Y el arte virtual ha llegado para quedarse, tras el desarrollo que tuvo como consecuencia de la pandemia?
OA: Si conoces al artista y tienes la posibilidad de ver digitalmente su obra nueva, estar conectados y tener esa visibilidad permite una difusión no sé si mayor, pero sí igualmente satisfactoria. Ahora esa herramienta se ha quedado para utilizarse y para apoyar cosas prácticas que ya hacíamos antes con los dosieres que mandábamos. En cambio, para conocer a nuevos artistas, pienso que sigue siendo necesario lo presencial. Y, en todo caso, puede hacerse una combinación de ambas.
RS: Yo creo que el ser humano enseguida olvida. En ese momento de pandemia, sí satisfacía la necesidad de la inmediatez, pero ya hemos vuelto a nuestras rutinas y hasta se nos ha olvidado que hemos pasado una pandemia.
OA: Yo veo que hay ferias internacionales que sí quieren gestionar esa parte digital. Incluso ARCO lo que está haciendo son podcast. Sí que ha servido para no hablar mal del entorno digital y plantearnos la posibilidad de cómo contar cosas y transmitirlas de una forma rápida. Pero, en cualquiera de los casos, ¡venid a las galerías, por Dios!
¿Qué ha cambiado ese mayor desarrollo de todo lo relacionado con lo digital en vuestra práctica diaria a lo largo de estos 10 años?
RS: Yo creo que el inicio del siglo XXI ha sido muy potente y muy rotundo en cuanto a sus cambios; la entrada de lo digital nos ha cambiado a todos. Yo he tenido la suerte de poder engancharme a tiempo todavía a ese mundo. De hecho, he evolucionado intelectualmente gracias a él, porque antes accedías al mundo a través básicamente de publicaciones o de desplazarte a los sitios. Sin embargo, en los últimos 20 años llegamos de otra manera a la información, de una forma mucho más rápida y eso afecta a tu trabajo. El mundo de las galerías está basado en las ideas, en querer expresarlas a través del trabajo de los artistas, y en acompañarlos en ese proceso.
OA: Yo puedo decir que lo que he visto, primero como espectadora y luego al frente de una galería, es la profesionalización del sector, tanto de los artistas como de los galeristas. Ahora en la universidad ya se puede estudiar cómo ser galeristas, pero, más allá de eso, nos ha ayudado a significar de verdad: trabajamos bajo una serie de protocolos y de necesidades importantísimas. Ahora, quien es galería y no tiene una web no es galería. Y una web que tienes que estar alimentando todo el tiempo. Además, hay una parte interna que no se conoce tanto y que es igualmente importante: estamos generando préstamos o creando sinergias a través de contratos con los artistas.
¿Por qué aparece tan poco, por no decir prácticamente nada, la cultura en los programas políticos, que desaparece por completo durante las campañas políticas en los medios de comunicación masivos?
RS: La cultura interesa a todo el mundo, otra cosa es que llegue a las instituciones o no llegue.
OA: Nosotros vamos a ser el patrimonio futuro, de manera que deberían tratarnos como tal, dada la importancia de nuestra actividad.
RS: Yo creo sinceramente que depende mucho de la persona en concreto que pongas al frente de la política y que tenga ganas y se lo crea.
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