#MAKMAArte
‘Uncensored’
Josep Escuin
Librería/Galería Railowsky
Grabador Esteve 34, València
Hasta el 28 de octubre de 2022
La Galería Railowsky inicia la temporada este cálido veroño con ‘Uncensored’, una exposición de alto voltaje no apta para mojigatos. Un proyecto del fotógrafo valenciano Josep Escuin que pone en solfa la censura en las redes sociales mediante imágenes de desnudos contrastando las versiones originales con las tapadas con rayas o círculos.
El papel que antaño desempeñaban señores encorbatados, casposos y reprimidos lo ejercen ahora algoritmos anónimos diseñados por los herederos de aquellas mentes estrechas y enfermizas. La finalidad es la misma: tachar, mutilar, ocultar y falsear.
Se ha llegado al absurdo de censurar la imagen icónica de la niña que corre desnuda ante los ataques con napalm en la guerra de Vietnam. También es célebre la polémica que generó la censura en Facebook del cuadro de Courbet, ‘El origen del mundo’, al que esta exposición rinde homenaje.
A través de 40 fotografías realizadas la mayoría con una Canon 5D MarkII y algunas otras con un móvil Huawei y una pequeña Polaroid, se plantea una reflexión sobre dónde están los límites a la creación en las redes sociales, pues se exhiben las imágenes sin censura junto a la correspondiente censurada en un formato menor.
“’Uncensored’ reúne fotografías de diversas épocas, desde 2011 a la actualidad, muchas de ellas realizadas mientras trabajaba en una serie más elaborada”, explica Escuin, natural de Massamagrell (Valencia), cuyo apellido procede de un pueblo desaparecido del Pirineo aragonés llamado Escuaín.
A partir de una propuesta del artista visual Alberto Adsuara, Escuin sugirió a Juan Pedro Font de Mora, director de la Galería Railowsky, realizar una exposición con las fotografías que colgó en la red, pero sin las líneas rojas impuesta por la censura.
“Le interesó la idea, pero me propuso que adjuntara la misma fotografía censurada por mí. No me disgusta el resultado de la imagen censurada mediante círculos, rectángulos o líneas, ya que dan una visión distinta, acercándonos o dialogando de alguna forma con el diseño, y me lo pasé bastante bien censurando mis propias fotos, aunque sufrí castigo por parte de la compañía Meta, que controla Facebook e Instagram”.
El interés de Escuin por los desnudos empezó en 2009. Quería hablar sobre el amor y el desamor y desarrolló un trabajo utilizando a amigos que les apeteciera participar. “En mis primeros desnudos, intenté plasmar de diversas formas las situaciones íntimas mediante la unión de cuerpos desnudos o, al contrario, su soledad pese a estar juntos en un lecho”.
“Posteriormente, me interesó más el hecho de la desnudez en sí misma, sin tapujos, mostrarse desnudo, ser vulnerable o que el vulnerable sea el espectador, el espejo ante la desnudez, la seguridad de asumir el cuerpo que se habita. Mientras trabajaba estos temas, surgió en algunos casos el hecho de hacer fotografía con matices más eróticos, primero por un trabajo colaborativo con otros artistas y luego como una forma de divertimento”.
¿Erotismo o pornografía? ¿Cruzar o no la línea que las separa? En la primera acepción de la definición de ‘pornografía’, la RAE dice: «Presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación».
“En algunas de mis fotografías muestro el sexo de forma abierta o cruda, pero en la mayoría no busco directamente provocar la excitación del espectador (algo, por otra parte, muy subjetivo). No ha sido ni es ese mi interés, aunque no me importa que tal excitación se produzca. Simplemente, me gusta mostrar abiertamente el sexo y, en algún caso que he fotografiado un acto sexual, más que excitar al espectador, me atraía plasmar la pasión y la excitación de los fotografiados. En definitiva, no considero que haga porno, pero entiendo que en algunos casos puede ser difícil trazar líneas”.
Escuin utiliza Facebook e Instagram para pulsar la actualidad de cosas y subir chorradas. “En cuanto a mis fotografías, uso las redes para difundir imágenes que me gustan, y si son de desnudo o eróticas, las censuro previamente, no me importa, aunque incluso censuradas, también he sido vetado temporalmente”.
“Las imágenes sin censura las concibo para proyectos en papel, sea exposición, fotolibro, etcétera. No hago fotos para subir a la red específicamente; si lo hago es para dar a conocer mi trabajo, aunque esté censurado mediante tapados. De momento, no me interesa subir mi obra en alguna red que no censure. Mis fotos tienen otra vía”.
La censura en la red tiene sus propias y, a veces, misteriosas estrategias. “Sé por los mensajes recibidos cuando me censuran una foto que hay un algoritmo que detecta desnudo o actividad sexual, particularmente genitales y pezones femeninos. Es decir, pezón de pecho femenino, porque yo he cambiado el pezón femenino en pecho masculino y no ha sufrido censura”.
“Por otra parte, si eres una persona proclive a subir este tipo de imágenes, te tienen controlado. La misma foto subida por mí ha sido censurada; sin embargo, si la sube, por ejemplo, mi galerista, no sufre censura (en Facebook, me refiero). Luego está el asunto de ser denunciado por alguien, entonces revisan la foto y, si lo consideran apropiado, te censuran”.
Además de ser un maestro de la paella valenciana, ritual que le sirve para reunir a sus amigos y urdir proyectos, Escuin –que ha realizado diversas exposiciones individuales en territorio valenciano (OCCC, Ciclorama, Espainivi Collblanc, Canals) y en Barcelona, amén de haber sido seleccionado en dos ocasiones en el concurso Purificación García–, también se proyecta en el mundo del teatro y de la música.
En el teatro gracias a su amigo, el diseñador gráfico Assad Kassab. “Colaboro con él cuando necesita alguna fotografía para sus carteles. Incluso me ha encargado fotografiar escenas de funciones de teatro para la publicidad de la obra y, como apasionado al teatro que soy, lo he gozado muchísimo”.
La música es su otra gran pasión. “En este terreno mi aportación fotográfica ha sido realizar reportajes para promocionar a algún grupo, así como la elaboración de la portada de Los Radiadores y Galavera, o realizar la fotografía para la portada de un disco de Sokolov”.
Aunque la mayor debilidad del fotógrafo es su hija Laura, de 16 años, que tiene también una vena artística. “Le gusta dibujar desde pequeña, y como su madre es profesora de arte en secundaria y me ha visto siempre haciendo fotos (en las que ella misma también me ayuda a veces), supongo que le ha influenciado. En mi exposición ‘Lehna‘, en el Octubre Centre de Cultura Contemporània, en mayo de 2021, expuso unas ilustraciones y fue muy emocionante, ya que era la primera vez que lo hacíamos juntos”, concluye Josep Escuin.
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