La Nau de la Universitat de València

Universitarios contra la dictadura

Valencia

C / Universidad, 2

Hasta el 1 de septiembre

Que el franquismo puso firme a España, está claro. Que hubo focos de resistencia, también. Pero, pasado el tiempo, parece que aquí fue todo el mundo antifranquista. Y tampoco es eso. Aún así, conviene refrescar la memoria, aunque sólo sea para constatar lo difícil y peligroso que resulta siempre oponerse a las dictaduras. Que es lo que demuestra la exposición que La Nau de la Universitat de València le dedica al movimiento estudiantil en su lucha contra la dictadura franquista.

La exposición Memoria y vigencia de un compromiso. Universitarios contra la dictadura ocupa dos salas del edificio de La Nau: la Sala Acadèmia (más de 350 m2) y la Sala Estudi General (más de 200). Dos salas repletas de decenas de documentos inéditos, extraídos de unos archivos policiales “todavía cerrados a los investigadores”, subrayó María José Millán, comisaria de la muestra. Documentos y centenares de fotografías, audiovisuales realizados ex profeso para la exposición y obras de arte contemporáneo (Equipo Crónica, Anzo, Juan Genovés, Rafael Canogar, Equipo Realidad o Spadari), procedentes de prestadores de diferente naturaleza tanto pública como privada.

El montaje expositivo subraya las diferentes etapas por la que pasó ese movimiento estudiantil: desde el silencio de los primeros años (1939-1956), a la paulatina toma de conciencia (1957-1964), pasando por la rebelión posterior y la vigencia actual de aquel compromiso. Recorrido que empieza de manera tenebrosa, música incluida, y termina arrojando cierta luz al final del túnel. Todo ello salpicado de carteles y panfletos, distribuidos por paredes que simulan aquellas calles por las que blandían sus porras la policía encargada del orden.

Las porras y cargas policiales se fueron poco a poco mezclando con los primeros porros, cuyo humo señalaba el fuego que ya había prendido en el mayo francés, la primavera de Praga o la protesta contra la guerra del Vietnam. Diversos audiovisuales, con películas que reflejaban ese malestar, y documentales sirven de testimonio de toda esa agitación. Agitación que desembocó en la famosa movida y que, años después, sigue vigente en forma de bucle. Porque de aquella dictadura franquista hemos pasado a la dictadura de los mercados, y vuelta a empezar. De ahí, como explicó Millán, la vigencia del compromiso recogido en imágenes como las de la “Primavera valenciana”, seleccionadas por Tania Castro, y el documental “Estudiar en primavera” de Amparo Fortuny.

Universitarios contra la dictadura es una exposición profusamente documentada y estupendamente montada por Pepe Gimeno, en la que la Universitat de València ilustra el movimiento estudiantil que contribuyó a la construcción de la democracia. Parece que toca volver a empezar, a la vista del paro alcanzado y las medidas económicas que siguen propiciándolo. Pero la dictadura económica parece tener un rostro menos fiero. Eso o que las dictaduras necesitan del tiempo para engrandecer los focos de resistencia. Tomemos buena nota del compromiso que La Nau refleja en sus dos grandes salas, para seguirle el reguero a nuestro presente más inmediato. 

Salva Torres