#MAKMAAudiovisual
Sobre los héroes en el cine
‘Joker’ (2019), de Todd Phillips; ‘El acorazado Potemkin’ (1925), de Serguei Eisenstein; ‘La lista de Schindler’ (1993), de Steven Spielberg, y ‘Hotel Rwanda’ (2004), de Terry George
El cine es un medio por el cual plasmamos todo tipo de historias. En muchas ocasiones, podemos ver estos relatos como algo baladí en lo que invertir nuestro tiempo libre. No obstante, muchas veces, dichas narraciones tienen la capacidad de salirse de la pantalla e impactar, en mayor o menor medida, en nuestra vida cotidiana.
Nos referimos al potencial que atesora el cine como medio artístico para construir un imaginario colectivo. Por ejemplo, en el año 2019, el estreno de ‘Joker’, de Todd Phillips, coincidió con una revuelta social acontecida en Chile como consecuencia de las subidas en las tarifas del Metro.
Varios manifestantes salieron a protestar vestidos con máscaras y maquillajes, mientras empleaban grafitis parafraseando la película del director estadounidense. Este mismo suceso ocurrió también en Líbano.
De manera que tenemos a personajes convertidos en símbolos de causas, al tiempo que pueden también construir sucesos históricos, siendo el caso de ‘El acorazado Potemkin’ (1925), de S. M. Eisenstein,y su famosa escena en las escaleras, la cual ha hecho creer falsamente a los espectadores que así fue realmente la rebelión de Odessa.
Con todo esto en mente, vamos a poner el acento en la capacidad que tiene el cine para cautivar nuestro imaginario. Así, ¿qué sucede cuando una película adapta la vida de una persona que ha salvado a otras tantas? ¿Cómo convierte a personas reales en personajes y los adapta a los diferentes arquetipos? Como ejemplos, emplearemos las películas ‘La lista de Schindler’ (1993), de Steven Spielberg, y ‘Hotel Rwanda’ (2004), de Terry George.
Ambas películas siguen un guion que ayuda a construir de manera coherente tanto a los personajes como a su mundo. De aquí sale el arquetipo del héroe, palabra que, por etimología, significa: guardián, servidor y protector. Para ello, este arquetipo sigue ciertos pasos, que son: el planteamiento de la aventura, llamada a la aventura, prueba suprema y, ocasionalmente, la resurrección.
En el caso de nuestros protagonistas, Oskar Schindler y Paul Rusesabagina, podríamos profundizar un poco más y clasificarlos como héroes mesiánicos, ya que ambos rescataron a decenas de personas en peligro de ser asesinadas.
Cabe destacar la similitud entre ambos con respecto a la coyuntura social y política que llevó al genocidio en sus respectivos contextos: la Alemania nazi y los conflictos entre hutus y tutsis, tras el asesinato del presidente hutu Juvénal Habyarimana. Coincide también el hecho de que ambos héroes se encontraban en el confort del bando victimario y, pese a ello, decidieron utilizar este papel a su favor, para salvar a las víctimas que no tenían otra salida posible.
Y regresando al arquetipo de héroe mesiánico, vemos que mientras los héroes en la mitología griega se distinguían por sus hazañas, aquí observamos como algo heroico el hecho de sacrificarse y convertirse en mártires de una causa.
El caso más significativo es el de Oskar Schindler que, en principio, no se comporta como un héroe, sino que se va construyendo como tal hasta convertirse en el mesías de los judíos a los que salvó. Y no es algo fortuito, dadas las raíces judías de Spielberg y que, en cierto momento de la película, se le pregunta literalmente si él es Moisés.
También interviene el carácter de la resurrección, porque luego serán los judíos a los que salvó quienes le rendirán tributo para dejar constancia de cómo sus hazañas se conservarán en el recuerdo de todos aquellos a los que salvó.
En el caso de ‘Hotel Rwanda’, conviene advertir que Paul Rusesabagina, después del genocidio de Rwanda y de haber salvado a muchos tutsis, se convirtió en la persona más famosa de su país. Se fue a vivir a Bélgica y, desde allí, criticó el gobierno del presidente ruandés, Paul Kigame.
Tras unos años, su presidente lo acusó de terrorismo y de vínculos con el Frente de Liberación Nacional (FLN), siendo interceptado al cambiar, en contra de su voluntad, el destino del viaje al aeropuerto donde pensaba ir. Fue, así, apresado en Ruanda y condenado a 25 años en prisión. En marzo de 2023, logró el indulto, tras más de dos años prisión.
A ello se le suman acusaciones de periodistas como Linda Melvern, quien cuestiona su papel durante el genocidio, acusándolo de extorsionar a cambio de dinero a quienes refugiaba en el hotel, ya que, según esta periodista, así lo han declarado varios supervivientes.
Frente a todo esto, vemos a los defensores de Paul Rusesabagina acusando por su parte al presidente, de dictador vengativo y de haberlo interceptado y encarcelado por, simplemente, haber criticado su régimen desde su posición de persona conocida. A su vez, medios como The New York Times titularon: “Cómo el héroe de ‘Hotel Rwanda’ cayó en la trampa de un dictador vengativo”, reafirmando el estatus de héroe que ha conseguido gracias a la película de Terry George.
En este sentido, ‘Hotel Rwanda’ ha logrado repercutir sobre la realidad. De esta manera, se toma como referencia el trabajo del director estadounidense, en cuya película se construye la historia de Paul Rusesabagina, desde el arquetipo del héroe mesiánico, para que sea dicha historia la que, a ojos de un espectador que desconoce el contexto, se convierta en el medio por el que se construyen los sucesos históricos.
Los héroes, en definitiva, han formado parte de historias desde las primeras narraciones literarias creadas por el ser humano y, al igual que los diferentes arquetipos, se han adaptado a los nuevos medios, en este caso, el cine. Pueden no ser tan reales como la vida misma, pero son vehículos admirables para contar historias increíbles preñadas de valores universales.
- Héroe, persona y personaje: el cine como reflejo de la condición humana - 23 julio, 2023
- ¿Hay todavía lugar para los vaqueros del lejanowestern? - 30 mayo, 2022
- Cine e infancia, ¿cómo nos construimos? - 24 abril, 2022