Joel Angelino

#MAKMAEscena
‘Sexo sentido’
Espectáculo unipersonal de Joel Angelino
Artea Espai Teatro
Olimpia Arozena Torres 45, València
28 octubre de 2023
Entradas en la plataforma pasenyvean.com.

En la filmografía internacional de principios de los años noventa hay una película que dejó buen sabor de boca. Un sabor agridulce pero refrescante y sabroso: ‘Fresa y chocolate’. Esta coproducción cubano-española-mexicana, dirigida por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, estrenada en 1993, fue uno de los primeros largometrajes que abordó la temática LGTBI con naturalidad en un conxeto tan rígido como la Cuba castrista de los setenta. Cuenta la complicada relación entre un estudiante, David, interpretado por Vladimir Cruz, y un artista homosexual, Diego, encarnado por Jorge Perugorría.

El reparto del filme, primera producción cubana nominada al Óscar, en 1993, y Premio Goya en 1995, incluía a un joven actor de rizado cabello rubio en el papel de Germán, un escultor amigo de Diego que, en un rapto de furia contra la censura comunista, destroza una de sus obras, la imagen de un santo. Se llama Joel Angelino y, treinta años después, sigue inmerso en ese mundo caribeño de fuertes contrastes padaleando ‘Fresa y chocolate’ a través de una versión dramática del largometraje en la que se pone en la piel de los distintos personajes.

Este texto de Senel Paz, guionista de la película, se ha representado en numerosas ocasiones y este otoño se puede ver en el Teatro Lara de Madrid –los dos primeros sábados de noviembre, a las 22:15–. Por otra parte, Angelino visitará València con ‘Sexo sentido‘, un espectáculo que estará en la sala Artea Espai Teatro el próximo sábado 28 de octubre, a las 23:00.

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«Este trabajo fue estrenado hace veintitrés años en el Teatro Saint Gervais de Ginebra, pero presentaré una versión actualizada, y hasta me atrevo con un fragmento en valenciano, porque me gustan los retos», dice Joel Angelino, cuyo apellido no tiene nada que ver con Angelina Jolie –una broma que le gastan a veces–, sino con su abuelo italiano, que se instaló en Cuba el pasado siglo.

«’Sexo sentido’ está inspirado en el premio Nobel de literatura Darío Fo, al que tuve el placer de conocer, y a su lado surgió esta experiencia que ha girado por catorce países. Es un homenaje a la figura del payaso, del cómico de la legua que se reinventa y va de un lado a otro con sus historias y personajes, con mucho humor y mucha ternura».

«Interpreto a ocho personajes –detalla Angelino– y cuento el motivo de mi inspiración real y objetiva de cada uno de ellos. Son muy diversos: un profesor, una viejita, un reguetonero o una transexual cubana muy simpática que sueña con trabajar con Pedro Almodóvar. Todo ello aderezado con pinceladas de mi vida, como mi nacimiento en un autobús de una compañía de payasos, pues mi mamá no llegó a tiempo al hospital. En vez de monólogo prefiero llamarlo espectáculo unipersonal porque une diferentes artes: danza, pantomia, caracterización… Es más teatro».

‘Fresa y chocolate 30 años después’ es un espectáculo multidisciplinar y también unipersonal con el que Angelino ha realizado varias giras internacionales, recibiendo premios y excelentes críticas. «Estrené ‘Fresa y chocolate’ en versión teatral unipersonal, en 1991, antes del estreno de la película; a partir de ahí, se ha representado en sus principales aniversarios: diez, veinte y ahora ya treinta años. Siempre al lado de su autor, Senel Paz, y como homenaje a sus directores ya fallecidos. Esta última versión es la más completa que hemos hecho, con escenas de la película, de Cuba, y mi madurez a nivel de dirección e interpretación que me permite recrear el mundo de ‘Fresa y chocolate’».

Angelino guarda muy buenos recuerdos del rodaje de ese mítico filme, en el que participó cuando tenía solo 19 años y que le catapultó a la fama. «Mi personaje era Germán, el escultor, amigo de Diego, un artista un tanto superficial que quiere viajar a México para montar una exposición. Hay una escena en la que sufre un ataque de ira y rompe todas las esculturas. Tuve que hacerlo en una única toma porque no había más estatuas, pero al tener a estos grandes directores se logró. Con la actriz protagonista, Mirtha Ibarra, seguimos trabajando, es la asesora de mi unipersonal por el treinta aniversario de la película, con el que estamos en el Teatro Lara».

Tras la exitosa película, Angelino se trasladó a España y pronto se hizo visible tanto en televisión como en el cine: ‘Aída’, ‘El Inquilino’, ‘Ana y los Siete’, ‘El Oro de Moscú’, ‘I Love you Baby’… ‘Fresa y chocolate’ funcionó como un talismán, un amuleto de la buena suerte que le hubiera llevado muy alto.

Todo iba viento en popa, pero, en 2008, su prometedora carrera se topó con una escollo. Su rechazo a los requerimientos eróticos del productor José Luis Moreno tuvieron graves consecuencias. «Mi nombre estaba anunciado en el reparto de la serie de Tele 5 ‘A ver si llego’, avalado por el director de la cadena, pero de pronto desapareció sin explicaciones. Se me fueron cerrando todas las puertas profesionales, pasé por una profunda crisis personal y me trasladé a Canarias, hasta que recientemente he podido volver a Madrid, donde espero relanzar mi carrera».

Durante su exilio canario, Angelino creó su propia compañía y asociación de artes escénicas denominada La Ventana Mágica, organizó festivales y ejerció como profesor de teatro. Protagonizó la película ‘El Alma de Tacande’, la historia de dos jóvenes cubanos que viajan a La Palma a tomar posesión de unos terrenos de sus antepasados y se ven envueltos en un antigua leyenda isleña. Por este proyecto, Angelino recibió el premio al mejor actor protagonista en el Festival de Cine Independiente de Detroit 2020 y fue preseleccionado en los Premios Goya 2020 en la misma categoría.

También cultiva una dimensión literaria con un libro de memorias, ‘Raíces y almas’, y otro de poemas, ‘Poemas y canciones a lo Angelino’, en los que plasma su exquisita sensibilidad y amor a la vida.

Lo más duro en estos años de exilio «ha sido ver cómo personas que no me conocían de nada me etiquetaban como un chulo que quería sacarle la pasta al famoso productor». Lo más gratificante, «saber que el karma existe y ver cómo, día a día, recupero el espacio que me habían arrebatado. Ahora he vuelto a vivir en Madrid, así que quiero terminar no con la frase “toma Moreno”, sino: “Gracias, Moreno”. La justicia le pondrá en el lugar que le corresponde».

Y antes de despedirnos, una última pregunta: ¿Qué prefieres, el helado de fresa o el de chocolate? «¡Ninguno de los dos!», responde raudo. «A raíz del éxito de la película, allá donde íbamos siempre nos ofrecían esos dos sabores y acabé aborreciéndolos. Pero hay que reconocer que es un magnífico título y que, por desgracia, la historia de David y Diego no ha perdido vigencia. Ni en lo referente a la tolerancia ni en lo que respecta a la política. Cuando visito Cuba para llevar a cabo algún proyecto, solo contacto con el pueblo», concluye este actor incombustible en continua reinvención de sí mismo y de sus múltiples personajes.