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#MAKMAArte
‘Mucho cuento. Relatos visuales en la colección del MUA’
Exposición colectiva de los fondos del MUA
Artistas: Marco Algovia, Pedro Álvarez, Begoña Baeza, Dis Berlin, Nacho Bolea, Joan Castejón, Cristina de Middel, Cayetano Ferrández, Cristina Fontsaré , Laila Hotait, Alicia Lamarca, Javier Lorenzo, Paloma Muñoz y Walter Martin, y Santi Tena⁣
Sala Arcadi Blasco
Museo de la Universidad de Alicante (MUA)
Campus universitario de Sant Vicent del Raspeig (Alicante)
Hasta el 28 de julio de 2024

Los museos universitarios no suelen acogerse a las características básicas de lo que solemos entender por museo. Su contexto e idiosincrasia son elementos enclavados en ciertas particularidades que, desde la museología, derivan en una especial atención.

Hace tiempo, en un número de la Revista de Museología, leí un artículo escrito por Marta C. Lourenço, del Museo Nacional de Historia Natural y de la Ciencia de Lisboa –quien preside, además, el Comité UMAC perteneciente al ICOM– donde le preguntaban por su museo ideal. Ella afirmaba, desde la perspectiva orientada por el contexto de su trabajo, que su museo ideal era un museo universitario.

La primera razón era que los museos universitarios sirven de puente entre el mundo académico y la sociedad; y se añadía una segunda razón, y es que al beber de ese conocimiento académico, su patrimonio resulta estar altamente documentado y ser muy coherente .

Entre estos grandes desconocidos, el Museo de la Universidad de Alicante parece ser un espacio todavía más especial. Al no tener una titulación de Bellas Artes directamente asociada a su propio ámbito universitario, podría parecer que su colección no es adecuada, pero en sus fondos existe una gran cantidad muy representativa de artistas alicantinos. Destaca, sobre todo, la referente al gran Eusebio Sempere, que se compone de más de 200 obras de su trabajo gráfico.

De esta manera, teniendo siempre presente su capacidad didáctica y divulgativa, el MUA se propone que, anualmente, la Sala Arcadi Blasco muestre una variedad distinta de las más de 2.000 obras de arte con las que cuenta su colección. Cada año el tema cambia, permitiéndonos así admirar, desde distintas perspectivas, esta colección que sigue creciendo en la actualidad.

El tema de este año son los relatos visuales que se exhiben en la muestra titulada ‘Mucho cuento’. La obra de arte como narradora de historias es el leitmotiv de todas las piezas que podemos encontrar y se va desarrollando mediante diversas disciplinas: fotografía, pintura, collage o vídeo. A través de estas catorce creaciones de quince artistas, la figuración se posiciona de manera efectiva para narrar todas esas historias.

Esa figuración se ve magníficamente perfilada en la obra ‘Els desplaçats’ de Joan Castejón, representante del realismo social del Grup d’Elx, que da inicio a la muestra con una obra que posee ciertas características tangentes a su trabajo; por ejemplo, esos personajes anónimos que resurgen mediante el uso de su dedo como pincel. Esto le sirve para rescatar la problemática social de los despojados de su hogar, del desarraigo más cruel y de las situaciones globales que afectan a los más inocentes.

Pedro Álvarez. 'Mucho cuento. Relatos visuales en la colección del MUA'
‘La nevera roja’, de Pedro Álvarez. Imagen cortesía del MUA.

Alrededor de esta temática social, también encontramos obras como ‘La nevera roja’, de Pedro Álvarez, donde la pintura resalta esas formas que se entremezclan con la cultura y tradición cubanas con el objetivo de ser un vehículo de expresión propio. La expresividad de la fotografía de Cayetano Ferrández también nos lleva por la crítica social en ‘Mis límites’, donde, a pesar de los tintes distópicos, la condición humana y la marginalidad contrastan con el poder imperante. La visión de la mujer como objeto, otra de las grandes problemáticas sociales de este momento, se ve reflejada en la pieza de Begoña Baeza.

La literatura aparece en ‘Quincey’, de Nacho Bolea, del que se destaca la búsqueda de esos fragmentos para crear un collage único de iconografías reconocibles. En ‘Concierto enemigo en la boda de un amigo’, de Santi Tena, se rastrean esos elementos de cómic, cine o literatura para mostrarnos una cotidianeidad centrada en su condición más abrumadora.

Relato visual. Santi Tena. MUA
‘Concierto enemigo en la boda de un amigo’, de Santi Tena. Imagen cortesía del MUA.

Esa intimidad se desarrolla, por ejemplo, en ‘A los 8 años’, de Cristina Fontsaré, donde la relación con el entorno, la naturaleza y su infancia se entremezclan creando imágenes muy particulares. Continúa en esta línea intimista el trabajo de Dis Berlín, que usa la pintura y el montaje para hablarnos del amor en todas sus vertientes, como una metáfora vital en la que nos sentimos identificados.

Infancia y adolescencia son también claves para entender las obras de Laia Hotait y Alicia Lamarca. La primera, aporta con su trabajo en video, ‘Basita’, una visión sobre el recuerdo, sobre los retazos de aquello que no puede ser contado, en este caso, el suicidio de una joven. A través de esta pieza trata de ponerle voz a esa joven para dignificarla, al mismo tiempo que expone una dura realidad.

Alicia Lamarca, por su parte, compone desde la fotografía para mostrar la relación de un padre y su hijo fuera de estereotipos y estigmas sociales. También la fotógrafa y actual presidenta de la Agencia Magnum, Cristina de Middel, tiene su representación con una de las fotografías pertenecientes a la serie ‘POLY-SPAM’, donde juega con la ficción y la realidad. La alicantina continúa, hoy en día, creando proyectos donde la ficción, la realidad y la crítica social se entremezclan de manera magnífica y cercana.

Hablan sobre paisaje Paloma Muñoz y Walter Martin en ‘Traveler XXXI at Night’, aunque desde una perspectiva casi mágica, creando escenas dentro de una bola de cristal y contándonos situaciones sobre esos viajeros anónimos. Javier Lorenzo, como suele ser habitual en su trayectoria, contrapone figura y paisaje desolador, como un Caspar David Friedrich de la actualidad, para reflejar esa gran inmensidad del paisaje.

Así, se conciben lugares con encuentros figurados, pero que reflejan la realidad, donde el conocimiento se construye de manera física aunque no objetual. Tras salir de ‘Mucho Cuento’, sentimos que acabamos de ver un viaje completo e intenso sobre las emociones humanas, la realidad social y la capacidad de la condición humana de coexistir con todo este imaginario terrenal. Historias que nos interpelan de manera muy directa.