#MAKMAArte
‘SOLAS’, de Elisa Torreira
Amaga Galería de Arte
Hasta el 10 de junio de 2024
José Manuel Pedregal 4, Avilés
La artista asturiana Elisa Torreira (Avilés, 1961), residente en València, alumbra en su obra un enfoque innovador mediante la exploración constante de la verbalización del objeto artístico. Con una amplia trayectoria que abarca campos como el libro de artista, performance, instalación, fotografía y videopoema, Torreira ha dejado su huella en numerosas exposiciones y eventos artísticos tanto a nivel nacional como internacional.
Desde 1998, ha exhibido su trabajo y participado en diversas actividades artísticas en países como España, Francia, Alemania, Portugal y México, amén de ferias nacionales como JustMad, Estampa, Masquelibros, Arts Libris y SINDOKMA Festival del Libro, entre otras. Su compromiso con el arte se refleja no solo en su práctica creativa, sino también en su labor educativa, habiendo dirigido talleres de libro de artista, perfomance y poema-objeto para la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, en León.
Hasta el lunes 10 de junio, exhibe ‘SOLAS’ en Amaga Galería de Arte de Avilés, “un proyecto que surge a raíz de encontrarme una serie de fotografías, de niñas vestidas de comunión, en diferentes rastros y mercados de segunda mano”, afirma la artista.
De este modo, “’SOLAS’ pone el foco en ciertas heridas provocadas a la infancia por dogmas o doctrinas. Heridas que, de modo simbólico, simulo reparar a través de la técnica del Kintsugi, rescatándolas del anonimato y dignificando su memoria”.
En la actualidad, Elisa Torreira prepara los detalles de ‘Sin identidá’, acción que llevará a cabo el próximo viernes en Amaga Galería –referencia en el mercado del arte asturiano desde hace medio siglo y que dirige Angélica García, siguiendo la estela que comenzó su madre, María de los Ángeles Álvarez Banciella, en 1973– y en la que retratará a algunas de las personas que visiten la muestra, “interviniendo sobre la imagen in situ para reflexionar sobre la identidad manipulada”.
A la par, se encuentra en Avilés ultimando su proyecto ‘HARA’, una exposición multimedia en el Centro de Servicios Universitarios (CSU) en el que presenta un pequeño recorrido por su trabajo de los últimos años, y que podrá visitarse hasta el 30 de septiembre.
“Considero mi trayectoria artística como una suerte de encuentros en los que el factor humano ha sido y es determinante para realizar mi trabajo. Del futuro, siempre incierto, espero seguir permitiéndome ejercitar mi ecléctico modo de crear, en libertad y con el mínimo de concesiones”, aventuraba Elisa Torreira durante una entrevista para MAKMA con motivo de su exposición colectiva ‘Estudio Taller Espacio Liminal’, en el marco de la VI Biennal de València Ciutat Vella Oberta, en noviembre de 2023.
“Para mí, el arte es esa válvula de escape que me permite respirar mejor entre tanta sórdida realidad”, confesaba la artista. Una espita abierta a través de la que adentrarnos por una fecunda trayectoria artística de la mano de su testimonio.
¿Cómo definirías tu práctica artística y poética, que abarca diversas disciplinas como el libro de artista, la fotografía y el video-poema?
Frágil y emocional a la vez que intuitiva. Mi reflexión y práctica creativa pasan, inevitablemente, por ese tamiz, dejando como resultado trabajos de carácter ecléctico.
¿Qué te inspira y motiva a explorar la «verbalización del objeto artístico» en tu trabajo?
Siempre me enfrenté a la creación artística hibridando técnica e imaginario emotivo. Mi motivación es convertir los acontecimientos que vivo y contemplo en obras que susciten preguntas, desde su vertiente más poética. Verbalizar el objeto artístico es dotarlo de ‘Poesía’, término que considero muy importante en toda mi trayectoria, puesto que la palabra me acompaña desde mis primeros proyectos y es gran protagonista de mi discurso plástico.
¿Cómo crees que la intersección entre la palabra y la imagen en tus proyectos contribuye a la experiencia estética y conceptual que deseas transmitir?
La realización de la obra a través de estas intersecciones, en mi opinión, enriquece la experiencia estética y la dota de contenidos expresivos que facilitan la lectura conceptual de cada proyecto.
¿Cuál ha sido tu experiencia al exhibir y participar en actividades artísticas tanto en España como en Francia, Alemania, Portugal y México, entre otros?
Cada paso que das, expositivamente hablando, es un aprendizaje más que suma (si no, malo), y exhibir el trabajo fuera de tu zona de confort siempre es edificante. México será siempre un recuerdo especial, allí realicé mi primera performance en el Museo Olga Costa de Guanajuato, y recuerdo mi inseguridad, mis nervios, mi pánico escénico. Hoy que soy más flexible conmigo misma, lo recreo con más benevolencia.
¿Qué papel juegan las ferias de arte y los eventos culturales en tu carrera artística y en la difusión de tu trabajo?
Experiencias positivas y negativas se dan la mano a menudo. La práctica artística es más dura de lo que puede suponerse y, en ocasiones, resulta gravoso para la mayoría de los artistas, que deben obtener su sustento por otros medios. Pero también es un escaparate necesario y que propicia visibilidad.
¿Qué te atrajo a dirigir talleres de libro de artista, performance y poema-objeto para la Fundación Cerezales Antonino y Cinia en León?
En realidad, a priori, no me sentía atraída por la idea de impartir talleres, fue algo casual y muy concreto, en una fundación donde esa parte se cuida mucho y en la que me sentí apoyada y muy confortable. De mis mejores experiencias, sin duda.
¿Cómo abordas el proceso creativo en tus proyectos y cómo integras diferentes medios y técnicas en tu trabajo?
En todos mis procesos lo primero es la idea; somos ideas y el tiempo que empleamos en materializarlas. Después, llega el cómo desarrollar esa idea o contenido y qué vehículos son los convenientes para construirla dentro de su adecuado continente. Por ello creo que siento como algo prioritario cuidar la factura estética de cada obra.
¿Qué proyectos o colaboraciones futuras atesoras en el horizonte?
De los más inmediatos, el 6 de junio se inaugura mi proyecto ‘HARA’ para el CSU de Avilés, y que podrá verse a partir del 23 de mayo en el ’11th International Symposium of de Hippocrates Initiative for Poetry and Medicine’ y entrega del Premio Hipócrates de Poesía y Medicina 2024. Este proyecto también forma parte de la programación de La Noche Blanca de Avilés. Por otra parte, realizaré dos libros de artista, uno en colaboración con Tonia Trujillo, otro con Edu Barbero, y un libro de poesía e imagen con Aurelio González Ovies.
¿Cómo percibes el papel del arte en la sociedad contemporánea y cuál crees que es la relevancia de tu trabajo dentro de este contexto?
En este panorama, no puedo obviar que hay tantas luces como sombras. El arte puede ser catarsis, educación, desarrollo personal y, a su vez, negocio, intereses creados, malas praxis… Es innegable el papel que representa como motor cultural. Sin embargo, en esta sociedad de consumo sigue siendo evidente que no siempre se le da relevancia al poder transformador y sensibilizador que posee.
En este contexto, mi trabajo es el de una hormiguita más, dentro de un enorme hormiguero cultural, que debería cuidar mejor a sus creadores y no permitir que desarrollen su trabajo precariamente.
¿Hay algún tema o mensaje particular que esperas transmitir a través del arte y la poesía?
Existe un universo complejo de mensajes que como artista deseo transmitir, puesto que cada proyecto bebe de su propio imaginario y se diferencian mucho entre ellos. Pero si concreto, espero transmitir la emoción y preocupación por aquellas cuestiones que nos son comunes: la decepción, la espera, la incomunicación, el cuestionamiento personal, los desequilibrios tanto sociales, personales, ambientales y morales que se desprenden de una sociedad cada vez más individualista, trepidante e insensible.