Ben Temple. Un delicado equilibrio. Teatro Olympia

#MAKMAEscena
‘Un delicado equilibrio’
Autor: Edward Albee
Dirección: Nelson Valente
Traducción y adaptación del texto: Alicia Borrachero y Ben Temple
Intérpretes: Alicia Borrachero, Ben Temple, Manuela Velasco, Virginia de la Cruz, Cristina de Inza y Joan Bentallé
Producción: Producciones Teatrales Contemporáneas
Teatro Olympia
San Vicente Mártir 44, València
Del 11 al 13 de octubre de 2024

Cuatro mujeres y dos hombres. Seis personas adultas recluidas en un espacio opresivo en el que los conflictos de la convivencia rutinaria se ven tensados por un elemento disruptivo. Es el planteamiento de ‘Un delicado equilibrio‘, del dramaturgo, guionista y escritor estadounidense Edward Albee (1928-2016) que se representa este fin de semana en el Teatro Olympia de València.

Bajo la dirección del argentino Nelson Valente, Alicia Borrachero, Ben Temple, Manuela Velasco, Virginia de la Cruz, Cristina de Inza y Joan Bentallé forman un equipo perfectamente engrasado que potencia al máximo el texto de este gran autor, que introdujo en Estados Unidos las corrientes europeas de la segunda mitad del siglo XX –Jean Genet, Samuel Beckett y Eugéne Ionesco–, ganador por tres veces del Premio Pulitzer, una del Tony, con obras tan célebres como ‘¿Quién teme a Virginia Woolf?’, ‘Historia del zoo’ o un musical basado en el novela de Truman Capote, ‘Desayuno en Tiffany’s’.

Dos horas de intensos diálogos que entre el drama y la comedia desbrozan la naturaleza humana. Es la tercera vez que esta pieza se ve en España tras el montaje del Teatro Español, en 1969, y el del Teatre Lliure, dirigido por Mario Gas en 2011.

El mundo siempre ha sido un lugar peligroso. Una selva habitada por presas y depredadores en constante pugna. Pero hubo un tiempo en el que, en algunos lugares, ciertos individuos privilegiados creyeron que podrían blindarse contra la barbarie en confortables búnkeres de cristal. Vana ilusión. Puro espejismo.

Un delicado equilibrio

Es de lo que habla esta obra: de la crisis de la sociedad occidental, pero sobre todo de la toma de conciencia por parte de las clases medias y acomodadas del fin de una garantía de seguridad a causa de los cíclicos vaivenes del sistema capitalista. Se construyen signos y estructuras que refuerzan la ilusión de estabilidad, de que el mundo es un lugar amable, mientras esa misma realidad se va desmoronando.

Ha pasado más de medio siglo desde su estreno, en 1966, pero su contenido no solo se mantiene vigente, sino que ha adquirido un significado más profundo y urgente a tenor de lo acontecido estas últimas décadas: el cambio climático, la amenaza de guerras, el fin de un futuro esperanzador.

Agnes (Alicia Borrachero) y Tobías (Ben Temple) son una pareja madura que vive su cotidianidad con cierto hastío, junto a la hermana alcohólica de Agnes, Claire (Manuela Velasco). La situación se complica al regresar su hija Julia (Anna Moliner), que acaba de romper su cuarto matrimonio, y con la inesperada llegada de Harry (Joan Bentallé) y Edna (Cristina de Inza), sus mejores amigos, que han abandonado aterrorizados su casa en busca de refugio.

Además de ser pareja en la vida real desde hace treinta y cinco años, Alicia Borrachero y Ben Temple son coproductores del montaje y responsables de la traducción y adaptación del texto, un arduo trabajo, pues la Fundación Albee controla hasta los mínimos cambios que se introducen el él.

Un instante de ‘Un delicado equilibrio’.

¿Qué ventajas e inconvenientes tiene compartir la escena con tu media naranja? «Para nosotros solo son ventajas porque compartimos esta vocación y estamos muy compenetrados», responde Ben Temple. «Si en algún momento uno se desanima y flaquea, ahí está el otro para apoyarlo en todo».

Albee escribió ‘Un delicado equilibrio’ cinco años después de ‘¿Quién teme a Virginia Woolf’, uno de sus títulos más famosos debido a su versión cinematográfica: el primer largometraje de Mike Nichols interpretado por Elisabeth Taylor y Richard Burton.

«Los personajes de ‘¿Quién teme…’ vomitan su odio y su resentimiento, sin embargo los de esta obra se reprimen todo el rato, se ocultan detrás de diferentes máscaras», dice Temple. «Hay dos líneas argumentales subyacentes que vertebran el argumento. Por una parte, un duelo mal llevado que hace aflorar el dolor que sienten; y, por otra, un miedo insuperable a aceptar cualquier cambio, aunque sea en principio para mejorar las cosas. Están petrificados en sus respectivas identidades».

‘Un delicado equilibrio’ aborda también el dilema de tener que elegir entre familiares o amigos, los estragos de la mala salud mental, los demonios internos que brotan sin control, el consumo de alcohol como escape ante situaciones complicadas, el miedo, las discusiones y la incomprensión.

«La imagen tradicional del hogar cuyos miembros se muestren dichosos de perdurar, de perpetuar el hogar, de ser testigos de la vida de los seres amados y, en definitiva, de estar juntos, se convierte, a veces, en una sucursal del infierno», escribe el director Nelson Valente.

«’Un delicado equilibrio’ presenta la convivencia cotidiana como un castigo en el que el ribete más perverso consiste en que el otro sea exactamente como es, sin el menor disimulo e, incluso, al contrario, con una sinceridad exacerbada, obstinada, temeraria. Agnes, Claire, Tobias y Julia despiertan en el espectador sentimientos violentamente contrastados: ternura, repulsión, compasión, indignación, simpatía. Incluso entre ellos la tensión del vínculo preestablecido va cediendo por momentos mediante variantes inesperadas. No parecen personas, sino dolores, heridas que no cierran».

La irrupción en ese espacio claustrofóbico de sus amigos, Harry y Edna, que vienen huyendo de algo que les provoca un miedo irracional, agita el mar de fondo, remueve el «sedimento en el vaso», como sugiere Claire. Su inesperada llegada lleva por subtítulo ‘El miedo’. Es eso lo que los trae, es eso lo que sus presencias invasoras presentan como tarjeta de visita el día de su llegada, pero también mañana, y también a lo largo de un evidente «para siempre».

«Parece mentira que ‘Teorema’, de Pier Paolo Pasolini, haya visto la luz casi al mismo tiempo que la obra de Albee», reflexionan los artífices de este montaje. «En ambos trabajos, la figura del invasor pone al invadido frente a una crisis vital; en ambos trabajos, la controversia de la destrucción o el renacer llega con la inesperada partida del que invade».

«En la retórica de los personajes –un hilar infinito de pensamiento colectivo, una especie de sola persona que habla consigo misma a través de seis personajes–, un frontal no-naturalismo se impone. La presencia permanente del alcohol parece invocar la excusa perfecta para un nivel de diálogo tan peligroso como excitante. Todo se dice y nada se termina de decir, porque la idea formulada es tomada por el interlocutor para respaldar sus propios y no menos delirantes argumentos».

«La realidad del mundo de hoy día no podría ser más ajustada al trasfondo inquietante que presenta ‘Un delicado equilibrio’. Lo que podría ser una garantía de estabilidad ya no lo es; todo lo construido ve temblar sus cimientos. Pero: ¿qué significan ese miedo y esa imposibilidad de dejarlo ir? ¿Qué cometido ha venido a cumplir en nuestras existencias? Si, en sus líneas finales, Agnes propone iniciar el nuevo día como cuando la partida ha finalizado y queremos empezar de nuevo, ¿qué nos ha enseñado el paso de ese terror existencial e ineludible?».

Para intentar responder a estas cuestiones no hay más que ir a ver la obra. Aunque también es posible que, en vez de respuestas, surjan nuevas preguntas.