#MAKMAEscena
‘Doña Rosita la soltera con algún verso de La Carrà’
Idea original: La Màquina, a partir de la obra de Federico García Lorca ‘Doña Rosita la soltera’ (1935)
Adaptación: Marc Rosich
Dirección: Rafa Cruz
Producción: La Màquina (Valencia)
Intérpretes: Gretel Stuyck
Cantantes y músicas: Candela Mora, Nuria Soler y Ana Zomeño
Teatro La Màquina
Pare Jofré 7, València
Hasta el 2 de febrero de 2025
La compañía, escuela y sala de teatro La Màquina estrenó el 9 de enero un montaje cuyo título, ‘Doña Rosita la soltera con algún verso de La Carrà‘, causa estupor: ¿qué tiene que ver el poeta granadino con la polifacética diva italiana? Para responder a la pregunta nada mejor que interpelar a su director, Rafa Cruz.
«Es una obra bizarra que aproxima al público de hoy el clásico de Lorca con la chispa de la Carrà porque fue concebida como una comedia musical llena de ironía y picardía que criticaba la mojigatería de la sociedad española de entonces, el qué dirán; y de una forma visceral sentí que la música de Raffaella, precursora del feminismo, le iba como anillo al dedo».
Hace noventa años se estrenó ‘Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, poema granadino del novecientos dividido en varios jardines, con escenas de canto y baile’. Lorca escribió esta obra inspirada por una de sus primas, que se quedó para vestir santos, tras culminar un par de tragedias, y con el deseo de crear una comedia ligera, aunque, como el mismo reconoció, resultó ser una historia bastante amarga.
La de la interminable espera de una mujer, Rosita, cuyo novio emigra a las Américas para lograr fortuna antes de casarse, pero que ya no va a regresar, pese a las cartas que le envía manteniendo viva la llama de una ilusión que poco a poco se desvanece.
«Lorca no pensaba en seducir al público de la platea, sino al que ocupa los asientos más baratos, igual que nosotros», dice Cruz. Así, los miembros de La Màquina proponen una original aproximación al clásico que funde la belleza de las palabras de Lorca con el desparpajo de las canciones de la diva italiana interpretadas en vivo por Candela Mora, Nuria Bartolomé y Ana Zomeño.
El espectáculo completa la trilogía creada por Rafa Cruz y Gretel Stuyck en colaboración con el dramaturgo catalán Marc Rosich, al que conocieron hace tres de décadas en Barcelona. Del trabajo en común surgió una sólida amistad y una complicidad que han mantenido en el tiempo.
Sobre el escenario de la calle Pare Jofré se representaron las dos primeras piezas de la trilogía, ‘Vittoria’ y ‘Les nits de Salustiana’, espectáculos de corte contemporáneo en los que se explora la conexión entre España e Italia, que para los autores reside en el realismo, surrealismo, sentido del humor y apasionamiento vital de ambos países.
Un tema que aparece de nuevo en ‘Doña Rosita la soltera con algún verso de La Carrà’, proyecto que han desarrollado a lo largo de ocho meses y que estará en cartel hasta el 2 de febrero. «Empezamos a jugar con Doña Rosita porque Gretel tenía la edad y la capacidad de transformación que requiere este personaje al que el público acompaña durante tres décadas», señala Cruz. «Por casualidad, vinieron las canciones de Raffaella y, cuanto más las escuchábamos, más nos dábamos cuenta de que eran como un antídoto para el ambiente social opresivo que recrea la obra».
Fueron incorporando a los versos de Lorca temas famosos de la cantante italiana que hablan de las relaciones sexuales, de la liberación femenina, del disfrute de la vida, de la homosexualidad, etcétera, que aportan nuevas lecturas y funcionan como contrapunto en las distintas escenas a lo largo de las cuales la protagonista evoluciona hasta quedar totalmente sola. Desde los 20 a los 50 años, pasa del amor de juventud a la incertidumbre de la despedida, cuando su prometido emigra para mejorar su posición social antes de casarse, y acaba por aceptar con resignación la espera eterna.
Doña Rosita ve cómo se escapa la lozanía de la juventud, mientras el pueblo murmura a sus espaldas y en esa deriva le acompañan curiosas versiones en vivo de canciones de la Carrà: ‘Lucas’, ‘Para hacer bien el amor hay que venir al sur’, ‘Rumores’, ‘Mamá dame 100 pesetas’, ‘Fiesta’ o ‘5353456’ cantadas por Las Manolas, acompañadas de guitarra, cajón y piano.
Rosich ha escrito estos personajes a partir de la fusión de Las Ayoras y Las Solteronas, del texto original, una licencia creativa a la que dan vida tres jóvenes talentos de la escena valenciana: la cantante y actriz Candela Mora, la música y actriz Nuria Bartolomé, así como la música y cantante Ana Zomeño. Ellas representan la voz de la juventud, pero también los pensamientos más recónditos de la protagonista, el soplo de libertad que ansía.
Greta Stuyck, protagonista absoluta de la obra hace un tour de force, pues, además de encarnar a la protagonista en tres periodos vitales diferentes, se transforma en otros cuatro personajes, cambiando de edad en cada rol, incluso de género, para dar vida al matrimonio, tío y tía de Doña Rosita, al Ama que la crió al fallecer sus padres e, incluso, a su propio novio de juventud.
«Respetamos la poesía de Lorca, sus fans van a encontrarle en este montaje, pero también se traslucen los rasgos principales de nuestro sello como compañía», explica Cruz en referencia a su apuesta por la autoría contemporánea. El estilo tan personal de Rosich está presente, esa combinación de emoción y humor que nos desarma».
Por otra parte, se manifiesta el carácter abierto de La Màquina, la búsqueda de temas, personajes y planteamientos no convencionales. Además, el montaje abunda en su línea de dar mucho peso escénico al elenco. «Reducimos la escenografía y los efectos escénicos para que se pueda apreciar la riqueza en matices de los textos y las interpretaciones. Personalmente, como hijo de migrantes, me interesaba hablar de la nostalgia, del paso del tiempo, de cómo la gente te machaca cuando eres diferente y no te pliegas a las reglas».
El resultado es un acercamiento fresco y novedoso al clásico que incrementa la fuerza de un mensaje totalmente vigente, a pesar del tiempo transcurrido. «Hemos trabajado mucho para favorecer la complicidad con el público para que los espectadores identifiquen a cuántas Rositas conocen, y descubran si ellos mismos se han plegado a los patrones sociales preestablecidos. Esta obra no habla solo del matrimonio, también de la falta de libertad en la toma de decisiones vitales y las consecuencias del juicio social; temas completamente contemporáneos», concluye Rafa Cruz.
- Rafa Cruz (La Màquina): “Las canciones de La Carrà son un antídoto para el ambiente social opresivo que recrea la obra” - 23 enero, 2025
- Pepón Nieto: “Equivocarse no es sinónimo de fracaso, sino de aprendizaje” - 21 enero, 2025
- Toni Agustí y Amparo Fernández (‘Kassandra’): “El optimismo es un pilar de nuestro personaje” - 17 enero, 2025