"Art you can eat", Aula de Cultura La Llotgeta. Imagen cortesía de Felix Rios.

Art you can eat

Miguel Ahumada (MAAF), Alejandra Bueno, Esther González Aurignac, Raúl León, Nacarid López, Cuautli Exal Mtz, Lola Moreno, Giorgia Partesotti, Felix Rios, Adriana Román.

Aula de Cultura La Llotgeta
Plaza del Mercado 4, Valencia
Hasta el 29 de julio de 2013

"Cazadora de Ondas", Alejandra Bueno. Instalación Sonora. Imagen cortesía de Felix Rios.
«Cazadora de Ondas», Alejandra Bueno. Instalación Sonora. Imagen cortesía de Felix Rios.

Hay ocasiones en las que merece la pena salir a la palestra.

Son ensayos, intentos de motivación, gritos cómplices de alarma dirigidos al espectador, ejercicios de estilo mas o menos originales, mas o menos contundentes, mas o menos arriesgados… Todos los proyectos que se presentan son fruto de la investigación desarrollada en el Máster Artes Visuales y Multimedia de la Universidad Politécnica de Valencia, y reflejan los objetivos que en él se plantean. Se han aplicado las metodologías de investigación propias de las Artes Visuales, se han creado desde equipos multidisciplinares que les han permitido desarrollar proyectos conjuntos, generando nuevas aportaciones a las líneas de investigación propuestas y, si bien en algún caso su perfil de formación no es específico en Bellas Artes, todos los participantes han sido capaces de asumir la práctica artística y contextualizarla en el entorno social, en el arte público y en los medios de comunicación.

Con responsabilidad, desde una contemporaneidad que analizan escrupulosamente y para la que proponen actuaciones artísticas capaces de alterar la percepción que de ella se tiene, entendiendo ( y dando a entender) la práctica artística hoy como una herramienta capaz de modificar actitudes y comportamientos a través del diálogo con el espectador.

En el recorrido por esta muestra y desde la inevitable interacción con los proyectos, vamos a descubrir, dentro de las diversas lógicas organizativas que presentan, no sólo espacios para la reflexión, sino también motivos para la acción.

Desde las páginas de este catálogo los propios artistas van a descifrar con detalle el contenido y las intenciones de sus proyectos. Les adelanto mis personales anotaciones, sin ánimo alguno de condicionar su posterior lectura.

EL REFLEJO: Reichstag + La Cam

Podríamos estar hablando de fractales, tal vez, y nos resultaría más sencillo de visualizar, pero se trata de esas pequeñas alteraciones casi imperceptibles que devienen sobre lo cotidiano a consecuencia de gestos que se producen sin atención a sus consecuencias. Traer esto a representación no es muy complicado, traerlo al entendimiento de un espectador no avezado, lo es bastante más.

Se conjugará imagen y sonido, generados en coincidencia temporal aunque no espacial. La imagen que se genera en el espacio de la sala de exposiciones (Valencia, España), a determinada hora, ligeramente modificada por el sonido que se genera a esa misma hora en el Reichstag (Berlín, Alemania), que le conferirá cierta inestabilidad para la visión.

Lo que el visitante encontrará en la propuesta de Miguel Angel Ahumada Flores (MAAF) será “un espacio vacío donde la luz ha sido filtrada – reflejos ocasionales durante el día – el reflejo desde los taxis en horario determinado condicionado a factores externos – el reflejo en los ojos – el exterior desde la ventana -la proyección cada día. Instantes cotidianos conceptualizados.

La proyección comenzará y acabará cada día en el mismo horario y con la misma duración en que se harán las grabaciones (Valencia, Berlín).

Con la grabación del sonido (Berlín) y a través de programación se modificará el video (Valencia), otorgándole cierta vibración (inestabilidad para la visualización)”.

La propuesta es casi mística en el aspecto de precisar la contemplación como imprescindible para la consecución de la experiencia en el espectador.

A posteriori, descifrar los significados y las cargas conceptuales también se hace necesario, (la elección del Reichstag y su relación con el espacio expositivo concreto), y requerirá de posteriores lecturas de la pieza instalada, reclamando ser revisitada.

CAZADORA DE ONDAS

¿Qué hace, entre otras cosas, un cazador? Seguir el rastro de las piezas. Y para rastrear, ya lo aprendimos de los indios en las películas del Oeste, hay que saber reconocer los rastros, identificar las huellas.

De eso trata la propuesta de Alejandra Bueno, de hacer visibles esos rastros que, de manera inconsciente, vamos dejando en nuestra práctica diaria.

Cuando me habló del proyecto, me hizo sonreír el recuerdo de la exposición de partituras que John Cage organizó en Nueva York, y que vendía como obras de grafismo. A veces deseamos estar en otro lugar, ser el otro.

La fase artística de la traducción procura siempre gratos descubrimientos. Tengamos en cuenta que esas radiaciones de ondas electromagnéticas se emiten, pero también se absorben. Tal vez convenga arriesgarse y dejarse atrapar por esas sugestiones acústico-visuales que ha cazado para nosotros Alejandra.

Les voy a recomendar que acudan a esta dirección y disfruten con el irónico relato de una experiencia cinegética. http://alejandrabueno.com/cazadora-de- ondas

AMBIVALENCIA

“Esta instalación habla de la pasividad social que afecta a la mayoría de nuestros ciudadanos ante un país cada vez más degradado en todas sus esferas”.

Lola Moreno y Esther González nos hacen reflexionar utilizando la televisión, como icono de la influencia de los grandes poderes económicos que nos organizan la información para que los ciudadanos la escuchemos, la entendamos y la asimilemos de forma dirigida, consiguiendo en nosotros una actitud hipnótica, indiferente y muy lejos de ser participativa y constructivamente crítica. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”. En clara referencia al decálogo Chomsky de manipulación mediática, y una invitación a releer a Debord, tan de actualidad siempre.

La instalación, con medios tecnológicos actuales, hace un guiño a aquellos parabanes de las ferias que nos permitían fotografiarnos, travestidos, en un espacio que estaba lejos de lo cotidiano, en playas, en palacios, en desiertos lejanos… Aquí el dispositivo confronta al público visitante, con las imágenes “reales” de nuestro país actual, viéndose “partícipe” en cada una de ellas. El juego es el contrario, se trata de proponernos una inmersión en la realidad, invitándonos a tomar asiento entre imágenes de situaciones cotidianas: Desahucios, corrupción, hambre, pobreza, decadencia….. muchas de ellas, localizadas en Valencia en el período comprendido entre el 2012 y 2013.

ZONA TEMPORALMENTE LIBRE DE REGISTRO #1 RUIDO BLANCO

Un ejercicio de resistencia.

Siguiendo la línea de Hakim Bey (Peter Lamborn Wilson) que propone la TAZ (Temporality Autonom Zone), espacios temporales que eluden las estructuras formales de control social, #1 Ruido Blanco nos facilita un espacio en el que poder escapar a ese control. “En el proyecto se propone la “construcción” de una zona donde los aparatos de registro de imagen y sonido sean disfuncionales.” En la actualidad, ya no estamos sometidos únicamente a la vigilancia del poder, ahora el resorte que activa control sobre nuestros actos o nuestro comportamiento no hace falta que lo ejecuten directamente desde una orden superior, cualquiera de nuestros “iguales” puede grabar y procesar una imagen o un sonido registrando nuestro comportamiento, y difundirlo a escala planetaria, a tiempo real.

Una reflexión necesaria en un momento social en el que el derecho a la intimidad esta continuamente amenazado por el poder establecido, en una sociedad cuyos medios de comunicación priman el espectáculo a cualquier precio. Una propuesta que mueve a la reflexión, y se prevé tan efectiva como la capucha pixelada de Martin Backes.

Aun así, suena preocupante la palabra “temporalmente”.

VENEZZIOLA, LA IMAGEN SONORA DE UN PAÍS INVENTADO

“El proyecto Venezziola, es un testimonio artístico-sonoro del mo-vimiento migratorio venezolano de inicios del siglo XXI”.

Desde esta instalación generada desde una experiencia autobiográfica, Nacarid López nos acerca a la realidad contemporánea, creando un territorio que recoge los resultados de la experiencia migratoria en el siglo XXI.

“Venezziola es el nombre en el que pensó el navegante italiano Américo Vespuccio al arribar a Venezuela, por el parecido de sus viviendas aborígenes (palafitos) con las viviendas de Venecia en Italia.” Colonizar un nuevo continente, anclándolo a referencias del antiguo continente. El resultado de esa hibridación permane- ce y conforma su propia apariencia a lo largo del tiempo.

La parte visible del iceberg que flota en el proyecto, se resuelve de manera pragmática, imagen construida de un lugar supuesto y sonidos que completan su existencia.

La parte sumergida en el concepto estaría mas próxima a las teorías del constructivismo social de Vygotsky, en ese proceso de interacción del sujeto con el medio, entendido como algo social y cultural, donde se produce un intercambio de experiencias y conocimientos que trasciende lo puramente físico del lugar en el que se realiza/desarrolla. De ella (de la misma experiencia propuesta) se desprende una serie de acciones y resultados que ponen en evidencia la importancia del aprendizaje asociativo, el intercambio y la hibridación que generan no solo posibilidades de nuevos lenguajes y sistemas de comunicación sino, como en este caso, la idea de un lugar, otro, colonizable en el espacio inmaterial. La forma del bloque (del iceberg) se ha ido conformando con propósitos de experiencia artístico/sonora.

HUMAN COMPUTER INTERACTION (HCI) Interacción humano-máquina

“El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre el papel del individuo ( usuario) y la computadora (meta máquina) en esta interactividad que se nos plantea de forma cotidiana en una actualidad cada vez más computarizada y administrada por sistemas informáticos. Cualquier tipo de interactividad que surja entre dos entes, nace a partir de la relación de fuerzas que se establece entre las partes”.

Cuautli nos invita a ahondar en esa brecha cada vez mayor entre la maquinaria estructural e institucional (pública y privada) de los productores y proveedores de dichas tecnologías y los ciudadanos usuarios.

Por medio de imágenes registradas de una acción cotidiana, ciudadanos sin recursos compartiendo el espacio “habitable” de los cajeros automáticos con las máquinas (llenas de billetes) para los que se han diseñado. Imágenes (y situaciones) que cada día aceptamos con menos cuestionamiento.

La acción plantea la posibilidad de redistribuir los recursos que se establecen para la muestra por parte de la institución organizadora entre los usuarios/ habitantes de los espacios en los que se encuentran los cajeros (las máquinas). En palabras de Cuautli “la acción artística se plantea con el doble propósito de, por un lado, cuestionar las estructuras que producen este tipo de desgracias sociales y dar mayor visibilidad a quienes la sufren. Por otro lado la búsqueda de una dinámica dis- tinta entre la máquina bancaria (galería y caja de ahorros) y los ciudadanos empobrecidos por la nacionalización de las deudas bancarias y financieras”.

Lo que veremos en la sala será el registro de la acción que se pro- pone como proyecto, materializada en las imágenes impresas de esos registros.

MONT-AGE

En estos momentos ya no es cuestionable la participación del espectador en el resultado final de la obra.

Felix Rios experimenta con el “efecto Kuleshov” reconociéndolo como el ejemplo más importante de sintaxis fílmica. “La contemplación de una cinta no es un fenómeno de estímulo-respuesta, sino que el espectador es un participante activo en el proceso de la creación de significados”

Hace tiempo que hemos desaparecido como espectadores/consumidores inocentes.

En una disposición convencional, enfrentando imágenes de acon- tecimientos y de los líderes del mundo en el que ocurren, ofrece al espectador la posibilidad de ser testigo/actor/reconstructor de significados en el discurso audiovisual.

Un experimento curioso que nos recuerda que en realidad vamos hilvanando acontecimientos con hilos que se tornan de uno u otro color dependiendo de nuestras capacidades, cultura, estados de ánimo, e incluso de nuestra voluntad.

Colóquense en el espacio de la sala y traten de releerlo cuantas veces puedan. Sean espectadores expectantes.

CIUDAD LABERINTO

Adriana Román se pregunta (nos pregunta) ¿dónde está la salida? Mientras nos muestra imágenes de gente que está a la vez unida y dividida, donde todos parecen saber a donde van pero ninguno parece encontrar lo que necesita. En ese ir y venir de gente es donde podríamos dar apariencia materia al laberinto que ellos mismos intuyen. Y esto que ella muestra localizado en Ciudad Juárez, ocurre en el interior de cada pueblo, de cada ciudad, de cada nación a escala planetaria.

Cada uno de los movimientos, de las acciones e incluso de las actitudes de esos habitantes del laberinto, repercuten de una u otra forma modificando nuestra manera de pensar y actuar, y de entender el propio concepto de laberinto.

De manera tranquila va recomponiendo el sentido de las imágenes, volviendo a contar, o mejor, dándonos la oportunidad de recomponer la historia de otras muchas maneras. Casi la labor del periodista que desvela aquello que alguien no quiere que se sepa.

Pero como ella misma nos advierte, “uno de los peligros más grandes dentro del laberinto es olvidar por dónde hemos pasado antes”.

‘ESCALERAS’

Un proyecto que habla sobre el maltrato y la imposibilidad que en ocasiones supone para las víctimas salir de esa situación. Giorgia Partesotti nos presenta una pieza de video, como insta- lación casi performática, en la que una mujer “sube una escalera intentando salir de una situación, sin conseguirlo, mientras escucha una voz de hombre gritando contra las mujeres. Algunas de estas voces son originales y grabada por la artista, otras son rescatada de la película española: ‘te doy mis ojos’.”

No toca hablar de la importancia del papel del arte en la lucha contra la violencia de género, pero si es importante no olvidar que esa cuestión necesita del esfuerzo y la colaboración de todos para propiciar ese cambio cultural necesario que ponga fin a la desigualdad entre hombres y mujeres y desemboque en la igualdad plena en todos los derechos.

Un dato: una de cada cuatro mujeres europeas han sufrido violen- cia machista alguna vez.

Así pues les invito a quedarse, a participar y complicarse en estos proyectos que, afortunadamente, no terminan en el espacio de la sala de exposiciones. Repito, sean espectadores expectantes.

"Art you can eat", Aula de Cultura La Llotgeta. Imagen cortesía de Felix Rios.
«Art you can eat», Aula de Cultura La Llotgeta. Imagen cortesía de Felix Rios.