Teatro de Marionetas la Estrella
Nacida en 1978
40 Aniversario
La pintora valenciana Maite Miralles y el actor Gabriel Fariza iniciaron, en 1978, una gran aventura personal y profesional al formar pareja y crear una compañía de títeres. No podían imaginar que iba a perdurar a lo largo de tanto tiempo y que su ya histórica función, Bombalino y Cuchufleta, dos payasos de peseta llegara a representar la consagración de ambos como actores unidos en la misma onda y en la misma escena.
“Los primeros años fueron creativos, combativos, industriosos, éramos jóvenes y nos comíamos el mundo”, cuentan. Combinaban las colaboraciones en programas de TVE como Barrio Sésamo, La Cometa Blanca y otros con acciones en el Rastro vendiendo artesanía, bolos, festivales y un año actuando por distintos países de Latinoamérica, hasta que nació su primer hijo, Simón, y decidieron sentar cabeza en el Cabanyal cumpliendo así su sueño de tener sala propia. “A pesar de los malos augurios de quienes aseguraban que no funcionaría por estar alejada del centro, perseveramos, y logramos inaugurar, en abril de 1995, el primer Teatro de Marionetas la Estrella. Desde el principio fuimos acogidos por el público y la prensa con cariño y, a pesar de no recibir ninguna ayuda de la Administración conseguimos darnos a conocer. El boca a oreja funcionó y llegamos a hacer más de 20.000 espectadores anuales”.
Cuando disfrutaban las mieles del éxito llegó la pesadilla en forma de proyecto de prolongación de la Avenida Blasco Ibañez que marcó su tercera etapa.“Este proyecto truncaba todo lo conseguido porque nuestro teatro quedaba en medio de dicha Avenida. No había más remedio que luchar para impedir el barrio desapareciera, y así lo hicimos. Nuestra lucha vecinal duró 17 años”. Fue la etapa más dura pues fueron testigos de la degradación de un entorno que amaban. Los negocios cerraban, la gente cambiaba de domicilio, las casas eran destruidas y las que quedaban eran ocupadas por gente no deseada. El público fue reduciéndose, nadie se atrevía a ir a un lugar tan peligroso. “Los medios de comunicación oficiales nos abandonaron, fuimos vetados, intentaron callarnos y borrarnos del mapa pero no consiguieron que claudicáramos. La Estrella fue el único negocio que siguió abiertp, fuimos la estrella que se mantuvo su propia luz en el barrio. Eso si, tuvimos que buscar nuevas alternativas que nos permitieran vivir de nuestro trabajo”.
Tras una experiencia de dos años en Espai Campanar (2005 y 2006), donde montaron una sala por la que pasaron casi 100.000 espectadores, localizaron, en 2008 un espacio perfecto para montar otro teatro propio ante la posibilidad de que el proyecto Blasco Ibáñez siguiera adelante y se vieran en la calle. Y comenzó la cuarta etapa de la imbatible compañía, la locura de mantener abiertas y dar vida a dos salas, la del Cabanyal y la de Petxina. En total 23 años de esfuerzo y constancia, a lo largo de los cuales, la Estrella fue creciendo. El binomio inicial, Miralles/Fariza se amplió hasta formar un equipo humano de ocho personas fijas entre las que se encuentran los hijos de la pareja y sus compañeras. “Seguimos siendo un equipo familiar, pues de otra forma no habríamos podido sobrevivir a momentos tan duros”.
Y así se llega al presente, su quinta etapa en la que recogen el fruto de lo sembrado. “Finalmente pudimos salvar el Cabanyal y poco a poco estamos disfrutando de un renacimiento. La Estrella sigue viva, a pesar de que muchos la habían dado por muerta. Nuestro proyecto, nuestro sueño juvenil lo vemos realizado, le vemos continuidad pues nuestros hijos forman parte de él. En un futuro, dándole sin duda su propia impronta La Estrella seguirá brillando con humildad pero con fuerza en el firmamento cultural valenciano”.
Aunque cumplir casi medio siglo bien merece una fiesta por todo lo alto como profesionales discretos y nada presuntuosos que son pasan de boatos y eventos ostentosos. ¿Cómo van a celebrar sus 40 años? “Hemos dedicado nuestro esfuerzo a crear buenos espectáculos y a ofrecer a nuestro público lo mejor de nosotros, y es con ese público con el que queremos celebrarlo, así que a partir de septiembre intentaremos hacerlo de una manera bonita y divertida. Algo se nos ocurrirá, lo importante es acabar esta temporada lo mejor posible. Cumplir con la programación en las dos salas, acabar el Taller de títeres realizado desde enero en colaboración del TEM y que concluye con el Festival de Titelles al Cabanyal los días 5 y 6 de mayo, participar en el Festival de Títeres de Sevilla, viajar durante julio y agosto de gira por distintas Comunidades, empezar con la producción del próximo estreno, y descansar lo que se pueda para coger fuerzas y poder llegar al pasado mañana”.
Bel Carrasco
- La Rambleta se convierte en un balneario tragicómico con ‘Cucaracha con paisaje de fondo’ - 28 noviembre, 2024
- Valencia rebelde y sentimental. Un mapa heterodoxo de los 70 a los 90 - 28 noviembre, 2024
- ‘Primera sangre’: María Velasco recuperar la memoria de las que ya no están - 26 noviembre, 2024