Desilusiones ópticas
Mathieu Mercier
Galería Luis Adelantado
Bonaire 6, Valencia
Hasta el 20 de noviembre de 2013
El trabajo de Mercier se puede definir como “un cruce incierto, entre el proyecto de las Vanguardias de imbuir el objeto artístico dentro de su valor práctico, y el gesto duchampiano de dar un valor simbólico al objeto de uso cotidiano. Mercier está continuamente redefiniendo las formas de producción de los objetos y de sus aledaños, dentro de los presupuestos del mundo del arte.
A medio camino entre lo natural y lo artificial, la escultura y el readymade, la ciencia y la ilusión, Mercier juega con nuestro sistema de representación, proponiéndonos examinar nuestras conexiones con la realidad y en particular lo que pasa en las áreas de intersección en esa relación.
Como bien nos explica Marie Chênel “en la serie Scans, lo orgánico se yuxtapone a lo mecánico en una confrontación brutal: diferentes elementos- polvo, tierra, flores – son colocados horizontalmente en el mismo vidrio de un scanner de alta eficiencia. El aparato de reproducción copia su propio fondo, el cual se convierte tanto en el contexto de la obra, como en la revelación de su proceso de producción. Formatos, perspectivas, luz: los reflejos tradicionales del análisis pictórico no están muy lejos ya que todos los objetos reproducidos, deliberadamente escogidos por sus vínculos con los grandes temas de la historia del arte, refieren inmediatamente a los géneros de la naturaleza muerta y la vanitas, la figuración y la abstracción”
A esta lógica de confrontación responde el sistema de relaciones que subyace en Sublimations, el nombre de la pieza que nos recibe a la entrada, en la que aparece incrustado una escala cromática sobre un pedestal blanco de corian al que se le adjunta a su vez un objeto de la vida cotidiana, una pequeña chimenea de etanol. Las ecuación así establecida juega en la frontera de la disciplina científica y estética, entre la realidad y la abstracción, formando un «puzzle visual» del que admiramos tanto el funcionamiento autónomo como la coherencia global.
Estas obras son particularmente reveladoras de cómo Mathieu Mercier trabaja por asociación de ideas y recortes visuales, junto a su profunda atracción por la capacidad de síntesis final de la obra de arte. La importante presencia de diferentes herramientas de medición relacionadas con la percepción, los trastornos ópticos causados por las fotografías Sin Título (Vasos 1 a 5) y el sutil juego de equilibrio en apariencia precario en la pieza Sin Título 2001-2012, contribuyen a ubicar la muestra en su conjunto bajo el signo de una ilusión controlada, y de una reflexión sobre el significado que puede derivarse de la brecha entre la imagen mental y la percepción de la realidad.
Ganador del Premio Marcel Duchamp en 2003, ha tenido numerosas individuales en Francia y en el extranjero. En 2007 el Musée d’art moderne de la Ville de Paris realizó su primera exposición retrospectiva titulada: Obras sin título, 1993-2007. Recientemente a expuesto en la Fundacion Enterprise Ricard de Paris y el en Centro Le Credac de Ivry-sur-Seine
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