#MAKMAEntrevistas | Reflexionar la pandemia. Cultura vs coronavirus
Viernes 13 de marzo de 2020
Mientras COVID-19 se expande, sus consecuencias nos trastornan y dibujan un estado de alarma sanitaria sin precedentes. Miedo, desconcierto, incredulidad, impotencia, escepticismo, manipulación y otros conceptos sobrevuelan nuestro horizonte personal y profesional. “Responsabilidad cívica” y “recesión económica” resuenan en un inquietante equilibrio que afecta, de un modo progresivo, al ámbito social, cultural, económico y político. En definitiva, vital.
Ante el presente e incierto panorama, desde MAKMA (y mediante frías solicitudes telemáticas) hemos invitado a difundir su testimonio a una heterogénea nómina de personas implicadas profesionalmente en el área de las artes visuales, escénicas, literarias, cinematográficas, universitarias y políticas, procurando respuesta a diversas cuestiones que nos ofrecen una interesante y lúcida reflexión acerca de cómo aquellas personas que vivimos y participamos de la cultura afrontamos la presente pandemia.
1) ¿Dónde y en qué
situación te encuentras?
2) ¿Cómo te imaginas el escenario
inmediato y cuáles serían, a tu juicio, las consecuencias a medio y
largo plazo en lo social, cultural, económico y político?
3) En
caso de confinamiento, voluntario o forzoso, ¿de qué modo prevés
afrontar tu aislamiento? ¿Qué lecturas y/u otras actividades
llevarías a cabo?
4) Comentarios y conclusiones.
ADA DEL MORAL (ESCRITORA Y PERIODISTA | TÁNGER)
1) En Marruecos, ¡sin poder salir!
2) Creo que vamos a estar así un tiempecito. Y, económicamente, como no se frene la cosa, las consecuencias no seran muy sostenibles. Me preocupa la alarma social y el no saber el alcance real de esta pandemia.
3) Espero no llegar al aislamiento. Pero me imagino que en casa con mi novio y el perro y salendo a comprar lo mínimo, huyendo del gentío. Si pudiera cruzar a España iríamos a Palencia con mi gato y mi poni, que allí tengo jardín. Voy a aprovechar para terminar mi tesis y mi libro y leer todo lo que tengo pendiente: los cuentos de Katerine Briggs, ‘Apegos feroces’, ‘Hotel California’, la biografía de Victor Hugo, de André Maurois…, cocinar, escribir, cuidar bichos y animales, embarazarme.
4) Me preocupa el pánico social. Me asquean las actitudes de los políticos de todo signo. Me fastidia el cierre de los teatros, la cancelación de las ferias, el destino de los viejos, la duración y el impacto, que tantos vagos estén, de momento, tranquilos ante la idea de no dar palo al agua, y los trabajos que puede estar perdiendo la gente válida.
ALBERTO GÓMEZ FONT (ESCRITOR, LINGÜISTA Y BARMAN | MADRID)
1) En mi domicilio principal (en Madrid), con mi hija, su madre (y viene a trabajar la asistenta). Todos bien. Vida muy normal.
2) Imagino varias semanas de parón casi absoluto y después una lenta vuelta a la normalidad. Los daños económicos (fundamentalmente para el sector servicios) serán muy fuertes. No veo, en cambio, que vaya a haber consecuencias en el cultural ni en lo político.
3) Escuchar música, conversar con los amigos por teléfono y por otros canales y seguir sumergido en mis lecturas tangerinas.
4) Solo echaré de menos mis cervecitas en el bar del barrio…
ÁNGEL DE LA CALLE (ILUSTRADOR, AUTOR DE CÓMICS Y DIRECTOR DE CONTENIDOS DE LA SEMANA NEGRA DE GIJÓN | GIJÓN)
1) Estoy en un autobús, hacia una cita de trabajo.
2) El escenario inmediato es el que veo, cola en el Mercadona. La gente cagada, porque no hacen más que comprar papel WC. A largo plazo no sé, a corto supresión de toda actividad cultural, festiva y de ocio comunitaria.
3) Tengo bastantes libros en papel sin leer o releer para lo que me quede de vida. Y, por suerte, piratear series y pelis es uno de los bienes fundamentales en España (je, je).
4) ¡¡¡Ay, si esto fuese el final del capitalismo, qué bonito hubiese sido!!!
CALO CARRATALÁ (ARTISTA | VALÈNCIA)
1) Hoy he estado todo el día trabajando y, en estos momentos, escuchando las noticias, que anuncian medidas resctrictivas en cuanto a movimientos.
2) Me estoy planteando pasar por la tienda de materiales de Bellas Artes para reponer algunos materiales ya escasos en mi taller; no me haría ninguna gracia quedarme sin poder trabajar estos días. También espero poder ir a mi estudio a diario a trabajar y cuidar de mis gallinas. Con respecto a la comida no soy tan exigente como la locura de mis conciudadanos demuestra, así que espero no dar empujones en los supermercados.
3) Intentaré que mi actividad se parezca a la de cualquier día normal y disfrutar de la oportunidad de pasar más horas en casa con la familia –lo que puede ser un buen momento para disfrutar y compartir confidencias–, ya que siempre es poco el tiempo que tenemos habitualmente –apenas unas horas por la noche–.
4) Mi deseo es seguir viviendo y hacer una vida de lo más normal, intentando compartir y disfrutar de cada momento que tenemos en este universo.
EMILIO GALLEGO (ARTISTA | REQUENA, VALÈNCIA)
1) Me encuentro bien y tranquilo, en casa, donde tengo el taller y el estudio, por lo que no altera en exceso mis rutinas habituales, si bien a partir de hoy los niños no tendrán colegio y tendremos que organizarnos.
2) El escenario inmediato lo veo con preocupación; esto va empeorar, según parece, y hay que atender disciplinadamente las recomendaciones. En cuanto a las consecuencias, parece obvio que se nos viene encima una crisis económica, cuyas consecuencias van a depender de la duración de esta crisis sanitaria. Como siempre, el primer sector afectado es el cultural y artístico, que parece más prescindible en cuanto a supervivencia pura y dura, algo que viene a agravar la ya de por sí situación precaria del sector de las artes visuales, que es en el que me muevo. Las consecuencias a medio y largo plazo creo que dependen, por un lado, de cómo altere la convivencia y si esto nos hace más o menos empáticos y solidarios. Por otro lado, siempre hay que temer que los poderes económicos aprovechen para dar un giro restrictivo en las políticas sociales, pero también en la sombra que se proyecta sobre la cultura, cada vez más espectacularizada, como modo de neutralizar su capacidad de cuestionamiento social. Me preocupa y mucho esto.
3) Como he comentado, debido a que en casa tengo la posibilidad de seguir trabajando, me va a afectar moderadamente el confinamiento, que es voluntario de momento, ya que ni en casa ni alrededor hay ningún caso de coronavirus. La familia estamos siguiendo las indicaciones generales en cuanto a restringir el contacto directo con personas y demás. Tengo una buena reserva de libros y películas para ver, pero no creo que disponga de mucho más tiempo del habitual, así que aún seguiré necesitando un par de vidas más para agotar esa reserva…
4) Ojalá que pase pronto, que la gente sea capaz de tomar las medidas adecuadas, por ellos y por todos. Que no entremos en pánico y que si se acaba el papel higiénico siempre quedará el bidé. ¡Ah!, y una cosa más, mi más sincero agradecimiento a los profesionales de la salud pública, ¡verdaderos héroes de esta situación!
ESPIDO FREIRE (ESCRITORA | MADRID)
1) Estoy en mi casa, en Madrid, confinada de manera voluntaria para evitar la propagación del coronavirus.
2) Es imposible de imaginar ni de prever. Ni siquiera hemos llegado al peor pico de la epidemia. Podremos evaluarlo más adelante.
3) Se parece en gran medida a los días de trabajo en casa sin confinamiento: lectura, escritura, tareas pendientes. Por suerte, no está siendo en absoluto un cambio de hábitos ni un sacrificio para mí. Para quienes sí lo es, estoy recomendando libros y enlaces culturales en las redes sociales, y planeo algo un poco más complejo para cuando se prolongue la situación.
4) Ánimo para todos, y por favor, mucha precaución. Es momento de salvar vidas, lo demás vendrá después.
ISAURA NAVARRO (SECRETARIA AUTÓNOMICA DE SALUD PÚBLICA Y SISTEMA SANITARIO PÚBLICO DE LA GENERALITAT VALENCIANA | VALÈNCIA)
1) Estoy en mi casa, confinada esperando que vengan a hacerme la prueba porque la directora general de Salud Pública ha dado positivo, y como llevamos trabajando codo con codo para hacer frente a esta pandemia, hay riesgo, soy persona de contacto; además, tengo tos y dolor de cabeza.
Ahora trabajando vía telemática, con Whatsapp, llamadas, como mucha más gente. Me encuentro bien, menos la tos y el dolor de cabeza, aunque en espera de resultados.
2) Los efectos económicos y sociales están encima de la mesa. El gobierno debería adoptar más medidas de las que ha adoptado, que son absolutamente insuficientes y poco realistas en cuanto al impacto económico que va a tener una paralización absoluta de la vida productiva y de la vida social.
Creo que las medidas han de ser mas valientes por parte del Estado. Se debe proponer a las Comunidades Autónomas que vayan más allá de lo que se ha ido hasta ahora. Porque es cierto que la mayoría están controladas, pero en Madrid hay más descontrol, y como no se les ha ordenado que se queden en sus casas (como es la recomendación lógica), se están yendo a su segunda residencia a la costa y, por ello, se expande el virus de una manera acelerada. Las medidas a adoptar entiendo que deben ser más drásticas, de mayor cierre, porque la gente lo está viviendo con incertidumbre.
Ayer hubo una comparecencia del presidente del Gobierno donde se anunciaron un serie de medidas, pero desde mi punto de vista, y dado lo ocurrido en otros paises –Francia tomó medidas más pronto e Italia más drásticas y, por supuesto, sabemos el caso de China–, entiendo que ya urge que se adopten decisiones más radicales para parar esto o reducir su impacto, porque, aunque detenerlo es difícil, hemos de contenerlo y tener el mayor control de la situación.
3) ‘L,últim dels valencians’, de Guillermo Colomer, será mi próxima lectura en cuanto pueda, ya que estoy trabajando desde casa.
JAVIER RIOYO (ESCRITOR, PERIODISTA Y DIRECTOR DEL INSTITUTO CERVANTES DE TÁNGER | TÁNGER, MARRUECOS)
1) En Tánger, mirando la costa española desde la terraza. No con aquella sensación de urgencia que se veía en Casablanca película –que siempre fue Tánger–, sino con una inquietud por los que quiero.
2) El escenario cambia cada hora, no quiero ser ni seré apocalíptico, pero los vientos son mucho peores que ese del Levante que de vez en cuando nos aturde y calienta.
3) Me gusta aislarme con mis libros, mis películas y mis cercanos. Ahora termino el mejor del año, ‘El infinito en un junco’, de Irene Vallejo, y me esperan unos cuantos clásicos.
4) Quiero que mi aislamiento y mi manera de ver mi país desde la terraza sean algo voluntario y corto. ¡A la mierda el virus!
JAVIER VALENZUELA (ESCRITOR Y PERIODISTA | MADRID)
1) El coronavirus no ha alterado demasiado mi vida, pero es que mi vida no es de las más habituales. Como antes de su aparición, paso la mayor parte del día en mi casa de Madrid, leyendo y escribiendo. Es lo que hago desde hace décadas: trabajar a distancia. Mi casa, estuviera en Beirut, Rabat, París, Washington o Madrid, o fuera la habitación de un hotel en decenas de otros lugares, siempre ha sido también un lugar de trabajo. El lugar desde el que escribía y desde el que enviaba a la redacción mis artículos, crónicas, reportajes o columnas, o a la editorial los manuscritos de mis libros. Como siempre, salgo a pasear un par de veces al día durante treinta o cuarenta minutos. Y como siempre, sin entrar necesariamente en bares o comercios. Así que, de momento, los principales cambios que siento son que me han cerrado el gimnasio –donde iba dos o tres veces a la semana-, y cancelado reuniones amistosas y actos públicos.
2) Me temo que la recesión provocada tanto por el miedo al coronavirus como por las medidas adoptadas para combatirlo va a ser brutal, tan brutal como la de 2008. Y me temo que la vamos a pagar los de siempre. Con despidos masivos, congelaciones o reducciones de salarios, recortes de prestaciones sociales. Deberíamos aprovechar esta crisis para ajustar determinados aspectos del modo de vida mayoritario. Por ejemplo, para no ir tan acelerados, para ser menos consumistas, para efectuar menos viajes caprichosos que son altamente contaminantes (lo de pasar un fin de semana en una ciudad extranjera porque el vuelo es barato), para devolver las fiestas populares (Fallas y demás) a unas proporciones más razonables, para celebrar menos eventos completamente prescindibles, para intentar tener un país más autosuficiente energética e industrialmente, para valorar y fortalecer el sistema sanitario público, para desarrollar más el teletrabajo y reducir el presencial… Pero intuyo que no lo vamos a hacer. Intuyo que la única consecuencia de esta crisis va a ser una tremenda recesión económica que paguen las clases populares.
3) Aunque ahora vaya a tener que pasar más tiempo en casa, dedicaré mi tiempo libre en ella a lo de siempre: leer y ver algunas películas y series interesantes. He dicho “algunas”, no “todas”. El consumo compulsivo de Netflix y similares también me parece enfermizo.
4) Hubiera sido maravilloso que la reacción popular a la extensión en España del coronavirus no hubiera sido solo el asalto a los supermercados para arramblar con el papel higiénico y las latas de atún. Hubiera sido maravilloso que también se hubiera producido un incremento de las ventas de libros, en librería u online, para pasar la cuarentena. Yo siempre he entendido la lectura de un libro como un viaje, pero creo que los que así lo hacemos somos una minoría cada vez más exigua. Supongo que el principal consumo cultural de esta crisis serán las series televisivas en plataformas de pago. Eso me apena, para qué voy a negarlo.
JESÚS PALACIOS (ESCRITOR Y CRÍTICO DE CINE | MADRID)
1) En Madrid, ciudad contagiada, metido en casa y después de que se hayan cancelado todos los compromisos laborales que tenía tanto fuera como dentro de la capital. Con buena salud, de momento, y capeando el temporal.
2) El escenario inmediato personal es muy negro: la cancelación de varios eventos en los que colaboro significa también pérdidas económicas de las que, como autónomo, dependo mes a mes, con lo que, a día de hoy, no sé cómo voy a poder hacer frente a mis pagos y necesidades más inmediatas. En lo general, creo que el panorama no pinta tampoco mucho mejor. La crisis económica y de confianza propiciará medidas restrictivas de todo tipo, la caída del estado de bienestar se afianzará y tendremos que lidiar con nuevas subidas de precios, cierres de pequeñas y medianas empresas y subidas impositivas. La vida, en especial para quienes trabajamos en temas culturales, se pondrá más complicada, pues en tiempos de tribulación lo que menos importa e interesa al estado (y a la mayoría de ciudadanos) es la cultura. Somos como Stallone, Schwartzenegger y Chuck Norris (quien ya tiene el Corona, por cierto): expendables. Libros, cine, revistas, cómics, literatura y todo lo que los rodea (ferias, festivales, salones, convenciones, etc.) caerán en picado, salvo que el estado haga un gran esfuerzo por respaldarlos. Y si lo hace, será para controlarlos y manipularlos, lo que dejará fuera de juego a quienes no sigan las directrices ideológicas del momento.
3) Como siempre: leyendo, viendo películas, escribiendo y practicando juegos perversos con mi pareja. Por suerte o por desgracia, con más de tres mil libros en cajas y estanterías y más de dos mil películas, no creo que me falte entretenimiento. Incluso puedo prescindir de la televisión (lo que ya suelo hacer en general). Las lecturas serían, como suele ser también el caso, literatura de horror, ciencia ficción distópica y castastrofista, apocalíptica clásica y moderna, crimen, novela negra, pornografía del siglo XX, cuentos infantiles y filósofos como Cioran, Schopenhauer, Zappfe o Nietzsche. O sea: como la vida misma.
4) Mi único comentario es, parafraseando las mejores y peores películas de catástrofes, de ‘Tiburón’ a ‘Redneck Zombies’, que gran parte de lo ocurrido se podría haber evitado, tanto a nivel global como nacional. Ver cómo el día 8 de marzo se manifestaban miles de personas con permiso del gobierno central y local, en el Día de la Mujer, a sabiendas (no de las posibilidades) de las certezas de contagio y multiplicación del virus, no ha hecho más que confirmar mis peores temores sobre la raza humana. Que hace cinco días se permitiera y animara a miles de mujeres a que se concentraran en el epicentro de la epidemia en España y hoy yo no pueda salir de mi casa, ni trabajar, es un dato más que confirma el egocentrismo suicida de una especie que quizá merezca la extinción.
JORDI A. CARBONELL (PROFESOR DE LA URV | TARRAGONA)
1) Desde el punto de vista de la salud me encuentro perfectamente. Como han cerrado la universidad, trabajo en mi casa mandando materiales y deberes a mis alumnos mediante el moodle. Salgo poco y no quedo con nadie. Espero que esta situación dure pocas semanas, ya que la clausura no va conmigo.
2) El escenario inmediato que imagino es el de confinamiento general de todo el país. Creo que las consecuencias que va a tener la epidemia serán nefastas a medio plazo y a todos los niveles. La economía se resentirá sustancialmente y no digamos la cultura. Muchos de los proyectos de este año no se llevarán a cabo y otros saldrán enormemente perjudicados.
3) En estos momentos ya estoy prácticamente confinado. El trabajo me mantiene ocupado y así el tiempo pasa más deprisa. También aprovecharé estos días para terminar unos artículos y para leer algunos libros que tenía pendientes. Si puedo, saldré de vez en cuando a pasear un poco por la playa, acompañado de mi mujer, para que me dé el aire y tomar un poco el sol.
4) Pienso que, aunque no nos guste, debemos seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias para superar este problema en el tiempo más breve posible.
LIDIA LÓPEZ (DIRECTORA DE LASTURA EDICIONES | MADRID)
1) Me encuentro en mi casa, donde tengo una pequeña oficina para trabajar. Intento estar en casa todo lo posible y seguir a rajatabla todas las recomendaciones. Apenas salgo para ir al almacén a preparar los pedidos y a la oficina de Correos.
2) No me atrevo a vaticinar las consecuencias en lo social, pero estoy segura de que esta crisis supondrá cambios en muchos aspectos sociales y económicos. Vamos a tener que hacer un examen de conciencia profundo como sociedad y nos daremos cuenta de todo en lo que hemos fallado; quizás pueda ser hasta una oportunidad para plantearnos hacer las cosas como sociedad de una manera diferente.
3) Intentaré cumplir un horario de trabajo regular durante estos días, aunque, evidentemente, hay una buena parte de mi labor que no puedo realizar, precisamente la que más me gusta: la del contacto con los/as autores/as y los/as lectores/as en las ferias del libro y las presentaciones. Aprovecharé para hacer algunas cosas para las que nunca me da tiempo en el día a día y las voy dejando: actualizaciones en la página web, volcado de datos en algunas plataformas, cambios en algunos diseños, etc. Y, claro, pensaré, pensaré mucho en cómo solucionar el parón económico que estos meses van a suponer para una editorial independiente como Lastura. Y en lo personal, espero poder aprovechar para leer alguno de esos libros imprescindibles para los que no se saca tiempo en el día a día.
MANUEL AGUILAR (ACTOR | MADRID)
1) En Madrid. Aquí la situación todavía es de aparente normalidad.
2) Catastrófico en todos los sentidos. En estos momentos lo único que siento es absoluta impotencia. Lógicamente, me interesa mi gremio y siempre que sucede cualquier calamidad los primeros afectados somos los desgraciados de los actores. Las noticias que llegan de la Unión de Actores son alarmantes. Se que es egoísta solo mencionar mi gremio, pero en estos crudos momentos es complejo explicar correctamente la situación que estamos viviendo.
3) Lectura, sobre todo.
4) Espero que el gobierno sepa conducir de forma inteligente y firme la situación de la crisis económica que se nos viene encima.
MARINA VICENTE (CODIRECTORA DE LA LIBRERÍA 80 MUNDOS Y DIRECTORA DE AGENCIA MANKELL | ALICANTE)
1) Actualmente en casa, de retiro social y espiritual. Vamos, sin síntomas y sin excusa para dejar de trabajar en el ordenador.
2) El escenario inmediato es de desastre. Desde el punto de vista de nuestro sector supone una parada económica brutal. Se van a ver muchas empresas culturales afectadas, pero no solo las empresas van a sufrir las consecuencias, también los artistas y creadores que viven de la participación en encuentros públicos. Y eso solo hablando del ámbito cultural, pero todo el sector servicios está sufriendo ya las consecuencias de esta situación. Esperemos que nuestro gobierno sepa cómo afrontar esto para que haga el menor daño posible a la salud y al empleo. No obstante, nosotros pondremos de nuestra parte cumpliendo con las recomendaciones de sanidad. Hay que frenar esto y tenemos que hacerlo entre todos.
3) Creando nuevas propuestas culturales para cuando salgamos de este parón. Leyendo todo lo que tengo pendiente (que no es poco) y viendo algunas series que me han recomendado.
4) Todo mi cariño a los afectados por el virus y… ¡ánimo a todos los autónomos!
MARISA GALLÉN (DISEÑADORA | VALÈNCIA)
1) En casa, leyendo… Estaba preparando una exposición y una conferencia para la semana del 22 de marzo y se ha cancelado; esta será una oportunidad para relajarme tras un período muy intenso.
2) Hemos de cumplir la cuarentena por responsabilidad cívica ya que solo así podremos reducir la transmisión del maldito coronavirus.
Todo palo tiene dos puntas: una será el impacto económico y social, que puede ser devastador para los ingresos y para la salud mental de muchas personas. La otra punta, la positiva, es que obligará a reflexionar sobre la importancia de lo público, de lo colectivo. Véase lo diferente que es afrontar una crisis sanitaria de este tipo cuando existe sanidad pública a cuando la cobertura es privada. ¿Es que solo tienen derecho a la atención médica los que poseen recursos económicos para pagar un seguro médico?
3) Voy a tratar de ver la cuarentena como algo no necesariamente negativo, sino como un período de tiempo diferente y una oportunidad de trabajar en casa sin el estrés del día a día. También me ocuparé de mi bienestar físico y mental, haciendo cosas que me gustan, como leer y hacer alguna escapada al aire libre, preferiblemente lejos de la ciudad.
Tengo varios libros a estrenar ya mismo:
‘Una teoría de la democracia compleja’, de Daniel Innenarity.
‘La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres’, de Siri Hustvedt.
‘Mujeres de la posguerra’, de Inmaculada de la Fuente.
4) El teléfono se convertirá en el aliado imprescindible para mantenerme en contacto con amigos, familiares y clientes.
MARISA GIMÉNEZ SOLER (GESTORA CULTURAL Y DIRECTORA DEL MUSEO DEL RUSO DE ALARCÓN (CUENCA) | VALÈNCIA)
1) Me encuentro en mi casa, en Valéncia, ya mentalizada para no salir en días o semanas.
2) Parece que estemos viviendo en una peli de ciencia ficción. No habíamos imaginado nunca una situación así. Esto va a suponer un antes y un después. Por supuesto que vendrá una crisis brutal y que el panorama geopolítico va a cambiar. Ante el desastre que se nos avecina, espero que sepamos sacar también algún aprendizaje. Que este parón sirva para valorar las razones importantes por las que vale la pena pasar por la vida. Esta bofetada a nuestra estupidez nos hace vulnerables y más sensibles para apreciar lo que tenemos o teníamos. Que lo que dábamos por hecho que estaba ahí, que libertades y derechos se tambaleen y que todo lo que nos rodea pueda cambiar en pocos días nos va a hacer replantearnos muchas cuestiones personales, sociales y políticas. Es un momento de concienciarnos más y asumir deberes.
3) Como es el primer día, lo llevo con filosofía. Yo no soy nada casera y se me va a hacer bastante largo, pero es lo menos que podemos hacer. Pienso en la gente que está dándolo todo (personal sanitario, por ejemplo) y los veo como superhéroes.
Durante este tiempo, mi idea es seguir trabajando desde casa, escribir dos textos para catálogos que tengo pendientes y leer. Seguiré con el segundo libro de Dani Cardona ‘Fractura de tibia y peroné’, ‘Alegría’, de Manuel Vilas y con ‘4321’, de Paul Auster. Otro libro que tengo en el montonet es una biografia sobre Patti Smith. La música también espero que me acompañe.
4) Ojalá podamos besar y abrazar pronto a padres, familia y amigos. Esto de las distancias se me hace muy raro.
MERY SALES (ARTISTA | VALÈNCIA)
1) A mi me pilla en el taller, pintando; preparando una exposición prevista para la temporada mayo-septiembre.
2) Me cuesta tener una previsión, pero, lamentablemente, afectará, sobre todo, a las personas más vulnerables… Por mi parte, suscribo la maravillosa canción mensaje de Jorge Drexler, ‘Codo con codo’. Pienso en los afectados, los enfermos, los que tienen más dificultad para salir adelante en su día a día. Confío, sobre todo como sociedad, en su naturaleza solidaria en situaciones límite; espero que seamos capaces de estar a la altura, cada cual desde su lugar, y que tengamos perspectiva altruista.
3) Mi aislamiento, con lecturas y actividades hogareñas, espero que me ayude a encontrar silencio interior para escuchar aquello que va encaminado en esta dirección y saber actuar de la mejor forma ante las dificultades que vayan viniendo. Y mantener un contacto afectivo cotidiano, aunque sea desde la distancia, con quienes me puedan necesitar.
4) Estamos al principio de un proceso largo. Para poder reflexionar bien sobre este recién iniciado “estado de alarma” necesitamos tiempo y, precisamente, esto es lo que vamos a tener… Espero que sepamos aprovecharlo y superarnos como “sociedad resiliente”.
PACO CAPARRÓS (ARTISTA Y GESTOR CULTURAL | RIBA-ROJA, VALÈNCIA)
2) Lo que creo desde hace algunos meses es que estamos ante una metamorfosis social. Era de esperar un acontecimiento especialmente singular como lo que acontece. Es la antiglobalización. Veremos, en breve, una deslocalización de empresas tanto americanas como europeas en China, y nada mejor que el miedo como bálsamo y justificación del cambio de rumbo de los paises…
3) Pues en casa leyendo, viendo cine, escribiendo, afinando proyectos, dibujando, haciendo fotos del nuevo trabajo, ordenando los archivos del servidor, y reflexionando… Además de arreglar el jardín, y cocinar en familia… Un buen plan, ¿verdad…?
RAFA GARRIGÓS (ESCENÓGRAFO | MADRID)
1) Estoy en Madrid, en casa, tirando de mi padre supermayor.
2) Pues ni idea, pero se restringirán las reuniones y la libertad de moverse.
3) Con mi padre ya llevo una vida de monja luterana, así que me dedicaré a mi vida de sirvienta ponelavadoras y planchadora y cambia pañales. Sobre cómo cultivarme, haré lo que pueda, porque llevo meses en el marasmo intelectual: Internet, Spotify, YouTube, Pornhub…
4) Esto es la ‘teoría del shock’, controlar a la población a través del pánico y justificar la neorrecesión y redundar en el capitalismo salvaje.
ROMINA SÁNCHEZ (ACTRIZ | MADRID)
1) Estoy en Madrid, en el epicentro de la crisis. Por ahora he llevado una vida normal, pero dado el elevado número de contagios, y por mi vulnerabilidad debido a que soy asmática, por recomendación de mi neumóloga he decidido no ir a trabajar para evitar una hora de transporte público, así como ir a clases colectivas, etc.
2) En estas próximas semanas, me imagino un panorama bastante oscuro, lo más seguro es que cierren Madrid, se cree un estado de alarma… Si la gente no se queda en sus casas, no parará de subir el pico de expansión de la epidemia, por lo que nos podemos ver en una situación similar a la de Italia.
Ya se entán viendo las consecuencias, todo paralizado, teatros, museos, festivales, conciertos, etc., suspendidos… Si la propagación del virus no se para y las medidas extremas se extienden en el tiempo, tendremos una crisis peor que la de 2008.
3) La verdad es que no me importa en absoluto pasarme unos días en casa, ¡¡¡hay tanto que se puede hacer!!! Pienso descansar, leer, escuchar música, tocar el piano, cantar, conversar con mi compañera, jugar con mi perro, planificar el proyecto de mi obra, etc… Ahora tendré más tiempo para cosas importantes.
SARA JOUDI (DIRECTORA DE SHIRAS GALERÍA | VALÈNCIA)
1) Después de un mes de febrero sin parar lleno de ferias en diversos lugares, nos encontramos, en primer lugar, sorprendidos. Madrid es el último destino en el que hemos estado, participando en la feria Art Madrid 2020. Tras dos semanas de trabajo, de repente, nos hemos encontrado con un cambio radical del que todos debemos concienciarnos y poner de nuestra parte para poder volver lo antes posible a retomar la normalidad.
2) En el escenario inmediato, debido a las circunstancias actuales, nos hemos visto obligados a cerrar las puertas de la galería, así como aplazar los eventos programados. Es un escenario preocupante en el ámbito de salud, desembocando en grandes problemas para el panorama cultural, así como especialmente para el económico, algo que ya se está viendo reflejado.
Respecto a la cultura, nuestro sector es el ámbito más vulnerable y el cual podría verse muy afectado y perjudicado en estas situaciones. Véase, por ejemplo, la crisis económica previa. Es por ello por lo que esperamos contar con futuro apoyo de las administraciones públicas. Volver a la normalidad es el objetivo principal y, para ello, todos debemos colaborar para conseguir salir de esta situación.
3) Creo que ante este tipo de situaciones debemos parar y reflexionar. La calma y la paciencia es lo que más debemos potenciar estos días. Además, considero que es un buen momento para pensar en cómo hemos llegado a esta situación, cómo poder superarla y cómo aprender de ella para que estas circunstancias no se vuelvan a repetir en un futuro.
En lo referente a la galería y nuestro espacio, ante la situación y recomendaciones sanitarias, la mejor opción es cerrar las puertas de la galería, ya que gran parte de nuestro trabajo se basa en el trato personal con nuestros clientes. No obstante, para sobrellevar la situación, continuaremos trabajando vía online a través del e-mail y mantendremos informado a nuestro público a través de nuestra página web www.shirasgaleria.es y nuestras redes sociales. ¡Seguir trabajando es la clave fundamental para superar esta situación!
Un buen libro siempre es bienvenido. Ante la falta de tiempo con el trabajo, también se agradece un pequeño parón para comenzar nuevas lecturas pendientes. Aquellos que nos dedicamos al arte y la cultura siempre tenemos un gran listado de libros por acabar.
Además, un amigo coleccionista me ha recomendado la idea de hacer visitas virtuales por algunos de los museos más destacados del panorama mundial como el Metropolitan, El British Museum, National Gallery Art of Washington, El Louvre, El Prado y los Museos Vaticanos, entre otros.
En fin, un parón siempre viene bien, aunque mejor si fuera en otras circunstancias.
El apoyo de la familia y las amistades son necesarios para sobrellevar mejor este tipo de circunstancias.
SEBASTIÁN NICOLAU (ARTISTA | VALÈNCIA)
1) En Valéncia, atento a las noticias y tratando de salir lo imprescindible para evitar recibir o transportar el desagradable pasajero, polizón invisible.
2) El escenario ya no hace falta imaginarlo, lo estamos viviendo entre la serenidad y el miedo colectivo. En cuanto a la repercusión sobre cualquier actividad en cualquier ámbito creo que será devastadora a corto plazo y con una recuperación incierta, dependiendo de la duración de esta crisis que, de sanitaria, se ha convertido en sistémica en cuestión de días.
3) No es fácil contestar. Escuchar música, leer o hacer cualquier actividad creativa necesita de cierta atención y, llegado el caso de una situación más extrema, que esperemos no llegue, esa tranquilidad mental desaparece. Tal vez, recuperar cine o series interesantes en TV ayude a distraer y pasar el tiempo más fácilmente.
4) Mantenernos informados y valorar el hecho de que el verdadero peligro no parece ser tanto el propio virus como el que su contagio se produzca de manera multiplicada al mismo tiempo, lo que impediría su atención hospitalaria. Su ralentización parece ser la mejor vacuna y para eso la conciencia colectiva es indispensable.
SOLIMÁN LÓPEZ (ARTISTA | PARÍS)
1) Actualmente, me encuentro en París por fuerza mayor. Resido aquí, pero el domingo tenía previsto mi viaje a Colombia para presentar la obra ‘CELESTE’ en el marco de la Muestra de Cine Español en Bogotá, Cali y Medellín. Los eventos se han cancelado, incluidas mis instalaciones, masterclass, reuniones y charlas. Estamos tratando de continuar con el proyecto de manera online, pero hay algo que irremediablemente se ha perdido y el trato personal con otros profesionales y gente que había hecho un esfuerzo enorme por tenerme en su programa.
2) El escenario inmediato es el pánico. El empoderamiento de los medios de comunicación es un arma superpeligrosa. Ahora mismo, ellos tienen el poder para hacer y deshacer. Es el momento donde la responsabilidad mediática debe salir a la luz. En este sentido, le tengo más miedo a esto que al propio virus.
Las consecuencias a medio y largo plazo son, por una parte, conceptualmente positivas, así como medioambientalmente magníficas, pero sin duda desde el punto de vista económico, tanto micro como macro, el sistema puede venirse abajo.
Políticamente es el momento de la creatividad. Esa palabra, que tanto de menos hemos echado estos años respecto a la política, esperemos que salga a flote. Se dice que en tiempos de crisis se agudiza el ingenio.Temo también a los oportunistas y a los egoístas. Esos que van al supermercado a asegurarse comida para años, sin pensar en que pueden dejar sin nada a otros, por ejemplo. El gran síntoma de nuestro tiempo.
Es el momento de la inteligencia colectiva, más que el de la ambición individual.
Respecto a la cultura, estos días me he preguntado cuál sería el papel del arte y de los artistas en el momento del caos final, y la verdad que me han venido muchas dudas a la mente. Es, sin duda, un buen momento para reflexionar y poner de nuevo muchas cosas en orden. La intelectualidad en estos momentos es una potentísima herramienta de control social, ya que mesura, conciencia y justifica las acciones más drásticas. Es el momento de identificar otros marcos teóricos que no tengan que ver con la presunción religiosa.
Económicamente creo que tomaremos conciencia del producto local y cercano como estrategia de supervivencia y, por supuesto, volveremos a algunas prácticas antiguas. No digo que volvamos al trueque, pero imaginando el colapso total, sería posible.
3) Creo que el aislamiento ya está creado. El perímetro personal se ha reducido y se han abierto barreras virtuales entre nosotros, conocidos y desconocidos. Pasará mucho tiempo para que esta barrera caiga y nos miremos directamente. En el caso de un toque de queda generalizado, creo que haré todo aquello que nunca he podido hacer por otros compromisos externos. Aprender algún idioma, por ejemplo, seguir formándome, experimentar con mis ideas y, en la medida de lo posible, pasar el mayor tiempo posible con mis seres queridos.
4) En este momento las estructuras digitales adquieren una fuerza mayor en nuestro sistema social de comunicación y estrategias. Más que un comentario, lanzo una pregunta: ¿Es la realidad virtual la respuesta a nuestro tiempo?
XIMO ROCHERA (ESCRITOR Y EDITOR DE CANIBAAL Y REVISTA 491 | VALÈNCIA)
1) ¿Que cómo estoy? Estoy jodido, porque ahora mismo estaríamos yendo al aeropuerto para viajar a Japón a celebrar el 18 cumpleaños de mi hijo Saúl. Un viaje programado hace meses y anulado ayer mismo.
2) El escenario inmediato va a ser de caos, porque creo que el género humano es caótico; no hace falta más que ir a los supermercados y ver que todas las estanterías están vacías.
Hace poco hablaba con Arístides Rosell y él definía que, en realidad, esta es una situación de guerra (la Tercera Guerra Mundial), pero sin tanques ni balas. Estoy de acuerdo con él.
3) Leería por la noche, como todos los días, y adelantaría todos los trabajos editoriales pendientes, que con la reciente reforma de mi casa no he dado rienda suelta a mis dedicaciones literarias, y solo me he dedicado a ser albañil.
4) No deja de ser mas que una expresión de cómo está la humanidad hoy en día, no solo de sometida y desnortada y de falta de interés por tener juicio propio. El único que respira a gusto (y eso es un placer decirlo) es el planeta, que dice: “Por fin los humanos han parado (je, je, je)”.
Merche Medina
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