Cátedra de Investigación Luis García Berlanga
Primer Acto de Conmemoración del Año Berlanga
Proyección de ‘Vivan los novios’, de Luis García Berlanga
Coloquio posterior con Elvira Canós, Carolina Hermida y Begoña Siles
Universidad CEU – Cardenal Herrera
Lluís Vives 1, Alfara del Patriarca (València)
Miércoles 3 de marzo de 2021, a las 15:30
“Mire. Comprende. ¿Comprende por qué no quería que trajese usted la tarta? ¡Está muerta, desde anoche y ellos la han dejado aquí con hielos y me han casado, me han hecho ir al banquete y hasta bailar!”, exclama desesperado Leonardo (José Luis López Vázquez), el personaje principal en ‘Vivan los Novios!’. “Era el vals. Cálmate Leo”, contesta apática Loli (Laly Soldevila), su mujer en la película.
Este diálogo de los protagonistas de ‘¡Vivan los novios!’ (1969) representa de manera esperpéntica y humor negro la discordia entre los sexos en el cine de Berlanga. Discordia de la que se tratará en el cinefórum ‘El universo femenino en la obra del director Luis García Berlanga’, que tendrá lugar en la Universidad CEU – Cardenal Herrera.
En su cine, desde ‘Esa pareja feliz’ (1951) hasta ‘París-Tombuctú’ (1999), pasando por la trilogía de la mujer, conformada por ‘La boutique’ (1967), la citada ‘¡Vivan los novios!’ (1969) y ‘Tamaño Natural’ (1973), muestra cómo los deseos e intereses masculinos y femeninos están en constante desavenencia.
Las contrariedades entre los personajes masculinos y femeninos en el cine de Berlanga configuran esa estructura narrativa, conocida como el “arco berlanguiano”, que impide que el protagonista lleve a cabo su proyecto de futuro, no alcance el bienestar deseado, ni la libertad personal anhelada.
El propio director señala que “el protagonista no puede alcanzar su meta; la sociedad le tiende sinuosamente las trampas suficientes para que el sueño, individual o colectivo, llegue a realizarse”. De ese modo, las películas de Berlanga son “crónicas de un fracaso”, sobre todo de los personajes masculinos, que se ven abocados a una patética e insatisfactoria existencia.
Una de las trampas, de las que habla Berlanga, que imposibilita al protagonista realizar su sueño, alcanzar la libertad y el bienestar personal, es la mujer. Mujer que es representada como el personaje que cercena, castra los deseos y los sueños del hombre. Ahora bien, para que ello ocurra, el hombre, el personaje masculino, es presentado como un ser débil, sumiso, miserable, que deja que las mujeres le dominen por propia comodidad e interés.
Si el diálogo de ‘¡Vivan los novios!’, citado al inicio, refleja la posición sumisa del hombre ante el deseo femenino, el último plano de esta misma película, ese cortejo fúnebre, representa la imagen de la mujer en el cine Berlanga como devoradora del deseo masculino.
Cabe recordar, para concluir, la opinión sobre las mujeres recogida por el escritor Antonio Gómez Rufo en la biografía oficial ‘Berlanga. Contra el poder y la gloria’: “Berlanga confiesa tener un terror vaginal a las mujeres: el universo femenino le da pavor, le estremece. Nadie le quitará nunca de la cabeza que la mujer es un ser superior, tanto biológica, como intelectualmente, y para referirse a ellas utiliza siempre el mismo adjetivo, indestructibles. Las mujeres son odiosas en tanto en cuanto sobreviven siempre a los hombres”.
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