Op & Cinetic Art Then and Now, de Victor Vasarely, Carlos Cruz-Díez, Julio Le Parc, Eusebio Sempere, José María Yturralde, Eon Seon Kim y Cristina Ghetti.
Galería Punto
Avda Barón de Carcer, 37. Valencia
Lunes a sábado de 10:30 a 13:30 / 17:30 a 20:00
Hasta el 18 de Noviembre
La Galería Punto de Valencia acoge una especial muestra en la que el arte juega un papel tan protagonista como el visitante que lo contempla. La exposición multidisciplinar “OP & CINETIC ART THEN and NOW”, dedicada al arte cinético y óptico, recupera el espíritu de la legendaria exposición realizada en el MOMA de Nueva York ,‘The responsive eye’, que tanta repercusión tuvo en la década de los 60. Un viaje en el tiempo donde la forma, la luz, el color y la energía dan vida a misteriosas ilusiones ópticas y atmósferas futuristas que se encogen, se ondulan y evolucionan ante nuestros ojos. De la mano de los grandes artistas que participaron en la legendaria exposición de 1957, así como quienes han seguido su estela creativa, el visitante se embarca en una aventura dinámica y cambiante a través del tiempo.
Transformación, energía, ciencia, fluir… son elementos que pueden encontrarse en cada rincón de esta muestra. ¿Cómo se consigue que una obra parezca viva y cambiante? Desde tiempos inmemoriales, el artista ha deseado capturar el movimiento en su obra. Romper la frontera del papel, el lienzo o la piedra, para aprehender un momento único y que éste siga fluyendo y sorprendiendo a quien la mira. Este ideal tiene su máximo exponente en el arte óptico de los años 60, que influyó en todos los aspectos culturales de la época dejando a un lado el estatismo y la pasividad para acercarse al espíritu inquieto de las sociedades industrializadas de nuestro tiempo.
Incansables espirales, figuras imposibles, obras que se retuercen, colores vibrantes… En la Galería Punto, el visitante se encuentra ante una corriente que se basa, mayoritariamente, en la geometría matemática como medio para expresar el movimiento – real o ilusorio- de las obras. El cientismo logra capturar la velocidad, la luz o la transformación de las grandes ciudades a través de ilusiones ópticas, en obras que cambian de aspecto según el punto desde el que se contemplen o la luz que las alumbre. El movimiento se convierte así en la cuarta dimensión del Arte, y el espectador necesita una actitud activa para descubrirla.
Para ello, la exposición cuenta con obras de los artistas que figuraron en la mítica exposición del MOMA en 1957. Vasarely (Hungría, 1906) fue uno de los principales genios de ‘The responsive eye’, influido por la ciencia moderna y la naturaleza. En la galería valenciana se presenta el óleo Kelta realizado en 1980, así como obra gráfica original. Por su parte, el venezolano Carlos Cruz-Díez (Caracas, 1923) y Julio Le Parc (Argentina, 1928) investigan con el color y su incidencia en el espectador, experimentando con los efectos visuales que causan la repetición de formas y detalles cromáticos en la retina. Este segundo artista, además, se zambulló en la creación de obras tridimensionales empleando líquidos fluorescentes, hilos de nylon o elementos que se agitan y envuelven al espectador.
El español Eusebio Sempere (Onil-Alicante, 1923) es el gran representante del cientismo español. Apuesta por la luz, la geometría y mecanismos para evocar sus propias sensaciones ante la naturaleza, la ciencia y su país. En otras ocasiones, para él lo más importante es la geometría y el alma matemática del movimiento cientista. En la Galería Punto se puede observar su tabla “Ocho rectángulos en un círculo”, de 1970, donde el espectador puede apreciar los valores cromáticos del dorado, y la tensa relación entre la luz, la forma y el plano. Por otro lado, José María Yturralde (Cuenca, 1942) añade el sabor valenciano a la muestra con su abstracción geométrica, sus figuras imposibles y los colores fluorescentes.
Otra representante del arte óptico valenciano es la diseñadora multidisciplinar Cristina Ghetti, que a pesar de haber nacido en Buenos Aires reside en esta ciudad desde 1995. Ella aporta un toque novedoso al movimiento cinético, con figuras vivas y ondulantes que eliminan la severidad asociada a la geometría para convertirla en un maremágnum de color y formas que harán sentir al visitante como si estuviera observando un vórtice en continuo movimiento.
El contrapunto a la cultura puramente occidental lo pone Eok Seon Kim (Seúl, 1963). Sus orígenes aportan a su obra una espiritualidad asiática que se funde con el carácter europeo, y su obra resulta asceta por su ausencia de tonalidades estridentes y el predominio del blanco más puro. Su juego con luces y sombras entreteje figuras geométricas y secretos, así como sus vivencias personales, que supondrán un desafío para el ojo del espectador.
La guinda de la exposición resulta ser una pieza de vídeo que, de nuevo, nos devuelve a la mítica exposición neoyorkina del MOMA, ‘The responsive eye’, donde este movimiento alcanzó su punto álgido. Cristina Ghetti reflexiona -a través del documento audiovisual capturado por Brian de Palma en la muestra de 1957- acerca de la actitud del espectador hacia el arte de las ilusiones ópticas y su viaje al futuro mediante unas obras tan enigmáticas y misteriosas como estas.
Beatriz Vera
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