#MAKMAArte
‘Deconstruyendo la abstracción. Pintura valenciana (1970-2024)
Comisariado: Felisa Martínez
Listado de artistas: Alberto Adsuara, Elena Aguilera, Uiso Alemany, Rosana Antolí, Toño Barreiro, Sergio Barrera, Paco Caparrós, Vicente Carda, José Luis Cremades, Toni Cucala, Inma Femenía, Robert Ferrer y Martorell, Cristina Ghetti, Ricardo Gil Romaguera, Ferran Gisbert Carbonell, Marusela Granell, Guerrero & Ferrer, Oliver Johnson, Silvia Lerín, Solimán López, Moisés Mañas, Alex Marco, María José Marco, Luis Moscardó, María Dolores Mulá, Nico Munuera, Juan Carlos Nadal, Martín Noguerol, Mario Omega, Carmen Ortiz, Felipe Pantone, Ximo Real, Manolo Rey, José Sanleón, Soledad Sevilla, Jordi Teixidor, Amparo Tormo, Rubén Tortosa, Aurora Valero, Keke Vilabelda, Nelo Vinuesa y José María Yturralde
Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC)
Museu 2-4, València
Del 18 de diciembre de 2024 al 30 de marzo de 2025
Dice el físico y cosmólogo británico Stephen Hawking que debe de haber algo muy especial en torno a los límites del universo: “¿Y qué es más especial que el hecho de que no haya límites? No debe haber límites en el empeño humano”.
Si esto es así y, traducido al lenguaje artístico, el empeño de todo artista es precisamente trascender los límites de su propia percepción para dar cuenta de lo que le atormenta o le fascina por hallarse en el terreno de lo ignoto, ¿cabe preguntarse por los límites de la pintura abstracta sin caer en el ridículo?
Felisa Martínez, comisaria de la exposición ‘Deconstruyendo la abstracción. Pintura valenciana (1970-2024)’, que reúne en el Centre del Carme la obra de 42 artistas plásticos, se lo pregunta a raíz de que se diera por muerta esa pintura en los años 90, desmontando tamaño epitafio con la simple mostración del espléndido conjunto de piezas que cuestiona los propios límites de esa abstracción dada por finiquitada.
Y lo hace apelando a una deconstrucción que, llevada de nuevo al límite, termina poniendo en duda el propio concepto de pintura, si nos atenemos a algunas de las obras de -llamémoslas así- última generación, donde mediante la utilización de procedimientos digitales se subvierte el carácter mismo de la pintura realizada con diferentes pigmentos sobre tela o papel.
Los límites de esa pintura, en todo caso, tendría más que ver con lo sentenciado por el filósofo y matemático [Ludwig] Wittgenstein, cuando dijo aquello de que los límites del mundo son los límites de mi lenguaje. Y el artista –el buen artista– no hace más que cuestionar los límites de su propio lenguaje artístico con el fin de “atrapar” aquello que lo excede, que lo extralimita.
Cuando Albert Einstein dijo que Dios no jugaba a los dados con el universo, manifestaba su rechazo de la aleatoriedad intrínseca del universo que, según él, tenía ciertas leyes fijas. Los artistas convocados en el Centre del Carme juegan a los dados, porque, en su caso, el orden derivado de la composición incluye el desorden previo que los llevó a la pintura.
O, lo que viene a ser lo mismo: tal es el desorden del mundo que los agita por dentro, que los artistas no dejan de arrojar los dados de su imaginación, con el fin de alumbrar cierto sentido en medio del caos. Y, para ello, la pintura, tal y como la entendemos, a veces se queda corta.
Por eso resulta oportuna la cita de Octavio Paz, incluida en un apartado del recorrido expositivo y que dice así: “Se repite desde hace años que la pintura abstracta ha llegado a su límite: no hay un más allá. No me parece justo: lo que distingue a los grandes movimientos artísticos es su radicalismo, su ir más allá siempre, hasta tocar el final, los límites del límite”.
Y añade, a modo de pregunta: “¿La abstracción se ha convertido en una nueva academia? No importa: todos los movimientos se vuelven escuelas y todos los estilos en maneras. Lo lamentable es terminar en la academia; no lo es, convertirla en punto de partida”.
Y tomando como punto de partida esa abstracción valenciana, acudiendo a la obra de algunos de sus artistas más notorios –siempre se echan de menos algunos–, Felisa Martínez concluye que los límites están ahí para saltárselos, simplemente con fijarse en las piezas seleccionadas, su cronología y la variedad de estilos.
“La exposición nos muestra, por una parte, a los pioneros y clásicos de la abstracción pictórica valenciana, junto a la abstracción del siglo XXI realizada a través de procedimientos tecnológicos”, apunta la comisaria. Entre los pioneros, cabe mencionar a José María Yturralde, José Sanleón, Jordi Teixidor, Uiso Alemany, Soledad Sevilla, Manolo Rey, Aurora Valero o Paco Caparrós, quien, partiendo de la figuración, ha ido desbordando los propios límites de la fotografía hasta cuajar una insólita abstracción.
De hecho, su obra ‘Interestelar’ –un políptico de seis piezas de 210×840 cm– no puede llevar título más elocuente, apelando a esa abstracción vinculada con el cosmos, la interrogación y el enigma que supone confrontarnos con nuestros propios límites y los del universo. “La tecnología es el campo de las respuestas, pero cada vez cuesta más hacerse preguntas. Y la filosofía y la cosmología son el campo de las preguntas”, señala Norbert Bilbeny, autor de ‘Universo y sentido’, en una entrevista en ‘El País’.
Filosofía, cosmología y arte, cabría añadir, porque ‘Deconstruyendo la abstracción’ permite, precisamente, hacerse todas esas preguntas que la inteligencia humana –“que es la que me preocupa, no la artificial”, subraya Bilbeny– acomete, a partir de su pequeñez: “La personalidad es un cosmos, un caos que intentamos ordenar”, concluye el catedrático emérito de Ética en la Universidad de Barcelona.
Para intentar ordenar ese cosmos gigantesco –en rima con nuestra mente, a modo de iceberg en cuya superficie emerge la conciencia, por debajo de la cual se abren múltiples y profundas interrogaciones–, para ordenarlo, decimos, los 42 artistas seleccionados utilizan diversos procedimientos, algunos –ya lo hemos apuntado– ajenos a lo que se ha venido considerando tradicionalmente pintura.
“Al reflexionar sobre ello” –Felisa Martínez se refiere a la supuesta muerte de la abstracción en los 90–, “te das cuenta que los pintores estaban constreñidos y que, de repente, han renacido, utilizando procedimientos técnicos para salirse del lienzo, pasando de las obras bidimensionales a las escultóricas que se salen de esa bidimensionalidad mediante el uso del aluminio u otros soportes”.
Es aquí donde comparecen las propuestas más actuales ligadas con esos otros procedimientos, desde Marusela Granell a Solimán López, pasando por Oliver Johnson, Rubén Tortosa, Toño Barreiro, Toni Cucala, Alberto Adsuara, María José Marco, José Luis Cremades, Silvia Lerín, Nelo Vinuesa, Alex Marco, Inma Femenía o Juan Carlos Nadal, entre otros.
Todos ellos, en conjunto, manifestando esa doble faz apuntada por el poeta José Hierro: “El artista parece estar formado por un poeta que mira hacia atrás, evocando –“se canta lo que se pierde”, que decía Machado–, y un pintor que mira hacia adelante, hacia la renovación de las formas expresivas”.
Esa renovación, entremezclada con el lirismo poético que abarca la exposición entera, constituye el espíritu nuclear de la muestra ‘Deconstruyendo la abstracción. Pintura valenciana (1970-2024)’. Renovación formal y calado sentimental dándose la mano para ir abriendo sucesivos caminos o descubrimientos milagrosos.
“El artista descubre la imagen antes de que se haya disuelto en el tiempo”, apostilla Hierro. El tiempo de una abstracción valenciana que transcurre por los diferentes espacios de la Sala Goerlich-Ferreres del Centre del Carme, para dar fe de los sucesivos cambios; de la perenne interrogación de cuantos se sienten concernidos por la exploración de los límites, ya sea de la realidad o de los instrumentos utilizados para representarla.
- La abstracción valenciana juega a los dados en el Centre del Carme - 27 enero, 2025
- Nuria Rodríguez: “Cuando trazas un límite estás explicando tanto lo que hay dentro como lo que se queda fuera” - 26 enero, 2025
- Eduardo Nave y Sfhir arropan en 95 Art Gallery la nueva Instax de Fujifilm - 23 enero, 2025