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‘Escenarios de ficción’, de Ana Esteve Reig
Comisaria: Semíramis González
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Paseo del Prado 8, Madrid
Hasta el 23 de abril de 2023
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acoge ‘Escenarios de ficción’, una muestra de Ana Esteve Reig (Agres, 1986) que, a través del lenguaje del videoarte, aborda la configuración de la propia identidad y el papel que en esta cumple el denominado ciberespacio.
A partir del desdoblamiento al que asisten los jóvenes entre una simulación real y una realidad simulada, Esteve crea escenarios ficticios, lugares posibles en los que todo puede ocurrir. Este doble espejo entre realidad y ficción, espacio físico y virtual, autenticidad y performatividad está presente en todas las obras que conforman la muestra, comisariada por Semíramis González y coordinada por Laura Andrada, del área de conservación del museo.
La primera pieza que se nos presenta es ‘El documental de Dalila’ (2016), en el que acompañamos a la protagonista en la construcción de una nueva identidad, Virgolini, su alter ego virtual. Redes sociales como Facebook e Instagram se constituyen como plataformas al servicio de la creación de este nuevo personaje que, lejos de simplemente representar las aspiraciones de Dalila, ha terminado por reconstruirla a sí misma, resultando en un yo que trasciende las barreras de lo real, en paralelo al propio formato de documental ficticio que nos ofrece la pieza audiovisual.
Tras el retrato de esta doble vida de Dalila, en la sala se reproduce ‘Doble ficción’ (2021), una pieza fruto de la colaboración de las Valkirias Stunts con Ana Esteve Reig. En ella, la artista reflexiona en torno a las dificultades a las que se enfrentan las mujeres que trabajan como dobles de acción. Esta profesión de riesgo ha sido –y todavía es– ejercida por actores, aunque la escena en cuestión requiera de una doble de acción. Las Valkirias Stunts protagonizan, en esta doble ficción, una coreografía de golpes, luchas e incluso llamas que reproducen algunas de las escenas de películas protagonizadas por mujeres en las que los dobles de acción han sido hombres.
‘Fancams’ (2022) es la tercera de las piezas reproducidas en la misma sala. El título, que remite a los vídeos que muchos fanes realizan de sus ídolos de la escena K-pop, queda aquí resignificado para dar paso a aquellos jóvenes que, a través de los ensayos y grabaciones de bailes de TikTok, crean un lugar seguro tanto en las redes sociales como en el propio espacio urbano.
El doble espejo que conforman la arquitectura de los edificios de Azca, que les permite ver su reflejo y sus propios teléfonos móviles, se erige como un doble escenario de ficción donde pueden mostrarse como realmente son. Esteve hace eco de las coreografías con el propio montaje audiovisual, que se nos presenta como un caleidoscopio de imágenes en movimiento, pero a cámara lenta, a modo de respuesta ante la rapidez e inmediatez propias del medio virtual en el que se publican los vídeos.
Las posibilidades que la estética audiovisual nos ofrece para reflexionar sobre temas de relevancia social tales como el papel de la autocontemplación de nuestra propia imagen en la generación de identidades durante paso de la adolescencia a la adultez también cobran protagonismo en la trilogía ‘Tiempo muerto: ensayo sobre la espera y el deseo’ (2023).
Las tres obras que la forman –‘Lobby’, ‘Soñando’ y ‘Naturaleza muerta’–, entablan un diálogo con tres de las obras permanentes de la colección Thyssen-Bornemisza: ‘Venus y Cupido’ (1611), de Peter Paul Rubens, ‘Esaú vendiendo su primogenitura’ (1627), de Hendrick ter Brugghen, y ‘Bodegón con cuenco chino, copa nautila y otros objetos’ (1662), de Willem Kalf, respectivamente.
La trilogía de Esteve nos presenta a los dobles de estas tres pinturas en su versión más actual. El lenguaje artístico tradicional, por antonomasia asociado a la pintura, contrasta con el movimiento de la imagen audiovisual que Esteve logra convertir en un instante a través del formato de loop continuo, un bucle en el que parece que nada acontece. Esta ruptura con la temporalidad, replicada por la puesta en escena de los protagonistas, refuerza la propia atemporalidad del gesto de autocontemplación: la joven del vídeo observa su fotografía en el móvil de su amigo, al igual que Venus observaba su reflejo en el espejo de Cupido.
El estudio cromático que destaca en ‘Lobby’ se transforma en un estudio lumínico en ‘Soñando’, una escena nocturna que nos retrotrae a los cuadros caravaggistas. La luz de la vela que protagoniza el cuadro de Brugghen se convierte, así, en el resplandor de las pantallas de los móviles de los jóvenes, que ilumina la habitación junto a otros elementos que ya forman parte del mobiliario cotidiano de la generación z como el aro de luz sobre un trípode.
La última de las piezas de esta trilogía constituye un homenaje muy actual al género del bodegón. ‘Naturaleza muerta’ convierte los bienes preciados, la fruta y el vino de la pintura de Willem Kalf en chucherías, bebidas energéticas, películas y videojuegos que se disponen alrededor del elemento central: la pantalla. Mensajes como «stay magical», «don’t give up» o «follow your dreams» se presentan en ella como letanías propias del lenguaje digital que manejan las nuevas generaciones. De este modo, la artista crea un bodegón contemporáneo, repleto de emociones, artificio y evasión.
‘Escenarios de ficción’ nos muestra las posibilidades del formato audiovisual para narrar, reflexionar, denunciar e incluso incidir en la construcción de una nueva sociedad marcada por las múltiples y diversas identidades de las nuevas generaciones. La exposición está enmarcada en el programa de exposiciones Kora, que asiste a la transformación feminista del museo, y estará abierta al público hasta el 23 de abril de 2023.