Ana Illueca

#MAKMAArte
Entrevista a Ana Illueca
Visitas guiadas a la XVI Bienal Internacional de Cerámica de Manises
Sala Els Filtres, Sala MUMAF (Edificio El Arte) y Casa de Cultura de Manises
Cada sábado, hasta el 13 de julio 2024

La XVI Bienal Internacional de Cerámica de Manises (BICM) tiene una gran novedad: por primera vez ofrece, cada sábado y hasta mediados de julio, visitas guiadas por las exposiciones que articulan su edición de 2024. Quien nos lleva de la mano es Ana Illueca.

Antes de empezar nuestro recorrido, la artista valenciana deja claras sus intenciones: «Quiero haceros enamorar, haceros comprender algunos procesos y también el valor que tiene esta bienal».

Hace casi una década que Ana Illueca dejó atrás su puesto como directora creativa de una de las más importantes agencias de publicidad del panorama nacional. «Necesitaba parar». Con tiempo libre, pasó a dedicarse cada vez más a lo que hasta entonces era solamente un hobby: la cerámica. «Al final, se fue haciendo grande porque tiene un nivel de enganche muy alto. Creo que también yo he descubierto, con el tiempo, aquellas cosas que me sanan. La publicidad me encantaba, pero me enfermaba. Y la cerámica me encanta y me sana».

La artista comenta que observó este mismo poder curativo de la cerámica al acercarse a la obra de Rafa Chacón, premio ‘President de la Generalitat’ en la BICM de 2022, que vuelve en esta edición con un proyecto expositivo individual fruto de aquel galardón.

XVI Bienal Internacional de Cerámica de Manises. Sala Els Filtres. BICM
Entrada a la Sala Els Filtres, que acoge la exposición de los artistas seleccionados en la XVI BICM. Foto: Tátylla Mendes.

En su trabajo personal, Ana Illueca nos habla de la tradición con voz contemporánea. Investiga las raíces de las culturas mediterráneas y hace nacer del torno piezas que revisan símbolos, formas y colores. Piezas de gres y porcelana que aúnan utilidad, estética y poética, como las jarras anatómicas de la serie ‘Relationships’ o los baldosines de colores tan nuestros de la serie ‘L’Orangerie’.

«Yo, todo el rato, estoy entre los límites. La gente no sabe donde clasificarme, si en diseño o en arte. Pero es que siempre me han interesado mucho las periferias y las conexiones y la ausencia de límites. Soy muy conectora».

Así que Illueca conoce por dentro el proceso cerámico, amén del quehacer artístico y del diseño de producto. Además, se involucra en otras actividades del sector, ya sea como profesora en la Universidad CEU Cardenal Herrera y en Barreira o al frente de ADN Cerámico –proyecto de mapeo de profesionales y «ejercicio de posicionamiento internacional» que nació impulsado por València Capital Mundial del Diseño 2022–.

Ana Illueca. XVI Bienal Internacional de Cerámica de Manises
La artista Ana Illueca durante la primera visita guiada a la XVI BICM. Foto: Tátylla Mendes.

Su actuación en tan diversas vertientes le llevó a interesantes descubrimientos. Dando clases en Armenia, por ejemplo, percibió la potencia internacional que tiene el nombre de Manises. «Fui con una actitud cerámica muy humilde y, cuando llegué ahí, ellos entendían que yo tenía sobre mis hombros el conocimiento de los maestros. Y es verdad que tenemos mucho conocimiento cerámico aquí. Me parece que tenemos que creérnoslo más».

Por otra parte, revela que le costó aceptar que «todavía hay una distancia muy grande entre lo que es la industria y la cerámica artística». Quizá esto sea algo que podemos aprender de otros países, ya que «en otros lugares, la industria entiende la necesidad de la artesanía y del arte».

Illueca añade: «Creo que aquí tenemos tanta tradición en el utilitario, en los platos, en las jarras, que hemos dejado un poco de apreciar la cerámica o la hemos etiquetado en un espacio muy pequeño, porque es mucho más amplia y tiene una potencia expresiva muy interesante». Según la artista, «la cerámica le ha perjudicado ser arte mayor justamente por ser útil».

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Sin embargo, considera que la Bienal Internacional de Cerámica de Manises contribuye para «visibilizar lo que es la cerámica artística. Porque hay dos partes: una que es cerámica de producto, que quiere conectar con la industria y apela más al diseño y a la funcionalidad. Y otra que es la parte artística, que tiene un peso muy alto y ayuda a visibilizar la variedad de lenguajes, de materiales, de temperaturas, de esmaltes, de puntos de vista, de conformación».

«Intuyo que, al principio, la bienal estaría más cerca de la cerámica tradicional. Pero ella progresa, también, con lo que los artistas evolucionan», observa Illueca sobre el evento. «Además, tiene mucha reputación a nivel internacional». Para comprobarlo, basta con saber que participaron en la convocatoria de este año 295 artistas de hasta 51 nacionalidades. Entre los seleccionados, están artistas de 24 países de todo el mundo.

Durante la visita guiada, la ceramista nos acerca, por ejemplo, a la obra del ucraniano Yuriy Musatov, galardonado con el segundo premio de la XVI BICM por la obra ‘Saint Alien’. «Tiene esta peana que recuerda a los bustos de los césares. Entonces, hace como una conexión entre el pasado y el futuro. También me parece muy interesante cómo el artista ha utilizado este esmalte que escurre para llevarnos al imaginario colectivo del extraterrestre. Además, apela al extraterrestre que tenemos dentro, porque cuántas veces hemos estado en un sitio y nos preguntamos: ‘¿Qué hago yo aquí?’, y nos sentimos como alguien de fuera».

‘Baptismus’, de Rüdis Pëtersons, y el ‘Saint Alien’, de Musatov (al fondo). Foto: Tátylla Mendes.

Ana Illueca nos enseña, también, cómo la artista rusa Lora Zyuzina «utiliza una forma clásica como la vasija para intervenir en ella a través de la pintura, la transferencia y, encima, coloca engobes». Nos cuenta que le encanta la «interpretación expresionista de la realidad» que hace la peruana Elena Vacide en ‘Medicina Interna, sistema digestivo, 0+’. Y nos transmite con una onomatopeya el sonido que hace la pieza ‘Wisper Wide’ de la neerlandesa Cecil Kemperink al estirarse: «Cling, cling, cling, cling».

Asimismo, nos presenta también las obras de diseñadores y artistas regionales y nacionales. Empieza por la «lámpara poética» de Carlos Martínez-Mediero –primer premio de la categoría de producto de la XVI BICM–, una suerte de nubecilla o esponja de mar, «una pieza hecha de gres» y «muy orgánica; parece tener vida».

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Enseguida, nos hace fijarnos en los búcaros ‘Pancratius’ de Eugenia Boscá y Narcís Díez Belmonte, ideados para acompañar la imagen de San Pancracio y contener la hoja de perejil, «pero desde una visión completamente nueva». No deja de hacer hincapié, además, en ‘Skin House 9’, obra de porcelana con engobes en que la artista Karima Duchamp «reinterpreta el reflejo metálico tan propio de Manises».

«La cerámica es un vocabulario en el que cada artista crea sus propias definiciones. Asimismo, creo que el arte contemporáneo, a veces, hay que contextualizarlo, si no, en ocasiones, no te llega. Entonces, es muy interesante poder acercar a las personas que tienen un concepto de la cerámica utilitaria que comprendan también todas las posibilidades y todo el lenguaje que tiene a nivel artístico», evalúa Ana Illueca.

La experiencia docente de la artista suma puntos a la visita. Nuestra guía es didáctica; a la vez, es cautivante e inspiradora. Nos aclara sobre la doble cocción de las piezas cerámicas y nos transmite la frustración que se siente por las piezas que se rompen o salen mal. Nos instruye sobre esmaltes, engobes y pigmentos, y nos comenta sobre el necesario equilibrio entre funcionalidad y estética en las piezas de diseño. Nos habla sobre el tiempo y la paciencia que requiere la cerámica, y nos lleva a reflexionar sobre el concepto que hay detrás de cada obra.

Más allá de todos esos conocimientos, están los secretos. Quizá, lo que más engancha en una visita guiada son esas revelaciones íntimas que podemos descubrir sobre los procesos, los artistas y las obras. Ana Illueca lo sabe y nos explica en detalle el proceso de Javier Perandones para crear ‘Agregación iterativa’. De la impresión 3D, pasando por la deformación de la porcelana hasta la barbotina y las grapas metálicas.

En esta primera etapa del recorrido, la artista deja para el final la cereza del bolo, el primer premio de la XVI BICM: la pieza ‘Sin título’ de Juan Ortí, quien fue maestro de Illueca y es, en su opinión, «el mejor alfarero de España». «Esta pieza tiene una complejidad técnica inmensa. Por su dimensión, él ha tenido que construir un torno de adobe de metro y medio de diámetro en la solera», empieza a desvelar la artista. Nos cuenta, además, sobre el peso de las piezas y la fuerza del torno, sobre la delicada y precisa pintura, y sobre otros detalles que solo quienes se acerquen a la visita podrán descubrir.

‘Sin título’, de Juan Ortí (primer premio en la modalidad de cerámica artística de la XVI BICM), y ‘Wisper Wide’, de Cecil Kemperink (al fondo). Foto: Tátylla Mendes.

Tras hacer todo este repaso por las obras expuestas en la Sala Els Filtres, nos vamos a la Sala MUMAF, en el vecino edificio El Arte, a conocer algunos secretos, significados e interpretaciones de la exposición ‘Impostura’, de Rafa Chacón. Y de ahí seguimos a la Casa de Cultura de Manises, donde podemos contemplar y saber más sobre ‘Bajo Perfil’, exposición de Ubaldo Bal, el ganador del premio de diseño de producto de la anterior edición de la bienal.

«Me siento superresponsable –nos había dicho antes Illueca–, pero me parece un acierto buscar a una persona, ya no yo, pero una persona que tiene un conocimiento técnico, y que se ha peleado, ha llorado cuando ha abierto el horno muchas veces, para poder hacer estas visitas guiadas y contarlo».

No podemos más que concordar con la artista, excepto por su humilde autoexclusión. Que las visitas guiadas contribuyen para acercar al público a lo mejor de la cerámica contemporánea, de ello no hay duda. Pero nos parece un acierto aún mayor elegir a una mujer con conocimiento técnico y background artístico, a una artista valenciana que entiende el mercado nacional e internacional, con capacidad para transmitir sus conocimientos de manera leve, cautivar a su público y hacernos reflexionar profundamente.

Aunque sus intenciones son audaces, Ana Illueca logra alcanzarlas: pone en valor la Bienal Internacional de Cerámica de Manises y nos hace enamorarnos de sus obras, de sus autores, de la cerámica.

Ana Illueca
La artista Ana Illueca –guía de las visitas a la XVI BICM– con algunas de sus piezas. Imagen cortesía de la artista.