#MAKMAEscena
‘Esto ya no es el banquete’
Autoría: Candela Mora
Intérpretes: Candela Mora y Paula Martínez
Compañía Platón Roto
Residència Creació Carme Teatre
Sala Carme Teatre
Gregori Gea 6, València
Del 26 al 29 de octubre de 2023
Nos hemos acostumbrado a tratarnos desde una violencia que en ningún caso permitiríamos si viniese desde fuera. Tenemos tan integrada la cultura de la dieta que pasamos actitudes de riesgo por comportamientos normales dentro del deseo generalizado por encajar en el canon estético. Pero los trastornos de la conducta alimenticia, cada vez más extendidos, son una emergencia social y sanitaria.
‘Esto ya no es el banquete’ pone el foco en las experiencias de una persona con anorexia y bulimia desde el código de la autoficción. Huyendo del morbo y de la romantización, la compañía de teatro Platón Roto expone una historia cruda y honesta que pretende acercar al público la realidad de los TCA. La dirección, el texto y la interpretación están a cargo de Candela Mora. A ella la acompaña en escena la actriz y dramaturga valenciana Paula Martínez.
La compañía nace en 2022 a raíz de su participación en el Festival Cabanyal Íntim, donde presenta la primera versión de la obra, ‘El banquete’, en un formato de pequeña duración. En 2023, la obra es seleccionada por las residencias artísticas de la Sala Carme Teatre, donde se desarrolla una versión larga con un tono diferente, que se estrena en marzo del presente año bajo el nombre de ‘Esto ya no es el banquete’. Tras el éxito de la propuesta, la pieza ha sido reprogramada por Carme Teatre y el público podrá volver a disfrutar de ella del 26 al 29 de octubre.
‘Esto ya no es el banquete’ trata temas como la autoestima y el lenguaje ¿Cómo se nos presentan en escena? ¿Qué sucede?
‘El banquete’ es una obra clásica de Platón. Es la primera obra en la que aparece como temática principal el amor y, aunque son señoros hablando del amor, ese diálogo, cuando lo leí, me fascinó. Me intereaba mucho el dispositivo escénico. El texto se desarrolla en una sala, con réplicas retantes pero desde el respeto.
Eso lo llevé a escena en una pieza breve que se estrenó en Cabanyal Íntim en 2022 que se llamaba ‘El banquete’, donde hablo de los trastornos alimenticios. Mi intención era romper con la idea de que la anorexia es pesar veinte kilos; la anorexia es una enfermedad mental. Para tratar este tema, quise acercarme al público protegiéndoles mucho.
Meses después, me encuentro con la residencia artística de la Carme Teatre y en una noche de revelación me doy cuenta de que ese código no me interesa. Me digo que, si no voy a poner la carne en el asador, no voy a jugar. Me apetecía experimentar un tipo de escena más contemporánea, minimalista, de ruptura con una dramaturgia clásica, aunque hay una dramaturgia clásica, con un hilo narrativo y un desarrollo y construcción de personajes. Y así surge ‘Esto ya no es el banquete’, con la idea de acercar al público una visión acompañada de los TCA, pero más visceral.
Sucede con ciertos temas sensibles, como son los trastornos alimenticios, que, al exponer la experiencia personal, resulta en una activación de estas mismas conductas en el receptor, como si se despertara al monstruo.
Una de las preguntas que aparece en la sinopsis es: “¿Cuántos pañales necesito para tratar un tema sensible?”. En mi caso, desde el primer momento expongo de qué se va a hablar. No creo que ocultando la realidad se evite caer en estos lugares. No es un texto educativo, no pretendo educar ni aleccionar a nadie, tampoco es un texto morboso. Creo que el público puede sentirse acompañado y se va a cuestionar muchas cosas.
La filosofía está en el seno de la compañía y en el mismo nombre, Platón Roto. ¿De qué manera interrelacionas el teatro y la filosofía?
Estudiando Filosofía, me di cuenta de la cantidad de herramientas dramatúrgicas que tenía: de comprensión de los personajes, de análisis textual, de mirada crítica. Creo que todo el teatro contiene filosofía, preguntas existenciales, cuestiones antropológicas, humanísticas, éticas, estéticas. La filosofía permite que las estructuras sean más sólidas.
El nombre de la compañía viene de esta primera obra que hicimos. En una lluvia de ideas apareció el nombre de Platón Roto y nos pareció perfecto porque viene de la expresión “yo nunca he roto un plato” y también significa una ruptura con Platón, con esa filosofía cristiana platónica que persiste a día de hoy
Culturalmente, se percibe la filosofía en un lugar más elevado, menos accesible. ¿Crees que a través del arte se puede democratizar?
El mejor filósofo y la mejor filósofa es un niño pequeño. Y no tiene conocimientos elevados ni una formación intelectual. El filósofo es aquel que tiene interés por el saber, que se hace preguntas, y los niños son los que más preguntas se hacen. Hay que romper esa idea de que la filosofía es elitista. La filosofía existe a todos los niveles, cualidades, texturas, existencias. Lo fundamenta todo.
‘Esto no es el banquete’ la estrenasteis hace unos meses dentro de las Residencias Artísticas 2023 de la Carme Teatre. ¿Cómo fue la recepción del público?
El espectador sale muy agitado. Yo sentía que les había zarandeado y que se iban con muchas preguntas y con ganas de comerse un helado en el sofá. Muchas personas me dieron las gracias, me llamaron “valiente”. Yo no diría valiente. Simplemente, he tenido las herramientas para llevarlo a escena. Valiente, para mí, son otras cosas mucho más duras. Pero ponerte en un escenario… La ficción te protege mucho.
En la obra, de hecho, hay mucha metaficción y una crítica al elitismo del creador, que se cree legitimado para cualquier cosa bajo el nombre de su obra. En este reestreno hay algunos cambios de texto. Las personas que vieron la obra hace unos meses, no se van a encontrar la misma pieza.
¿Por qué está en auge la autoficción? ¿Necesitamos relatarnos?
Creo que es más sencillo hablar de ti y crear a partir de ti. Es una herramienta que al público le mueve porque hay morbo; les gusta saber que te ha pasado eso. No es nada nuevo, lo que pasa es que la etiqueta de autoficción está muy de moda. Pero la música es autoficción y autoficción puede ser también “me llamo Candela” y todo lo demás es mentira. Ya tiene algo de realidad y algo de ficción.
Pienso que ahora está tan en boca porque es una herramienta accesible. Las experiencias personales tienen mucha verdad y eso es interesante. La verdad es interesante. Ahora estamos en un momento social en el que se valora comunicar sin miedo y eso ha explotado de alguna manera.
Por último, a modo de reflexión, no sobre tu pieza en concreto, sino sobre la práctica escénica en general: ¿el teatro, como espejo o como revelación?
Yo creo que sucede todo un poco. El espectador puede sentirse identificado o puede sentir que está descubriendo algo nuevo. Pero, como creadora, siempre se te escapa su reacción. El público tiene sus mochilas, su mirada, su situación, y no puedes controlar cómo lo va a recibir. Tú puedes tener una intención con tu obra y que tu objetivo sea revelar o ser un espejo, pero luego se nos escapa, porque no somos todas las personas que nos miran y un cuadro se resignifica a cada ojo que ve.
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