#MAKMAEntrevistas
Carlos Madrid | Director de Cinema Jove
Del 5 al 9 de diciembre
Entrevista realizada por Merche Medina y Salva Torres
Carlos Madrid afronta la edición más reducida de Cinema Jove, si exceptuamos aquellas primeras de sus comienzos. Lo hace por razones de sobra conocidas: la pandemia por la covid-19, que obligó a su aplazamiento de junio a diciembre. Haciendo de la necesidad virtud, lamenta que no haya sección de largometrajes (“la teníamos bastante avanzada”, cuando surgió el confinamiento), pero subraya la gran variedad y calidad de los 35 cortometrajes que se proyectarán durante los cinco días del festival.
Dice no entender las razones administrativas por las cuales lleva dirigiendo el festival ya cuatro años de forma inestable. Se presentará al concurso público que pretende acabar con tamaña incertidumbre, aunque, dados los precedentes, se muestra cauto.
Cautela que pierde cuando valora esta 35 edición, sin duda extraña, como propicia para descubrir el arsenal de buenas películas en la sección de cortometrajes, así como la cada vez más afianzada sección de webseries. El homenaje a Mario Benedetti y el que se le brinda al pionero de la animación valenciana, Joaquín Pérez Arroyo, entre lo más destacado de una programación que se desarrollará entre el Teatro Principal y el Rialto del 5 al 9 de diciembre.
Empecemos con una frase de Mario Benedetti, al que Cinema Jove rinde este año un homenaje por su centenario: “La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar”.
Me gustaría pensar que, si “solo” hablamos de la pandemia, haya un final de las hojas de la margarita y, por tanto, de esta pandemia, aunque nunca sabes si habrá otra margarita después, siguiendo con el símil. Intentamos, en cualquier caso, tener la menor incertidumbre posible, porque cuando programas, hay que tomar decisiones. Y como siempre va a haber situaciones de incertidumbre, que vendrán no se sabe de dónde, es mejor trabajar por reducirlas.
Me refería también a la incertidumbre que llevas arrastrando como responsable de Cinema Jove.
Pues la verdad es que, ciertamente, no termina. El contrato de dirección, en este sentido, ha sido formulado de distintas maneras en estos ya cuatro años al frente de Cinema Jove. Este año, en concreto, se puede llegar a entender dadas las circunstancias, pero parece que hay aires de una cierta estabilidad futura. Ya veremos.
Vuelvo a Benedetti, con otra de sus frases antológicas: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto nos cambiaron todas las preguntas”. ¿Estamos, en tu caso, ante la definitiva?
Nunca lo creo, pero ni en éste ni en ningún otro ámbito. La verdad es que cuanto más me acerco a este mundo, el de las decisiones que se toman en las altas esferas, lo entiendo menos. No alcanzo a saber nunca los vericuetos de la administración en este sentido, tanto para la contratación de una persona que tiene que dirigir un proyecto, como para la contratación del resto de personas del equipo. En esto, cada año también ha sido una cosa diferente: ha habido bolsas de trabajo, se han tumbado esas bolsas de trabajo, problemas sindicales… No acabo de ubicar dónde está la última toma de decisiones.
Esta toma de decisiones se puede entender cuando hay un cambio de gobierno, pero cuatro o cinco años después, con el mismo gobierno, ¿se entiende?
Yo no entiendo esos vericuetos y no sé que solución tienen. Quizá en algunos trabajos se pueda cambiar de personas cada año en aras de un reparto justo de trabajo, pero eso choca abiertamente con la eficacia de un proyecto que necesita tener a unas mismas personas que han ido adquiriendo experiencia y hacen de ese proyecto algo mejor.
El caso es que las cuestiones administrativas siguen sin tener solución, así pasen los años.
En conversaciones al respecto, surge siempre la palabra Fundación, como el bálsamo mágico que lo solucionara todo. Y yo no sé si lo solucionaría todo, pero sería una figura jurídica a probar, ya que la Mostra de Valencia se desarrolló durante muchos años bajo la figura de la Fundación Municipal de Cine, que contaba con fondos públicos y que permitía a quien la dirigía tener al equipo que deseaba. Eso no se ha dado nunca en Cinema Jove ni en ninguno de los festivales del Institut Valencià de Cultura.
Ya digo: siempre surge esta palabra, pero nunca se concreta. Veremos cómo se da el año que viene con esta nueva licitación y entonces se sabrá si ha supuesto una mejora o no.
Suspender Cinema Jove por culpa de la pandemia era el peor de los escenarios, que ni siquiera tú contemplabas, y aplazarlo era el mal menor. ¿Mantenerlo con todas las secciones al completo era imposible?
Ha respondido más a una cuestión presupuestaria. Para hacer un festival como en otras ediciones, había que tener un presupuesto como el de otros años.
¿La reducción presupuestaria ha sido motivada por la pandemia?
Eso no lo sé. El presupuesto de este año es una tercera parte aproximadamente con respecto al año anterior.
¿Puede penalizar al festival, que tiene carácter internacional, la nula presencia de películas internacionales en su Sección Oficial, aunque las haya en su sección de Cortometrajes y en la de webseries?
La FIAPF [Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos] sabe cuáles son las condiciones y dificultades de este año, presupuestarias incluidas, y no hay ningún problema al respecto. En este sentido, quisiera que se resolviera el problema de la dirección, porque si puedo ejercerla el año que viene, ya deberíamos estar trabajando en la selección de largometrajes. Este es un trabajo a largo plazo.
Por otro lado, cabe reseñar que tenemos 21 nacionalidades en los 35 cortometrajes del festival. Pienso que hemos escogido lo mejor de lo que teníamos programado para cuando se produjo la cancelación. En el lado positivo, la media de calidad aumenta, puesto que se va a proyectar lo mejor de lo que había. Estoy muy orgulloso de la programación de cortometrajes: tenemos al ganador del festival de Clermont Ferrand, cortos procedentes de Cannes, de Berlín. En fin, una programación variada y muy atractiva.
¿La Sección de Largometrajes la teníais ya cerrada cuando se produjo la pandemia?
La teníamos bastante avanzada.
¿Y cuándo decidís finalmente suspenderla?
A mediados de abril es cuando nos dicen que se va a cancelar el festival, lo que, añadido a la rebaja presupuestaria, obliga a la cancelación de la Sección Oficial. El festival se suspendió, pero con la posibilidad de su aplazamiento.
Y conforme avanzaba la pandemia, fuimos previendo las posibilidades, y en una reunión con José Luis Moreno (subdirector adjunto de Audiovisuales) y Abel Guarinos (Director General del Institut Valencià de Cultura), se decidió hacerlo a primeros de diciembre. Unas fechas en las que hay muchísima actividad cultural en Valencia, de manera que las salas del IVC se encuentran con la actividad propia, más la acumulada como consecuencia de los aplazamientos. Es un tetris complicado.
Se ha dicho que Cinema Jove cumple 35 años y no tiene nada que celebrar, incluso que hace aguas.
No me parece justo calibrar un festival cuando todavía no se ha celebrado. Simplemente animo a los espectadores a ver alguna sesión de cortometrajes o de webseries y que opinen por sí mismos.
Hay mucho donde escoger en la Sección de Cortometrajes, pero me ha llamado la atención ‘Spyglass’, de Javi Prada, por tratar un tema tan de actualidad como es la obsesión por atraer seguidores a través de las redes sociales.
La película de la que me hablas tiene a una protagonista femenina que lo que busca son ‘likes’ (‘me gusta’) a toda costa, generando una competencia en la red que lleva a realizar acciones cada vez más peligrosas para captar seguidores en una espiral imprevisible. Efectivamente, es un tema muy actual y el corto es sorprendente.
El tema de la audiencia, en el caso del festival que diriges, ¿a ti también te importa?
Claro que me importa, porque es un festival hecho con dinero público y la voluntad es que ese dinero vuelva al público y, por tanto, se concrete en que sea visto por el mayor número de personas posible.
Que, en tiempos desanimados, haya alguien como Joaquín Pérez Arroyo, uno de los pioneros de la animación, dentro del reducido cartel del festival, ¿puede considerarse una de las joyas de Cinema Jove?
No me gusta hablar de joyas, porque cuando destaco alguna película, aquellos que no he destacado se me enfadan. Pero sí puedo decir que muchos profesionales de la animación que residen en Valencia, van a poder ver a uno de sus más ilustres predecesores. Hilando con esto, tenemos seis cortos de animación en la Sección Oficial, uno en cada programa, y viéndolos uno detrás del otro, observamos cuántas posibilidades caben en la animación hoy en día, y los lenguajes tan personales que ofrecen. De manera que estos también son joyas de la corona de nuestra programación.
¿Cómo quieres que se recuerde, pasado el tiempo, esta edición tan extraña de Cinema Jove?
Como aquella en que la gente se animó a ir al festival, porque sabía que estaba yendo a un entorno seguro, y que las ganas de ver cine y de ver nuevas tendencias dentro del cine contemporáneo estaban intactas y no se perdieron.
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