#MAKMAEscena
Residencias de Creación
Sala Carme Teatre
Gregorio Gea 6, València
Hasta el 11 de junio
Crear una compañía de teatro, danza o circo no es fácil, pero posible si existe determinación, empuje y una idea clara del proyecto. Conseguir que esa compañía funcione, que la criatura neonata camine por sus propios medios, harina de otro costal. Un más difícil todavía.
Es ahí donde intervienen las residencias artísticas que instituciones públicas y privadas ofrecen a las compañías para proporcionarles medios técnicos y económicos que les permitan tanto consolidarse en un complejo entorno profesional como abrir nuevos canales de difusión conectando con sectores de la sociedad afines a sus mensajes e intereses. En ese sentido, ejercen el papel de invernaderos, viveros o criaderos de talento. O de incubadoras, según el caso.
En la Sala Carme Teatre València, con 28 años de existencia, crece uno de esos pujantes viveros donde se potencia la creación escénica en la Comunidad Valenciana mediante un programa de residencias artísticas iniciado en 2016, que en la última temporada incluyó catorce propuestas. A lo largo de los próximos fines de semana, hasta el parón estival de junio, pasarán por el escenario de Gregorio Gea el fruto final de seis de ellas, cuatro espectáculos de danza y dos de teatro. Las restantes ya se han presentado al público o lo harán a principios de otoño.
Una cosecha rica y variada, cuyo denominador común es la búsqueda de la innovación en las respectivas disciplinas, ya sea a través de la performance, la incorporación de recursos audiovisuales y sonoros, o la integración de elementos de circo contemporáneo.
Durante sus primeros años de vida, la Sala Carme Teatre ocupaba un paraje peculiar, un cul de sac situado cerca del antiguo cauce, en la calle Lliria, donde en el siglo XVII se abría una de las puertas al gran burdel que, a la sazón, existía en la capital del Turia, famoso en todo el orbe cristiano. En ese mismo local estuvo la Sala Trapezi, creada por Quique Belloch, uno de los focos creativos de la ciudad en los ochenta.
El traslado a unas instalaciones más amplias y modernas en Gregorio Gea permitió a los gestores poner en marcha el programa de residencias. «Se trata de ceder espacio por un tiempo variable, así como dotación económica, residencia técnica y proyectos de mediación», explica Raúl Lago, gestor cultural y director de programación de Carme Teatre. «El único requisito para participar en las convocatorias que hacemos cada primavera es tener el domicilio fiscal en la Comunidad Valenciana».
Al principio, se presentaban del orden de sesenta a setenta propuestas que, hoy día, alcanzan un centenar, la mayoría procedentes de la provincia de València. En consecuencia, también ha aumentado el número de residencias hasta catorce anuales. «Buscamos propuestas acordes con nuestra línea de programación», señala Lago. «Montajes sin miedo a la exploración, a la diversidad cultural y a los nuevos lenguajes que generen un pensamiento crítico. Nos interesa lo multidisciplinar, la creación femenina, lo que surge en la periferia, y aposamos firmemente por la danza, que representa el setenta por cien de nuestra programación, que incluye también teatro de texto y familia».
El ciclo primaveral fin de temporada ha arrancado el 27 de abril con ‘ADR. Alternative Dispute Resolution’, del colectivo transdisciplinar Dialeg Co, fundado, en 2020, por Bernat Macià, Almudena Soullard, Miguel Molina y Guillem Sarrià. El marco experimental en el que se mueve se basa en el diálogo entre cuatro artistas y sus respectivas disciplinas. Bernat investiga el movimiento y la danza, así como la coreografía y la performance; Guillem y Almudena se centran en generar otros elementos audiovisuales a través de diferentes técnicas de captura de imagen; y Miguel experimenta con elementos sonoros, el concepto musical y la improvisación.
Del 15 al 25 de junio, cerrará la serie de estrenos, ‘Laila’, historia de una niña con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), dirigida por Bruno Tamarit integrante de la compañía Juno, que actuará junto al actor y bailaor Juan Benavent y la cantaora Isabel Julve.
La semana del 4 de mayo le toca el turno a ‘Disculpa si te presento como que no te conozco’, creación de Miguel Barreto y la compañía La Pequeña Victoria Cen, que plantea un diálogo con el público para reflexionar sobre la identidad, la relación con los demás y lo que nos rodea. La pieza utiliza vocabulario de circo y danza para generar una propuesta íntima que conecta desde lo universal a lo personal, con las emociones de cada espectador.
Desde el 11 de mayo, se presenta la nueva creación de Triangle Teatre, ‘After.Sun’, adaptación libre de ‘Los veraneantes’ de Gorki, protagonizada por un grupo de burguesas que esperan la gran caída y, en lugar de prevenirse contra ella, continúan cultivando sus placeres mundanos en un relato de decadencia y degradación social.
A partir del 18 de mayo, Alberto Ángel Escartí y Xavier Giménez presentan ‘La Hoguera’, indagación sobre los conceptos de pertenencia y comunidad en la era contemporánea. La sombra de la hoguera, símbolo ancestral de la unión humana considerada una de las primeras tecnologías, envuelve una pieza que invita a reflexionar sobre las nuevas formas de conexión entre los individuos de una sociedad cada vez más fragmentada y aislada.
Del 9 al 11 de junio, la artista y coreógrafa, Dakota Comín (‘Bodies in Paradise’), presenta ‘NICER’, una propuesta que surge de la necesidad de poner en valor el cuerpo como fuente de información, conocimiento y refugio en tiempos de crisis mundial e incertidumbre extrema. Cuestionando los patrones agresivos e individualistas, el cuerpo es capaz de proponer códigos más amables para la colectividad y formas de existencia compartida.
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