Mil trocitos de luz tangerina

Tánger

Tánger estalla. Implosiona en fragmentos de luz azul anaranjado. Es una olla a presión que hierve sin nunca terminar de cocer lo que lleva dentro. La carne queda cruda, el pan sigue desnudo. Tánger necesita fermentar su levadura mitológica, acrecentar su masa grumosa de fantasías. De forma cuasi impúdica, derrama sangre cada vez que la rozan. Tánger es una herida que se resiste a cicatrizar. Aquí, morir de desamor es alimento más que suficiente para el día a día.