State of being. Kimono dress, 2012
Obra invitada de Chiharu Shiota
Patrocinio de la Fundación Banco Santander y colaboración de la Galería Nieves Fernández de Madrid
Museo de Bellas Artes de Bilbao
Plaza del Museo, 2. Bilbao
Hasta el 13 de octubre, 2014
Con manos de parca, como esas diosas del destino que tejen el hilo de la vida desde el nacimiento hasta la muerte, Chiharu Shiota (Osaka, 1972), trenza con hilos de lana negra finos encajes de tela envolviendo, velando, haciendo inaccesibles, objetos personales (en algunos casos rotos o quemados) como zapatos, máquinas de coser, camas, maletas, escaleras o vestidos, trazando con ellos la huella de experiencias tan vitales como viajar, caminar, soñar o vestir.
En el caso de la nueva obra invitada que el Museo de Bellas Artes de Bilbao muestra estos días hasta octubre, se trata de un kimono floreado rojo que la artista japonesa envuelve en una hipnótica maraña de lana que encoge y raya la luz en un espacio claustrofóbico y onírico. La titula “State of being, kimono dress” (Condición de existencia, vestido kimono) (metal, kimono e hilo negro. 260 x 180 x 80 cm), una pieza de 2012 que la pinacoteca bilbaína presenta como contraste contemporáneo a su interesante exposición de arte japonés.
No se puede saber dónde empieza ni dónde termina la seda de araña que teje. Antes del primer nudo, lo desconocido, como también lo desconocido después de ese hilo final. Y sin embargo, en medio de esos dos puntos de misterio, de inexistencia o existencia inmaterial atrapada en la trama del tiempo, algo existe…
La misma ecuación que alguien pensó hace más de dos mil años: si antes de nacer no era, y si después de muerto no seré, ¿qué soy ahora?
Lo que hay ahí es un kimono rojo que gente desconocida vistió una vez. La propia artista dice: “Utilizo vestidos porque para mí son la segunda piel humana. En este caso empleo un kimono tradicional japonés que encontré en Osaka. Es de seda y pertenece a la clase hōmongi (un traje de visitas, popular como traje semiformal desde hace siglos, que se viste en bodas, nacimientos o ceremonias del té). Los kimonos de las bodas sólo pueden utilizarse una vez, pero los hōmongi pueden emplearse en más ocasiones y siempre en celebraciones alegres. Lo cual significa que este kimono ha experimentado muchos momentos felices. Sus dueños lo utilizaron para eso y ahora comparte con nosotros algunas de esas hermosas vivencias. Realicé esta pieza pensando e imaginando estos recuerdos, que quedaron dentro abrazados entre las trazas de la lana y la seda”.
Lo que se muestra es pues un vestido que es al mismo tiempo el espectro que aparece cuando el cuerpo se duerme o muere, hecho de jirones de memoria, retales de experiencias, deseos quizá todavía intactos, sueños que se materializan aún y se resisten a borrarse. Un espectro hecho de memoria y también de amnesia, detenido o suspendido en esa trama de espacio-tiempo de una vida real que el espectador siente con cierto suspense agobiante como una pérdida, con melancolía y fascinación.
Iñaki Torres
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