#MAKMAArte
Entrevista con Claude Bussac (directora de estudios artísticos de la Academia de Francia en España) y Regina Quesada (artista ganadora de la Beca de la Casa de Velázquez 2023-24)
Casa de Velázquez
Paul Guinard 3, Madrid
La Casa de Velázquez es sede tanto de la Académie de France à Madrid (sección artística) como de la Escuela de Altos Estudios Hispánicos e Ibéricos (sección científica), una institución francesa dedicada al fomento de la creación artística contemporánea y a la investigación artística.
Claude Bussac retoma este año su antiguo puesto como directora de estudios artísticos de la Academia de Francia en España y nos presenta un prolífico programa de actividades para este nuevo ejercicio.
Por su parte, Regina Quesada, la artista valenciana que ha ganado la beca de residencia de este año, se encuentra trabajando sobre las huellas de la Guerra Civil inscritas en la piedra, un hecho especialmente relevante dado que el edificio de la Casa de Velázquez sufrió importantes daños durante el período bélico y sus piedras son actualmente destacados testigos del impacto de las balas.
Desde MAKMA hemos tenido el placer de conversar con ambas en el marco del nuevo programa de residencias artísticas, así como del próximo centenario de la entidad, que tendrá lugar en 2028.
Claude, estuviste dirigiendo PhotoESPAÑA durante más de una década y has pasado ahora a dirigir el programa de residencias de la Casa de Velázquez. ¿Cómo se ha producido este cambio?
Llevaba diecisiete años como directora general en La Fábrica. Aunque PhotoESPAÑA era el proyecto más grande y mediático, llevaba también la programación del Real Jardín Botánico de Madrid, de las exposiciones, otros festivales de literatura… Quise marcharme de La Fábrica el año pasado porque pensaba que había terminado mi ciclo allí y nunca pensé que volvería aquí –este puesto lo ocupé hace veinte años–.
Ya me había beneficiado de esta suerte hace dos décadas, pero conocí a la actual directora, Nancy Berthier, que es profesora de la Universidad de La Sorbona, y me habló de su proyecto en 2028: el centenario de la Casa de Velázquez. Me encargó un trabajo, un estudio que hice durante el año pasado sobre cómo plantear el centenario de la casa. Durante el proceso, Nancy me dijo que se iba la directora actual, que le gustaría que me postulara… Así que me lo pensé y le dije que sí, y aquí estoy. No fue muy premeditado.
Regina, ¿qué ha supuesto para ti ganar esta beca de residencia?
Creo que aún no soy consciente. Necesito un tiempo para materializarlo, en obra, en lecturas, en aprendizaje…, en muchas cosas. Generar un poso que germine, para que pueda salir de ahí la planta. Pero yo creo que lo importante de estos premios, en general, ya no es el hecho de conseguirlo, sino la oportunidad que se te abre a la hora de generar comunicación con otros artistas, con otras personas. El artista necesita también nutrirse del entorno y de las personas. Lo que siento es agradecimiento, me siento feliz. Eso es lo que siento: felicidad.
Claude, desde tu perspectiva como directora, ¿qué consideras que aporta una beca de residencia a la formación de un artista o de qué modo puede suponer un impacto en su trayectoria?
Yo creo, también, como dice Regina, que siempre impacta porque la beca saca a los artistas de su entorno habitual y los pone en otro que, a priori, debe ser agradable, aunque puede ocurrir de todo. Pero, en general, el contexto está hecho para que puedan desarrollar bien su trabajo durante un año. El artista es investigador, necesita dedicarle tiempo a su investigación, está bien que conozca a otra gente, tanto artistas como investigadores, en este caso de la Casa de Velázquez, en ciencias sociales…; que se pueda nutrir de tener el tiempo y el espacio idóneos, pero también un contexto de encuentros.
¿De qué manera creéis que se pueden dinamizar las interacciones entre creación e investigación?
Claude Bussac: Yo conozco pocos artistas hoy en día que no investiguen. Creo que todos los artistas lo pueden hacer con un método u otro distinto, pero hay mucho trabajo de taller; no hay ningún artista que esté simplemente esperando a que les llegue la inspiración. El proceso creativo es muy complejo y, por lo tanto, se puede dinamizar dando oportunidades para que puedan dialogar sobre su proceso creativo. No obligarles a dar resultados, sino que haya etapas en su momento de estancia donde puedan enseñar o hablar de su proceso de creación a la propia comunidad de residentes o visitas de talleres con periodistas, comisarios, público en general cuando hagamos la jornada de puertas abiertas…
Hay muchos momentos, pero lo que nos interesa es más el proceso creativo que el resultado, pues somos un sitio de creación, no un sitio de difusión. Podemos hacer cosas de difusión, pero nuestro ADN es de investigación; entonces, no nos interesa que los artistas estén obsesionados, sino que investiguen. Nos va a nutrir a todos.
Regina Quesada: Lo que comenta Claude es importante. Durante las primeras semanas de mi estancia aquí hicimos una presentación de proyectos, tanto investigadores como artistas, y creo que lo bueno de unificar y propiciar ese tipo de reuniones es que se generan unas atracciones generales. Cuando acabé mi presentación, se me acercó una chica antropóloga que investiga un concepto relacionado con mi manera de trabajar la piedra, y estuvimos hablando sobre cómo trabajo con conceptos antropológicos propios de nativos indígenas que veneran la piedra. Eso ya se está generando aquí; ese tipo de comunicación, de una raíz natural.
Regina, ¿en qué consiste ‘Piedras: sobre una geología del territorio’, el actual proyecto que estás desarrollando en el marco de esta beca de residencia?
El proyecto que presenté para la Casa de Velázquez está vinculado a un concepto contemporáneo que llevo un tiempo trabajando e investigando. El tipo de obra que genero es una pieza inventada; no copio, no hago ningún tipo de estudio previo sobre el material… Directamente, es una pieza que proyecto a partir del formato del papel y empiezo a construirla.
¿Por qué? Es importante que lo explique porque tiene un sentido: entras en un estado de meditación; conforme voy construyendo, lo que hago va cogiendo un sentido. Como ha comentado antes Claude, el trabajo, cuando empecé, me llevó a investigar por qué el cuerpo me está generando este tipo de diálogo con este tipo de pieza.
El proyecto que he presentado está vinculado con los agujeros de los proyectiles generados en los bombardeos de la Guerra Civil. La piedra habla de un espacio-tiempo suspendido. ¿Qué es lo que pretendo? Proyectar esa especie de piedra flotante. En el imaginario, conecto los agujeros de bala; es como si entrases en los agujeros de bala, de modo que penetras la piedra y estás en un espacio diferente. Conecto los impactos de bala con las alineaciones de Karnak, de la época neolítica. Uno de los yacimientos más extensos y grandes que se conservan, unos alineamientos de unos menhires generados y colocados por el hombre. Esto está generado por el hombre, aquello también.
Yo creo un espacio-tiempo a través de los agujeros de las piedras, un espacio suspendido donde yo congelo el tiempo de manera subjetiva, porque el tiempo no para. Pero llega un momento en el que el tiempo real, este agujero de bala y el alineamiento de Karnak están en mi tiempo. Es un poco abstracto, pero en ello estoy. Presentaré formatos, trabajaré con cámaras fotográficas antiguas para crear un discurso sobre el agujero, la huella, y estoy abierta a ver qué va sucediendo.
Regina, ¿cuáles dirías que son tus referentes teóricos o artísticos?
Referentes artísticos –por la investigación en la que ya llevo tiempo–, Lucio Fontana, con la profundidad del agujero, la huella… Traspasamos el lienzo, traspasamos el papel y con eso se genera otra expansión, otro concepto, otro microcosmos, llamémoslo así. Es como que somos un todo; genero ese microcosmos a través del agujero.
Aparte de Lucio Fontana, aquí he sacado un libro que me interesa, ‘La Ciudad Universitaria de Madrid y La Casa de Velázquez: escenas y huellas de una guerra’, de Rafael Rodríguez Tranche. Me estoy centrando para poder trabajar el proyecto en qué sucedió aquí, qué pasó. Ahora estoy en la búsqueda de bibliografía histórica, vinculada a la Guerra Civil aquí, en la Casa de Velázquez, para ver hacia dónde me lleva también.
¿Consideráis que la práctica artística es, a la vez, una práctica política? En caso afirmativo, ¿de qué manera lo sería?
Claude Bussac: Yo estoy convencida de que sí; no me cabe la menor duda de que lo es. Es una actividad política en el sentido de los ciudadanos, no en el sentido de ser partidaria de un partido.
Regina Quesada: Yo creo que sí; creo que, sin quererlo, te lleva a que tengas ahí algo que contar. Realmente, mi trabajo está más vinculado al patrimonio: yo investigo más sobre qué ha sucedido en una época, por ejemplo, en este yacimiento neolítico. Y la piedra de aquí a mí me ha llevado a hablar de una huella que es la guerra civil española; entonces, claro que te lleva de alguna manera.
Claude, ¿de qué manera instituciones como esta podrían contribuir a establecer relaciones diplomáticas en el terreno artístico entre países como Francia y España?
Contribuye. Es su misión, es decir, lo tiene que hacer. Una de las misiones que tiene la Casa de Velázquez es la diplomacia cultural, en la medida en que puede alojar tanto a artistas franceses para trabajar sobre artistas o investigadores que trabajan sobre España o la Península Ibérica, América Latina… E, igualmente, a artistas españoles para que puedan intercambiar también.
Siguiendo con esta cuestión, ¿qué nos depara la programación de actividades artísticas para este año (cuyos contenidos más específicos serán presentados el miércoles 15 de noviembre)?
Hay cuatro exposiciones al año aquí, en la Casa. Recientemente, hemos inaugurado una exposición que se llama ‘Velázquez invita a Picasso… y Carmen Calvo’. Es una exposición que se hace en el ámbito de las actividades sobre el aniversario de la muerte de Picasso. Parte de una investigación que se ha hecho entre el Museo Picasso de Barcelona y la Casa de Velázquez sobre cómo Velázquez ha influido mucho a través de ‘Las meninas’, entre otros, a Picasso.
Hemos añadido en la exposición a Carmen Calvo porque, también, todo este trabajo de investigación ha unido a mucha gente que ha coincidido en la Casa de Velázquez, es decir, el director actual del Museo Picasso de Barcelona es un antiguo investigador de la casa; Carmen Calvo es una antigua artista de la Casa de Velázquez, también ha hecho referencia a ‘Las meninas’ de Picasso en sus trabajos que aquí presenta.
Después, durante la próxima edición de ARCO habrá una exposición de los becarios y vamos a tener este año, como novedad, una madrina de la promoción, una artista de renombre que hará una intervención (todavía no puedo hacer público su nombre), y al final la exposición de los residentes que están aquí durante un año. Pero en el exterior hay muchas citas, con ARCO y con proyectos que se van a hacer individualmente con cada uno de los artistas, es decir, espero que sea un año con mucha actividad.
Y para terminar con la entrevista, Claude, ¿podríamos tener algún avance del centenario de 2028?
Avance no tenemos ninguno, sino que la intención es hacer actividades no tanto retrospectivas, sino de planteamiento de qué papel tiene una institución como la nuestra en el mundo actual. La reflexión que me hice haciendo el estudio es que no es una institución con un modelo decimonónico que se ha parado en el tiempo, sino que, hoy en día, tiene aún más sentido porque necesitamos un oasis de investigación y de cultura, de arte y de pensamiento. Eso es muy importante en el mundo en el que vivimos.
Siempre hablamos de innovación pensando solo en el tecnológico y yo creo que el arte y el pensamiento tienen mucho que ofrecer a la sociedad del futuro. Entonces, creo que en esto el modelo híbrido es muy interesante porque este tipo de institución tiene un papel muy importante que jugar hacia el futuro. Durante este centenario, lo que queremos es ver esto, aunque también habrá referencia a lo que ha pasado y, sobre todo, en un sitio –como lo decía Regina en su trabajo– que tiene un peso fuerte en la historia de España, porque ha sido, realmente, un lugar en el frente de la Guerra Civil, pero tiene mucho que proponer, espero, para la sociedad del futuro.
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