#MAKMAModa
IV CLEC Fashion Festival
‘#CLECWHITEMERGENCY’
Ciudad de las Artes y las Ciencias
28 y 29 de octubre de 2023
Como desde hace ya cuatro años en València, el último fin de semana de octubre, la moda fue el centro de todas las miradas. El CLEC Fashion Festival inauguró su cuarta edición bajo el lema ‘#CLECWHITEMERGENCY’ a través del que Miquel Suay, el director del festival, recordaba que la moda es arte, “pero también reivindicación”.
Así, el emblemático entorno se tiñó de tonos fríos, los sillones de los asistentes estaban fabricados con doce toneladas de residuo textil y todos los elementos, como la iluminación y la música, crearon un ambiente gélido que no tenía otro objetivo que el de concienciar al público sobre el deshielo de los polos. Todo se resumió en un manifiesto en el que se advertía de que no existe un Planeta B y se ponía en relevancia la importancia de las pequeñas acciones, sobre todo, porque nunca lo son.
Al entorno perfectamente decorado para la ocasión se le sumó el compromiso de los asistentes, de los que siempre se puede esperar que cumplan el código de vestimenta a rajatabla y sus estilismos no defraudan ni una sola vez. Este año se escogieron el ‘Artic White’ y el ‘Frozen Blue’ como los colores principales del evento, un gran contraste con el rosa tan llamativo del año pasado que evidencia la capacidad de reinventarse a lo largo de cada edición.
En esta ocasión, el acto inaugural se celebró en forma de danza contemporánea de la mano de diecisiete bailarines del Conservatorio Superior de Danza de València (CSDV) Nacho Duato. Un espectáculo dinámico basado en ‘Las Cuatro Estaciones’ de Vivaldi, que representaba la lucha entre las cuatro épocas y la locura climatológica actual. La música se fue entremezclando con una voz en off que recitaba la importancia de un futuro más responsable.
Con el mensaje final del espectáculo, se encendieron los focos. Empezaba el desfile.
Los primeros en romper el hielo y presentar sus propuestas fueron el grupo de diseñadores sostenibles, un conjunto de estudiantes de moda que, utilizando nuevas técnicas y materiales reciclados, demostraron un mundo nuevo de posibilidades para el sector.
Altea Velázquez rindió homenaje a su padre con una colección titulada ‘Carbón y ramas secas’, que representaba la efimeridad de la vida en las diferentes fases del duelo. La joven contó para este medio que la colección fue confeccionada en base a las prendas de su progenitor y que para ella la moda existe para generar debate, por eso se identifica con un estilo “transgresor y reivindicativo”.
Paula Lérida encarnó a través de sus diseños el espíritu de ‘El Romancero Gitano’, de Federico García Lorca. Ellas son tan solo algunos ejemplos de todo el talento joven que se pudo disfrutar durante el evento y que este año, como novedad, se reconoció con una mención en los premios del festival en la categoría de sostenibilidad, otorgado a Jeanología.
Dos de los nombres más aclamados del cartel fueron Dolores Cortés y Agatha Ruiz de la Prada, ambas diseñadoras patrias consagradas. La primera presentó su colección ‘Dewi Danu’, que rendía homenaje a la diosa del agua de la cultura asiática, una recopilación de trajes de baño con estampados florales y tropicales, todos en colores que recordaban a la naturaleza y conjuntados con accesorios XXL, como pamelas o pendientes.
En segundo lugar, ocurrió un pase de modelos con volúmenes excéntricos y una combinación de colores flúor brutal que, efectivamente, solo podrían ser obra de Agatha Ruiz de la Prada, quien además fue galardonada con el premio CLEC Fashion Superstar en el sector moda.
También pisaron con fuerza esa larga alfombra azul y blanca que giraba 360º los diseños de Pablo Bosch (Keperezaxico), quien elevó la tendencia del football core a la máxima potencia; Modistilla, con su universo propio de lazos, lentejuelas y plumas; y Visori, quien jugó con los tejidos y ofreció una representación icónica de las diversas tendencias contemporáneas. Jaime Piquer con su elegancia y Alineo Studio con sus formas fluidas tan características se añadieron a la lista de diseñadores de renombre.
Cuando la luz del sol cayó y a través de la cristalera se podían apreciar los últimos rayos del día, se abrieron paso para cerrar el desfile Antonio Martino, quien trajo su talento y sus diseños directos de Italia e Yvan Andreu, que apostó todo a un color rojo intenso en una colección impecable.
Pero, sin lugar a duda, esta entrega del CLEC Fashion Festival se vio impulsada por los diseñadores noveles, divididos en dos grupos: los noveles del Ártico y del Antártico. Una generación que renueva el mundo de la moda en el que resonarán sus nombres, como es el caso de Fabiola Ricci y su reinterpretación de una nueva galaxia dando lugar a una muestra llena de metalizados y volúmenes, o Gonzalo Villamax, el premiado en esta categoría por su colección ‘Simpleza Nativa’.
El grupo de los emergentes, por su parte, también sorprendieron con un trabajo reivindicativo, fresco e innovador. Gracias a estas propuestas València se volvió a situar en el epicentro del talento y se dejó claro que la capital mediterránea se puede impulsar junto con otras grandes ciudades, como Milán.
Es cierto que, aunque hasta ahora se haya hablado mucho de moda, el CLEC nunca va solamente de eso. En palabras de Esther Olivas, la directora general de Emprendimiento e Internalización de la Generalitat Valenciana, “es un festival creativo multidisciplinar”. Es por eso por lo que cuando los focos de la pasarela se apagaron, empezó el espectáculo musical de la mano de artistas como Las Nanas y Borja Nuit o Declive y Native Nomads. El arranque hacia la pista de baile estuvo motivado por el DJ Pepino Marino, el videoartista Yonisshoes, KLZZ y Wavex. El último día, como cierre de la edición, la fiesta bajo el lema ‘Save the Polar Bear’ se trasladó a Piccadilly Club.
El evento ha cumplido una vez más su propósito de convertirse en un escenario idóneo para reflexionar sobre el porvenir de la industria, incluso más allá del territorio valenciano, por eso se contó con la participación del filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, quien fue premiado en la categoría de comunicación y acto seguido se asistió a la presentación y firma de la biografía de Agatha Ruiz de la Prada.
La cocina también tuvo su lugar y el sábado empezó con el sabor de los showscooking, en esta ocasión los encargados de crear el maridaje perfecto entre moda y gastronomía fueron las dos Estrellas Michelín, Carito Lourenco y Fernando Ferrero.
En definitiva, una cuarta edición que llegó con la dificultad de las expectativas que generan otras entregas anteriores, el reto (y compromiso) que supone llevar la etiqueta ‘sostenible’ y la incertidumbre de no saber si habrá más el año que viene. Diana Morant, la ministra de Ciencia e Innovación, lo resumió a la perfección con la frase “cosiendo el porvenir”. Que nunca nos falte la moda y València siga haciendo ‘clec’.
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