Cucaracha con paisaje de fondo

#MAKMAEscena
‘Cucaracha con paisaje de fondo’
Dirección y dramaturgia: Javier Ballesteros
Con Javier Ballesteros, Laura Barceló, Eva Chocrón, Virginia de la Cruz, Matilde Gimeno, María Jáimez y June Velayos
Una producción de Mujer En Obras
Teatro Quique San Francisco
Galileo 39, Madrid
Hasta el 11 de junio de 2023

“Así como se atribuía al género humano un instinto de reproducción, debía atribuírsele otro más definido y apremiante, que era el instinto de matar cucarachas, y que si éstas habían logrado escapar a la ferocidad humana era porque se habían refugiado en las tinieblas”, aventuraba Gabriel García Márquez en ‘Cien años de soledad’. Un averno húmedo y lóbrego en el que multiplicarse por determinismo biológico, preservado de un deslumbramiento solar capaz de doblegar su resistencia.

Un sótano caliginoso al que el dramaturgo Javier Ballesteros desciende y alicata con hechuras medicinales en ‘Cucaracha con paisaje de fondo‘, una producción de Mujer En Obras, merecedora de dos Premios Max 2023 (mejor espectáculo revelación y mejor autoría revelación), que prosigue su trayectoria termal para retornar, hasta el 11 de junio, al Teatro Quique San Francisco de Madrid, donde ya inaugurase, en 2022, la II edición del Festival Sala Joven.

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“Me interesa bastante el asunto que tenemos como seres humanos de la promoción de la especie, cueste lo que cueste, pase lo que pase”, afirmaba Ballesteros a su reciente paso por el Teatro Español. “Ese es un poco el tema que se encuadra en este lugar”, un balneario de emulsiones clínicas al que acuden a tomar las aguas un heteróclito grupo de mujeres con dificultades para gestar en desesperada búsqueda de la concepción. “Un lugar que está diseñado para la prolongación, más allá de que el mundo se esté destruyendo ahí afuera”.

Porque Javier Ballesteros sitúa el báratro de las desdichas en el epicentro biológico, cultural y político de cuanto pretende definirnos como especie superior, al delirante calor de una sinrazón superviviente que asola cuanto eclosiona a su paso, impelida por aquellas leyes naturales de carácter causal y mecánico que procuran sortear nuestra extinción.

Y así lo alumbra en cinco actos hilvanados de incógnitas, fatalidades y absurdo, dejando a sus protagonistas empelucadas al desamparo de un horizonte moral quebradizo y delirante, que evoluciona en verso con el coro dialéctico de las tragedias griegas, el hedor oxidante de las purificaciones y un enredo de hechicerías, bebedizos tóxicos y quebrantos hipocráticos de la deontología médica.

Una “tragicomedia de la crueldad” –definía su autor– edificada sobre una estructura clásica con la que lubricar la epatación escénica, que gravita en torno a la maternidad, la identidad femenina y, acaso, un autorretrato turbador y cómico sobre los nebulosos principios que nos imposibilitan para edificar un diálogo fértil con el desacuerdo.