#MAKMAEscena
‘Dinero’
A partir de la obra ‘Pluto’, de Aristófanes
Versión y dirección: Iria Márquez
Intérpretes: Salut Alcover, Sergio Bataller, Carmen Bort, Mª Carmen Fernández, Isabel Jareño, Amparo Morillas, Adrián Ombuena, Susa Orts, Ana Pascual, José Pérez Arnal, Jose Ramón de la Peña, Juan Ribes, Alicia Ruiz, José Luis Pinotti y Luis Montenegro
Sala Russafa
Dénia 55, València
Del 23 al 25 de junio de 2023
El solsticio de verano convoca en València a dos griegos que no necesitan presentación, cuya presencia puede considerarse avanzadilla de Sagunt a Escena: Sócrates y Aristófanes. Ansiosos de solazarse con el caliginoso estío mediterráneo, abandonan sus marmóreos mausoleos para darnos una lección de humildad. Que en sustancia y esencia los seres humanos seguimos en pañales –tangas y taparrabos– por mucho que nos vanagloriemos con arrogancia del progreso tecnológico y los juguetitos que manejamos.
Mamíferos lampiños compulsivos, temerosos y desorientados. Sócrates protagoniza el Festival Al Crepuscle, que se celebra esta semana en el Viejo Puerto de Sagunto, y Aristófenes revive en Sala Russafa dentro de su Festival de Talleres de Teatro Clásico con el montaje ‘Dinero’, dirigido por Iria Márquez, una comedia que versiona su obra ‘Pluto’, una sátira sobre la obsesión por el vil metal.
«Escogí esta pieza porque su contenido mantiene plena vigencia y quería acercarla al espectador para suscitar una reflexión: ¿Qué estamos haciendo mal en una sociedad que idolatra el dinero por encima de todo?», dice Iria Márquez que, además de dirigir el taller II Taller de interpretación para no profesionales y el montaje, ha realizado la adaptación del texto de Aristófanes.
«Lo primero fue ajustar el número de personajes a los integrantes del taller, con franca mayoría femenina, también concebimos algunos gags cómicos con referencias a la actualidad económica y, por último, la música de nuestra época».
La ambientación sonora incluye desde el swing de Peggy Lee al mambo de Peggy Como, o la elegancia del crooner Dean Martin. ‘¿Qué será, será?’, ‘Fever’ o ‘Buona será signorina’ acompañan divertidas escenas que invitan al público a preguntarse si tiene algún sentido el valor que otorgamos a un bien que nadie puede llevarse a la tumba. El poderoso don Dinero, necesario pero nunca suficiente, que no da la felicidad pero hace más llevaderas las desgracias.
«Me llamó mucho la atención que uno de los personajes de la obra de Aristófanes habla de la dificultad de encontrar médicos en Atenas, porque la mayoría a emigrado a otros lugares donde les pagan mejor como empieza a ocurrir en España», comenta Márquez que, mediante un vestuario y escenografía atemporal, recrea una historia conectada directamente con el siglo IV a.C.
«Es increíble que algo escrito hace tantísimo tiempo diga siendo divertido e interesante en una sociedad que, supuestamente, ha evolucionado muchísimo. Pero, al hablar del valor que se le da a lo material, permite entender por qué las cosas han ido como han ido y por qué en el siglo XXI hay gente verdaderamente obcecada con los bienes materiales».
En tono de humor y con la amabilidad de la comedia, el espectáculo aborda el injusto reparto de las riquezas o la excesiva importancia que se les otorga. También habla de cómo las legítimas aspiraciones pueden convertirse en enfermizas obsesiones. La historia comienza cuando un hombre que no tiene grandes posesiones acude a un oráculo a consultar qué puede hacer para que su vida mejore, ya que se ha dado cuenta de que quienes más tienen, y que no siempre lo han conseguido honestamente, pues suelen ser personas corruptas, viven mejor que él.
La respuesta es que debe seguir al dios Dinero, Pluto que es ciego por voluntad de Zeus cabreado con los hombres. «Es uno de los detalles que refleja lo actual y lo crítica que es esta obra. Zeus lo ha convertido en invidente porque antes solo daba las riquezas a las personas buenas. Ahora, siendo ciego, ya no las puede distinguir».
Así, corre la voz sobre cómo ser rico y el dios Dinero tiene cada vez un séquito más numeroso de fans. Pero todas esas personas, que han salido apresuradamente de sus casas, no caen en la cuenta de que otra diosa, Pobreza, aprovecha que las viviendas están vacías para entrar, adueñarse de ella, llevando la carestía a esos hogares abandonados por perseguir la abundancia.
«Creo que Aristófanes quería hacernos ver todo lo que perdemos cuando nos ciega la obsesión por el dinero. Y habla de pobreza en un sentido muy amplio, material pero también espiritual, personal. Es un mensaje muy contemporáneo que se puede aplicar a muchas situaciones. Por ejemplo, cuando estamos ansiosos de mostrar la vida supuestamente fantástica que tenemos en las redes sociales, no disfrutamos de los momentos que retratamos, haciendo y volviendo a hacer fotos hasta que quedan perfectas, o cuando se prioriza la carrera profesional a la vida familiar, las amistades o las relaciones personales», añade Márquez.
‘Dinero’ es el proyecto fin de curso de uno de los talleres para actores no profesionales que se imparten en Sala Russafa. «Se desarrollan a lo largo del curso lectivo, un día a la semana y participan en ellos personas de perfiles muy diversos que desean dedicar su tiempo libre al teatro», explica Márquez. «La mayoría son de mediana edad, aunque también hay jubilados y personas mayores que interactúan con los de otras edades. Toni Aparisi y Chema Cardeña dirigen otros talleres también en Russafa».
Además de terapéutica, la formación dramática ayuda a fomentar el trabajo en equipo, la capacidad de expresión verbal y corporal y, sobre todo combate el aislamiento y la soledad, tanto de los recién llegado a escena como de quienes está a punto de echar el telón a sus vidas.
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