‘Edel Rodríguez. Agente Naranja’
Comisario: Nacho Navarro
Sala Zero
Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC)
Museo 2, València
Hasta el 12 de septiembre de 2021
La exposición ‘Edel Rodríguez. Agente Naranja’, que el Centre del Carme Cultura Contemporánia acoge hasta el 12 de septiembre, está impregnada de “primeras veces”. Nunca antes el contenido político del artista cubano, afincado en Estados Unidos, había sido expuesto en ningún centro de arte, sino que solo había sido acogido en galerías –y menos todavía a un océano de distancia–.
Además, tampoco se habían materializado obras gráficas y convertido en esculturas, como ha sido el caso de la icónica imagen de Donald Trump cortándole la cabeza a la Estatua de la Libertad o la de Joe Biden devolviéndosela, siendo dos partes de un todo.
Es, precisamente, a raíz de esta preciada libertad, de la que el artista hace bandera, por lo que su obra se ha convertido en un punto de controversia y ha causado gran revuelo entre las masas. De temática política, las obras de Edel Rodríguez no dejan a nadie impasible y eso incluye a las altas esferas. Apodado el ‘Agente Naranja’, Rodríguez ha realizado trabajos que han acabado en portadas de revistas como Der Spiegel o Time, lo que le ha convertido en uno de los ilustradores y artistas gráficos más influyentes de mundo.
Edel (Gabriel) Rodríguez nació en La Habana (Cuba), en el año 1971. Con raíces españolas y empujado por el contexto, llega a Estados Unidos con su familia en 1980 en busca del llamado “sueño americano”. Las circunstancias castristas que provocaron la marcha de su país natal lo marcaron de por vida y, en la actualidad, esa necesidad de expresión que un día fue reprimida es todo un símbolo de libertad y coraje.
Al ser un referente en el tratamiento de temas políticos de interés social, no es de extrañar que haya entablado una estrecha relación personal con el público que sigue y aclama su trabajo. Rodríguez lleva en “este mundillo” casi toda su vida, desde que empezó sus estudios artísticos (y ya son 20), se ha dedicado a agitar la sociedad estadounidense, poniendo en el punto de mira no solo la política de su país de acogida, sino a todos los demás a escala mundial, porque, para el autor, lo importante es transmitir la idea.
El comisario de la muestra, Nacho Navarro, ha estructurado la exposición en diversos espacios, utilizando uno exterior para ubicar las esculturas, y otro, interior, subdividido en una zona gráfica –con obras impresas en 2D– y otra audiovisual. Sobre el motivo de la exposición, lo razona poniendo el caso de Vicent Miquel Carceller, director de la conocida revista La Traca, que fue fusilado en 1940 junto a su ilustrador, en el Pabellón de Paterna, a manos del régimen franquista por el contenido político, satírico y sindicalista de la publicación.
Lo que buscaba el comisario era encontrar similitudes en otros artistas, como es el caso de Rodríguez, quien también es blanco de insultos, amenazas y vejaciones por hacer uso de la libertad de expresión.
Edel Rodríguez –que intervino mediante conferencia online– afirmó que, para él, “pensar es igual que pintar”. Dijo tener la necesidad de explicar con sus obras por qué pasan las cosas, algo que ya le ocurría desde niño, cuando se vio forzado a marcharse de su país natal en busca de una vida mejor.
Este justiciero del arte, con una tableta y un lápiz digital como únicas armas, confiesa que realizó el contenido que ahora se expone en el Centre del Carme porque “quería contar lo que estaba pasando en el país, ya que en el resto del mundo la gente no era consciente de ello”.
“¿Alguna vez ha pensado el artista en abandonar su contenido más problemático –y también más popular– precisamente por las amenazas que recibe de manera constante?”, le preguntamos. “Donde va la idea, voy yo. No me planteo tirar la toalla. Cuando tienes una idea necesitas sacarla”, responde Edel Rodríguez.
Ahora que Donald Trump ha abandonado la Casa Blanca –no de manera pacífica, pero sí como se esperaba–, y aunque está inmerso en otros proyectos –como su autobiografía ilustrada–, el artista declaró que no va a dejar de hacer ilustraciones de contenido político, porque “los americanos fundamos y creamos tendencia, aunque hay otros personajes parecidos”.
Y es que, si bien es cierto que el expresidente americano es la figura central de esta muestra, aparecen otros políticos como el dictador norcoreano Kim Jong-un o el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Y silenciando las acciones de ellos o tantos otros, continúa Rodríguez, “no avanza la sociedad”. Y añade: “El comunismo y el capitalismo se parecen. Uno te vende revoluciones y el otro un producto. La política debe de ser lo que más beneficios trae a la sociedad. Un ‘dar y tomar’”. “Si ocurre algo político en lo que crea que mi obra puede ayudar, lo haré”, concluye el artista.