El diseño de producción | Félix Murcia
MAKMA ISSUE #05 | Diseño
MAKMA, Revista de Artes Visuales y Cultura Contemporánea, 2022
“En principio, cada plano de cada película es el producto de un diseño meticuloso, de un afán de perfección que es el resultado de muchos días, meses y hasta años de trabajo por parte de un equipo de cineastas, en el que un Súper-Director Artístico o Diseñador de Producción juega un papel fundamental. Él se encarga de aportar el entorno visual que requiere cada película, valorando más la atmósfera que necesita en función dramática dicho entorno, que sus propios gustos personales.
Estamos hablando de un artista que está en disposición de adaptar su estilo y conocimientos a muy distintos tipos de película. La capacidad, en su función, del Diseñador de Producción es versátil en extremo, los registros entre los que se debe mover no conocen límites, y su arte consiste en desplegar unas enormes dotes imaginativas, ateniéndose a unas precisas limitaciones técnicas, prácticas, y económicas.
Se enfrenta a la tarea tan ardua como fascinante de embridar dichas dotes imaginativas con las condiciones pragmáticas, de forma que la filmación sea físicamente posible en todo momento, pues su labor se encuentra en todo momento no solo mediatizada por su, a la vez, otra función práctica, sino además de por el tiempo y la economía, por los cambios de parecer, la ejecución física de la obra diseñada, y su propio ojo crítico.
Desde que esboza una primera idea en el papel y hasta que dicha idea se convierte en una realidad palpable y finalizada, este especialista, experimenta, durante semanas o meses, dudas incesantes, momentos de alegría, análisis críticos, y la evaluación constante del estado de salud de la criatura parida por su imaginación.
Como sucede en tantos procesos creativos, no llega a saber de veras cómo se materializan sus ideas hasta que la película ha sido montada definitivamente y proyectada ante el público…”.
[Introducción de Michael Stringer, presidente del Sindicato de Directores Artísticos de la Industria Cinematográfica Británica, en ‘Film Design’ (‘The Tantivy Press’, 1974)].
El método de diseño que se sigue en realidad consiste en destilar una concepción visual a partir de los aspectos temáticos, emocionales y psicológicos que rezuma el guión.
Esta concepción se convierte en el factor decisivo en todas las elecciones estéticas que atañen al diseñador, tales como el atrezzo, la masa y el volumen de los decorados, la fuente de luz, las localizaciones, los colores, y texturas de cada uno de los decorados etc. Para dotar al filme de una estética global, todos estos elementos deben armonizar entre sí y evocar una atmósfera adecuada a cada historia y sus personajes.
Es fundamental entender que el diseño de una película no tiene nada que ver con el diseño de interiores o la moda. Esta profesión está, ante todo, al servicio de un arte dramático, tanto artística como técnicamente y de forma pragmática ya que no solo tenemos que diseñar los decorados de una película, sino también facilitar que puedan ser filmados técnicamente y conocer la manera en que se invierte el dinero y el esfuerzo eficazmente para plasmarlos.
El Production Designer es la primera persona cualificada del Departamento de Dirección Artística que interviene con criterio propio en la preparación escenográfica de una película, para exponer y expresar gráficamente el aspecto visual de los escenarios en los que se desarrollará toda la acción dramática descrita en el guion.
Para ello, utiliza recursos tales como bocetos ilustrativos, dibujos detallados, fotografías, o storyboards (no confundir con los storyboards utilizados normalmente a modo de guion técnico para planificación, encuadres y movimientos de cámara) de los decorados y localizaciones. Casi siempre, incluye en ellos tanto a los personajes que intervienen, con sus vestuarios y caracterizaciones, como el ambiente o atmósfera de luz que los envuelve; puesto que todo ello es contemplado conjuntamente como un componente más de la escenografía, por poseer forma, color, y estilo, debiendo, por lo tanto, estar en sintonía con todos los demás elementos de cada escenario, armonizando tanto con los espacios arquitectónicos como con los elementos decorativos, u ornamentales y constructivos, o de expresión dramática.
Concibe y propone unas imágenes artísticas, que quieren ser lo más cercanas a las que se pretende obtener cinematográficamente, transmitiendo a través de ellas la información visual suficiente para que tanto el director artístico, junto con todos los componentes de su departamento y todas las secciones que dependen del mismo, así como el director de producción, el diseñador de vestuario, los caracterizadores, los técnicos en efectos especiales, el director de fotografía, y el propio director de la película se puedan aproximar o situar en cada uno de los escenarios que se pretende plasmar, especialmente en los más importantes, partiendo de unas determinadas imágenes diseñadas que no solo sirven como referencia artística, sino también como guía para unificar los respectivos criterios de cada especialidad en una misma dirección, tanto por su expresión plástica como dramática.
En España, durante estos últimos años, en pos de mejorar la calidad de la dirección artística –estimulados por los premios Goya–, lo que más ha contribuido a la evolución profesional de los directores de arte, como consecuencia de un mayor compromiso y responsabilidad, ha sido el inicio de una aproximación –aunque por ahora aún tímida– hacia la figura del diseñador de producción angloamericano, que como es sabido se ocupa únicamente de realizar, además de dirigir jerárquicamente el departamento de dirección artística, del diseño del aspecto visual o tratamiento plástico y expresividad de los escenarios de las películas, así como también de la estimación de su costo y de la supervisión global de su acabado artístico.
Félix Murcia
Director artístico y diseñador de producción
Este artículo fue publicado en MAKMA ISSUE #05 | Diseño (junio de 2022).