Prometeo. Dansa València

#MAKMAEscena
38ª edición de Dansa València
Lema: ‘Sueño insinuado’
Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo
Generalitat Valenciana
Hasta el 13 de abril de 2025

El término torbellino proviene del latín turbo, y define ese remolino de viento que gira velozmente y levanta todo cuanto encuentra a su paso. Dansa València, en su segunda jornada, ha sido precisamente eso: una espiral de cuerpos, ideas, territorios y emociones que ha recorrido la ciudad como un fenómeno atmosférico. Desde el claustro de La Nau hasta el TEM, en el Cabanyal, el convoy escénico ha trazado una ruta a través de la ciudad en el segundo día del festival.

Corporativismo distópico y ciencia ficción coreográfica

La programación matinal en el claustro de la Universitat de València abrió con dos piezas de acceso libre, casi a modo de cápsulas críticas en pleno corazón institucional. Jessica Castellón & Boris Orihuela, con ‘Cuentas corrientes’, sumergen al espectador en una sátira humorística sobre el mundo corporativo.

Entre movimientos con inspiración de las danzas urbanas y una estética muy elocuente, llevan al extremo la imagen del ejecutivo contemporáneo. El capitalismo como coreografía disfuncional.

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Jessica Castellón, a quien ya habíamos visto en el Focus Valencià, demuestra aquí una versatilidad escénica que se potencia en el diálogo físico con Orihuela. El tándem con Boris Orihuela es fructífero y seguro que nos seguirá dando mucho de qué escribir.

A continuación, el colectivo navarro Qabalum ha presentado ‘Todo este ruido’, una pieza que nos sitúa de nuevo en la distopía (quizás el gran género de nuestro tiempo) a través de una historia íntima que cuenta con un tercer compañero: un dron que intenta bailar con los intérpretes de carne y hueso. La presencia escénica de Lucía Burguete es poderosa y nos transporta a un lugar indeterminado al otro lado de su mirada.

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Según palabras de la compañía navarra, compuesta también por Diego Pazó, el trabajo se inspira en los mitos de creación, el génesis y las intuiciones filosóficas más antiguas. Sus colaboraciones con Daniel Abreu, Jesús Rubio o Elías Aguirre les avala en este trabajo que bebe del cómic y la ciencia ficción.

En lo mínimo está lo infinito: Rubio Gamo y el umbráfono

El menú prosiguió, a las 17:00, en La Mutant con Jesús Rubio Gamo y su nueva creación ‘…todas esas cosas dentro de las cosas que llamamos cosas escondidas en…’, una exploración de la complejidad contenida en los gestos sencillos. El creador, ganador del Premio El Ojo Crítico en 2020, reafirma su enfoque artesanal de la composición coreográfica, esta vez en alianza con el artista sonoro Enrique del Castillo.

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El umbráfono, un dispositivo que convierte películas analógicas en sonidos, otorga a la pieza una dimensión acústica singular. Con este invento, Del Castillo obtuvo el primer premio de arte sonoro PowSOLO, otorgado por un jurado que incluyó al reconocido compositor Ryuichi Sakamoto.

Prometeo o la manera de abordar un mito

El segundo gran estreno del día es ‘Prometeo’, en la sala Martín y Soler del Palau de les Arts. Las autoridades, los programadores y prensa llegan en tres autobuses que les traen desde La Mutant: es el convoy de Dansa València, que se adentra en la dimensión desconocida del arte escénico. El público está deseando conocer la esperada revisión del mito por parte de la ilicitana Asun Noales, directora de OtraDanza y reconocida con múltiples Premios Max y de las Artes Escénicas Valencianas.

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La pieza, una coproducción entre Les Arts, el Institut Valencià de Cultura-Festival Dansa València, el Auditorio de Tenerife y el Centro Danza Matadero, propone “una instalación escultórica donde el cuerpo dialoga con materiales como barro, plástico, vapor, polvo y metal”. Los referentes son Esquilo, la mitología nórdica, la Biblia y el ‘Frankenstein’ de Mary Shelley. La propuesta plantea una reflexión visual y física sobre el mito y la materia. Hasta aquí todo bien.

Jorge da Rocha, quien también participara en su anterior pieza, ‘Sempere’, mucho más conceptual y elevadora, pone el espacio sonoro. La escenografía de Luis Crespo crea una especie de bosque metálico en la que el ser humano está en construcción (hay extremidades y fragmentos de cuerpo repartidas entre los barrotes). Una rampa central por la que descenderá un Zeus estereotipado enfundado en unas mallas rojas y una dramaturgia muy subrayada y explícita en la que nada, o muy poco, queda a la interpretación o al misterio, resumen los 65 minutos de pieza.

La fábula es casi un cuento infantil, llena de lugares familiares que convierten a esta obra en apta para todos los públicos. El aire fresco del cauce del río Turia viene bien para aclarar la mente y seguir con la última parada de la travesía.

La memoria como geología: Paloma Muñoz y la voz ósea

El torbellino escénico termina en el Teatre El Musical, en pleno corazón del Cabanyal, ese barrio herido por la gentrificación y la nostalgia. Allí, Paloma Muñoz presenta ‘La quijá’, una travesía sensorial hacia el desierto de Serena, paisaje extremeño que habita la memoria de la artista. Le sigue en la investigación Niño de Elche, explorando con su voz el eco de las cavidades óseas.

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Diez intérpretes van irrumpiendo en la niebla espesa que se va formando sobre el escenario. Su movimiento único se distingue y va conformando un paisaje alucinado en el que tiempo y espacio se confunden. Hay que destacar a los bailarines valencianos Jacob Gómez Ruiz, Blanca Tolsá, Marta Santacatalina y, especialmente, a la granadina pero valenciana de adopción Lara Misó, a la que he tenido el placer de conocer con sus trabajos anteriores en Colectivo SinPar.

Variación y repetición, atravesando dimensiones emocionales, abandonándonos a la alucinación, al deseo, a la rabia y al sosiego. La corporeidad colectiva que se fragmenta, se funde y la lluvia de tierra o el fragmento de una canción de Extremoduro gritado desde las entrañas. Esta es una obra que no busca respuestas, sino atmósferas. Un viaje hacia dentro.

Una despedida en clave sensorial para este torbellino que es Dansa València. Un fenómeno natural con epicentro en el cuerpo. Y, alrededor, todo lo demás.