‘El Turista Fallero: molt més que una revista de falles (1942 – 2021)’
Sala Oberta
Centre Cultural La Nau
Universitat 2, València
Hasta el 12 de abril de 2021
El Centre Cultural La Nau acoge, hasta el 12 de abril, la exposición ‘El Turista Fallero: molt més que una revista de falles (1942 – 2021)‘, dedicada a esta publicación, sin duda emblemática para el mundo fallero valenciano, que vio su primer número el 1 de marzo de 1942. Fue Vicente Bayarri Lluch, un soñador y emprendedor valenciano, quien concibió su cabecera como un proyecto novedoso, arriesgado y para el que pocos soñadores hubieran augurado tan increíble legado.
Es sabido por todos que las circunstancias que ha venido provocando la covid-19 no han permitido la celebración de esta fiesta anual que acoge a miles de turistas cada año y cuya minuciosa preparación abarca once meses. Casi un año de esfuerzo tanto económico como personal que tienen como resultado un trabajo conjunto espectacular que apenas puede expresarse con palabras.
La muestra, bajo el patrocinio de Cerveza Turia, recoge las ochenta portadas realizadas hasta la fecha, habiendo sido presentada en primicia la última de ellas, a manos de Paco Roca, ganador del Premio Nacional de Cómic Valenciano en la edición actual. Así mismo, en la sala también se encuentran expuestas obras realizadas expresamente para la ocasión, así como algunas impresionantes maquetas de algunas de las fallas más icónicas plantadas hasta la fecha.
Esta recién inaugurada exposición cuenta, además, con la colaboración de Salvador Domenech Montoliu, Arcaf (Asociación para la recuperación y conservación del arte fallero) y el Gremi d’Artistes Fallers. “Con este apoyo lo que queremos hacer es una subasta para ayudar al mundo fallero”, ha aseverado Ester Alba, vicerrectora de Cultura y Deportes de la Universitat de València.
El acto de inauguración ha contado con la presencia de diversas personalidades del mundo fallero y de la fiesta valenciana, entre las que se encontraban los artistas cuyas obras serán subastadas próximamente: David Moreno, Gio, José Gallego, Sergio Amar y Miriam García Sandemetrio o la propia fallera mayor de València 2020/2021, Consuelo Llobell.
“Esta exposición, realmente, es un reconocimiento a la idea de un emprendedor valenciano, Vicente Bayarri Lluch, que justo un día como hoy [1 de marzo] sacaba a la luz la revista El Turista Fallero”, afirmaba José Manuel Acosta, comisario de la exposición.
Y es que El Turista Fallero siempre ha apostado por el diseño, la calidad y la pluralidad de los lenguajes gráficos en todos y cada uno de sus números impresos. Es paradójico que ahora, en su número ochenta, donde la portada tiene a una verdadera turista como protagonista, sea el momento en que cada uno de los miles de corazones falleros que laten más fuerte en estas fechas deban dejar a su turista particular en el salón de casa, a la espera de volver a sentir ese inconfundible olor a pólvora tan particular de la tierra valenciana.
“Todos los trabajos son un mundo y hay algunos que son más emotivos que otros a la hora de hacerlos”, afirmaba Paco Roca. Esta revista “ha estado siempre en nuestras vidas y más para un niño como yo era, al que le encantaban las Fallas y le encantaba todo lo que estuviera hecho o contado con dibujos”. Y es que, en definitiva, eso es un monumento fallero: una maravillosa y efímera escultura creada al detalle y que parte de una idea plasmada en un simple papel narrada a través de las críticas satíricas, que hacen de todo ello mucho más que un elemento en tres dimensiones.
Es, precisamente, por la naturaleza ilustrativa de El Turista Fallero lo que, para Paco Roca –y otros tantísimos falleros más–, la convirtió en un referente de la fiesta que agradaba y agrada tanto a mayores como a pequeños.
“Mi propuesta para este año ha sido poner el foco en lo que es el título también, en ese turista o, en cierta manera, en ese niño que era como yo en aquel momento”, para quien “esa ciudad que era un entorno gris, se convierte, de repente, en un sitio colorido”, asevera en relación a su portada.
En esta muestra, en la que se puede apreciar la evolución gráfica de la publicación a lo largo de su trayectoria, se marca un punto de partida forzado por las nuevas circunstancias establecidas por la pandemia, donde ya nada será igual y que, como ocurre tras la plantà, algo resurge de las cenizas de lo anterior.
“Quiero que sea, también, un homenaje a todas y todos los artistas falleros que están trabajando día a día por nuestras queridas fallas”, explicaba Mª Vicenta Mestre, rectora de la UV, quien confesaba que “necesitamos las fallas por todo lo que suponen en cuanto a la cultura y a la vida de los ciudadanos”.
Íntima y colorida, la muestra se alza en un pequeño espacio del Centro Cultural la Nau –la Sala Oberta–, como el corazón de los valencianos y falleros durante el mes de marzo, que, aunque distinto y aquejado por los acontecimientos, sigue esperando paciente el momento de volver a invadir las calles con música, monumentos, pólvora, color y alegría festiva.
Una exposición tan cuidada y mimada como un monumento fallero, coronada por un cartel cuya imagen representa el mayor deseo de los falleros y falleras más que nunca.