#MAKMAArte
‘Ellen Gallagher with Edgar Cleijne: A law… A blueprint… A scale’
Comisariado: Bárbara Rodríguez Muñoz y Benjamin Weil
Centro Botín
Muelle de Albareda, Paseo de Pereda s/n, Santander
Del 14 de abril al 11 de septiembre de 2022
A lo ancho y largo del mundo, esperando a que las corrientes -ya sean marinas o de aire- nos lleven a lugares donde debemos estar, y no donde queremos ir. En esa inmensidad, donde los extensos continentes e infinitos océanos que nos rodean hacen que habitemos un planeta como si fuéramos únicos en él, lo cual está muy lejos de la realidad. En el momento justo de abrir los ojos y comprobar que somos más que nuestro propio ombligo, es cuando empezamos a ser conscientes de que algo mucho más grande nos rodea.
En el Centro Botín de Santander, desde el pasado 14 de abril y hasta el próximo 11 de septiembre, y por primera vez en España, se dan cita las obras de la artista Ellen Gallagher, en una exposición comisariada por Bárbara Rodríguez Muñoz, directora de exposiciones y de la colección del Centro Botín, y Benjamin Weil, director del centro de arte moderno Fundação Calouste Gulbenkian.
La oscuridad existente en el fondo de los océanos es la misma que envuelve nuestra entrada en la muestra. Como si nos zambulléramos de repente hacia los más profundos abismos marinos, nuestros pasos por la sala son titubeantes y nerviosos. Una sala tan solo iluminada por los proyectores, que con su característico sonido nos llevan a una época anterior -donde lo digital era un futuro de ciencia ficción-.
Al pasar los segundos, nuestras pupilas consiguen aclimatarse a la semipenumbra existente, adquiriendo entonces la confianza suficiente como para dar nuestros primeros pasos -o nuestras primeras brazadas- en esta exposición de la artista Ellen Gallagher (Providence, Rhode Island, EEUU, 1965).
El sonido de la película pasando por las bobinas una y otra vez se hace frecuente en nuestro deambular por la exposición. Un sonido tan antiguo que los más jóvenes tan solo han llegado a escuchar dentro de una película ambientada en una sala de proyección.
La artista norteamericana nos presenta, en su estreno en España, una recopilación de más de dos décadas de trabajo. En las salas que el Centro Botín pone a disposición de Gallagher, podemos disfrutar de pinturas y obras sobre papel, incluyendo también tres instalaciones fílmicas creadas en colaboración con Edgar Cleijne (Eindhoven, Países Bajos, 1963).
‘Ellen Gallagher with Edgar Cleijne: A law… A blueprint…A scale’ nos muestra cómo la artista trata de hacernos dialogar con el océano Atlántico. Estas aguas conectadas a la estética de Gallagher nos llevan a intuir entre sus trazos unas narrativas subacuáticas de violencia colonial -pues fue este océano el testigo de los viajes entre África y América con los esclavos hacinados en las bodegas de cientos de embarcaciones que lo atravesaron-, y con la eterna fascinación que siente la norteamericana por los procesos que llevan a todas las formas de vida, dando igual el lugar donde se desarrollen.
La exposición también nos ofrece una colección de ‘Black Paintings’ -Pinturas negras-, una secuencia de obras monocromas iniciadas en el año 1998, cuya superficie queloide remite a la brutal realidad de la extracción colonial. Junto a las ‘Blacks Paintings’, se podrá disfrutar de ‘Watery Ecstatic’ -Extático acuoso-, una serie que la artista comenzó hace ya más de 20 años -allá por 2001- y en la que la norteamericana plantea una nueva historia de formas biomórficas en estrecha relación con Drexciya, un mítico reino submarino que se relaciona con el más allá de los esclavos en el océano Atlántico.
Con la estética adoptada por Gallagher y las espaciosas salas del Centro Botín -todo ello sumado a la proximidad de la bahía santanderina con el centro expositivo-, se logra una experiencia estrecha y muy cercana, puesto que no solo podremos ver la sal marina, sino que también podremos olerla y sentirla en nuestra piel, mientras buceamos por las obras de esta exposición.
La muestra se completa con tres instalaciones fílmicas producidas por la artista junto con Edgar Cleijne. La más reciente, ‘Highway Gothic’, con proyecciones en 16mm y cianotipos impresos en tela y sobre película de 70mm. La segunda es ‘Better Dimension’, un espacio de visionado donde los paneles exteriores han sido serigrafiados con textos y gráficos, y donde la proyección de diapositivas pintadas se combina con una cabeza suspendida en el aire del malogrado presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, que gira sobre un LP de vinilo negro, reflexionando sobre el concepto de espacio, ya sea para conquistarlo o para escapar a él.
La última pieza se encuentra fuera, bajo el mismo edificio del Centro Botín, lo que significa que más cerca del mar no podían haberlo colocado -a no ser que lo hubieran puesto en una balsa flotando junto al museo-. En ese lugar se instala ‘Osedax’ (comedor de huesos, en latín), una narrativa cinematográfica centrada en la llamada “caída de ballenas”.
Además, Gallagher y Cleijne visitarán este verano la ciudad de Santander para, como muchos otros artistas, impartir y dirigir un taller de artes plásticas para artistas internacionales. Uno de los puntos fuertes de este taller será la creación de cianotipos, uno de los procesos fotográficos de impresión más antiguos y cuyo rasgo distintivo es su tono azul cian.
Al salir de la exposición, emergemos al mundo que hemos dejado hace un rato. Ahora, giramos el cuello y nuestra vista se centra en ese mar azul que parece abrazar el Centro Botín. Y como embobados nos quedamos mirando ese mar Cantábrico que nunca habla, pero que nosotros lo escuchamos perfectamente. Algo dentro de nosotros ha cambiado al visitar la exposición, aunque luego sea cada uno quien averigüe el grado de transformación alcanzado.
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