‘Especies urbanas’, de Bel Carrasco
‘Papers de Premsa’ | Institut Alfons el Magnànim
Palau del Marqués de la Scala
Plaza de Manises 4, València
Miércoles 21 de octubre a las 19:00
Domingo 18 de octubre de 2020
¿Qué relación existe entre los vendedores ambulantes, los runners, los libreros de la Fira y los maltratadores de animales? Ninguna en absoluto. Pero todos ellos y muchos más desfilan por las páginas de ‘Especies Urbanas‘, selección de casi un centenar de spots de Bel Carrasco publicados en su blog ‘Zoocity’, de la edición digital de El Mundo Comunidad Valenciana entre 2012 y 2018. Es el último título de la colección ‘Papers de Premsa’, del Institut Alfons el Magnànim, dirigida por Emili Piera. El primero poscovid y firmado por una mujer periodista cuyos textos aparecieron en formato digital. El día 21 de octubre, a las 19:00, se presentará en el Palau del Marques de la Scala, en la plaza de Manises.
“Una crónica fresca en estado puro”. Así define Piera el contenido de este libro cuya portada, una fotografía de El Flaco que capta a una pareja de ciclistas mochileros besándose en la calle, sería impensable en estos tiempos pandémicos.
“La imagen emblemática de hoy sería una chica en patinete eléctrico con casco y mascarilla», comenta Bel Carrasco. “Las ciudades son enormes zoológicos con jaulas invisibles en las que conviven misteriosamente todo tipo de especímenes. Un gigantesco escenario en el que hacemos a la vez el papel de actores y de público. Esa realidad cromática y múltiple es la que he pretendido reflejar en mis textos siempre desde la ironía y sin dramatizar más de lo necesario. Sólo en los que dediqué a las penalidades que sufren los animales, que son bastantes me permití una lagrimita”.
Desde César Simó a Martí Domínguez, la colección ‘Papers de Premsa’ incluye nueve firmas de prestigiosos periodistas y escritores: Joan Fuster, José Vicente Aleixandre, Abelardo Muñoz, Joan Garí y Jaume Millàs. Bel Carrasco es la primera mujer que se suma a la nónima en el décimo puesto.
“Pensé en ella porque en mi generación las periodistas aún eran pocas, resueltas y con frecuencia amotinadas para impedir que se les convirtiera en nota de color”, dice Piera. “El periodismo actual, mucho más cruel en varios sentidos, tiene un lado bueno: más mujeres. Me di cuenta con cierto terror que había sido víctima de la profesión masculinizada que yo viví y, entonces, llamé a Bel Carrasco que lo tiene todo. Es mujer, de mi quinta, tiene sentido del humor, he seguido sus artículos y, además, convertimos la inmaterialidad digital del blog en papel de imprimir. ‘Especies urbanas’ tiene una sátira muy suave dedicada a los bípedos de ciudad: desde los runners a una versión alternativa de ‘Caperucita roja'».
Piera considera que algunos fragmentos de la materia contingente que nutre la vorágine diaria de los medios posee dignidad y calidad suficiente para formar parte de las bibliotecas.
“Incluso las pequeñas crónicas de corresponsal, como las de Jaume Millàs en El País, tienen su interés cuando componen el mural de un momento decisivo: la Transición. Mi amigo José Vicente Aleixandre escribía de fútbol pero lo hacía con retranca, con intención y sabiduría. Había que meterlo en un libro. Quería evitar que la calidad literaria, muy visible en ‘Chaflán’, de Abelardo Muñoz, por ejemplo, fuera el único criterio de selección. El material monográfico también puede tener su atractivo. Estoy muy contento de haber recuperado el texto más gamberro de cuantos produjo Joan Fuster, ‘Notes d’un desficiós’”.
Este es el propósito de la colección ‘Papers de Premsa’: rescatar textos periodísticos que por alguna razón merecerían conservarse. “Y aquí ya hay un elemento de valoración y por tanto subjetivo”, matiza Piera. “En todo caso son libros. Libros en rebeldía contra el tiempo devorador, textos al borde de la aniquilación casi en el momento mismo de concebirse y bien está que tengamos alguna posibilidad de indultarlos. Un artículo sorprendente o una buena crónica lo son al margen de la mercadería ideológica que acarrean y, mejor aún, contra ella, salvo que encarne en emoción legítima. Justamente como en un poema o en una obra de teatro. Los géneros menores alimentan como los mayores, como la sopa de menudos”.
Periodista/articulista de larga trayectoria, además de escritor vinculado a la organización de la Fira del Llibre muchos años, Piera disfruta al timón de esta balandra de papel. “En el Institut Alfons el Magnànim publicamos libros que tal vez no sean atractivos para una editora privada. No obstante, hemos reeditado varios títulos de diversas colecciones y no son libros hechos para quedar bien con el autor. Llegan a las librerías y se venden. El director de la institución, Vicent Flor los administra como si fueran preciosos racimos de Borgoña. Y tengo mucha suerte con los jefes de publicaciones. He pasado de Vicent Ferri a Vicent Berenguer”.
Al frente de esta colección confiesa que ha aprendido una cosa fundamental: “La necesidad de literatura que tenemos muchos periodistas es buena, muy buena, pero puede engendrar algún monstruo. Como emplear el lenguaje de un seminario de Teodicea en la columna o elaborar la crónica de un encuentro del concejal de mercados con los vendedores como si escribieras de la batalla de Stalingrado. A cada género, circunstancia y personajes el tono que le es propio”, concluye Piera.
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