Familia normal
‘Família normal’, de Núria Vizcarro
Dirigida por Pau Pons
Con Verònica Andrés, Rosanna Espinós y Laura Pellicer
L’Horta Teatre
Teatre Micalet
Guillem de Castro 73, València
Hasta el 31 de enero de 2020

Família normal‘, la comedia valenciana en valenciano que se estrenó el pasado 15 de enero en el Teatre Micalet, habría sido considerada no hace muchos años un montaje peculiar. Raro e insólito porque, excepto la producción, que es de L’Horta Teatre, su factura es totalmente femenina. Texto, dirección e interpretación a cargo de cinco mujeres que han optado, deliberadamente, por priorizar su género. Empoderamiento teatral a tope. Ellas son la dramaturga castellonenese Núria Vizcarro, la actriz y directora Pau (Mari Paz) Pons y las actrices: Verònica Andrés, Rosanna Espinós y Laura Pellicer.

A partir de un encargo de L’Horta Teatre y una idea de Pons, ella y Vizcarro gestaron un texto que, en tono humorístico, plantea cuestiones serias y próximas como los conflictos entre generaciones o el efecto de la globalización sobre nuestras tradiciones.

Família normal, L'Horta Teatre

Dos hermanas, la hija de una de ellas y una vivienda plagada de recuerdos que por motivos económicos se debe poner en venta. La acción se desarrolla mientras las tres protagonistas repasan muebles y enseres de una casa de pueblo que significa cosas muy distintas para cada una de ellas. Un padre que pervive en las tacitas de café, una madre que no acaba de irse, unas hermanas que no se entienden y una hija que no encuentra su camino. La perspectiva de perder su único legado familiar es el hilo conductor de esta comedia en la que unos personajes excesivos, pero muy humanos, protagonizan situaciones imprevisibles, hilarantes y, a la vez tiernas.

Mediante diálogos rápidos, a veces en tono ácido, afloran reflexiones sobre preocupaciones contemporáneas, como la tolerancia y la aceptación de los cambios generacionales en el seno del núcleo familiar. De cómo los jóvenes son herederos y responsables de una tradición que sienten que deben mantener. En un plano metafórico, la obra trata de poner en valor nuestra herencia más genuina: la de una sociedad que en las últimas décadas ha sido vendida al turismo, a las grandes superficies y a la gentrificación. ¿De qué cosas podemos deshacernos a través de la venta y cuáles tienen que perdurar para siempre?

Esta es la primera pieza teatral para adultos que dirige en solitario Pau Pons para la compañía valenciana L’Horta Teatre. “Existe cierta conexión entre ‘Familia Normal’ y ‘Horta’, mi anterior producción”, explica la directora y dramaturga valenciana. “En las dos existe la voluntad de hablar del espacio de la memoria y de nuestra propia tradición como valencianos. Partimos de objetos y detalles locales, como una pieza tradicional de cerámica o una casa de pueblo, para hablar en términos universales sobre la identidad de las personas y su sentimiento de pertenencia a un lugar, y sobre cómo la globalización y el modo de vida superficial y rápido que llevamos nos aleja de nuestra memoria colectiva sin darnos cuenta”.

‘Horta’ trataba el tema desde el punto de vista de los niños utilizando canciones y oficios valencianos tradicionales. ‘Família Normal’ se dirige al público adulto con el humor como vehículo, y una vieja casa representa la memoria colectiva. “En una primera lectura, la obra refleja conflictos generacionales y personales entre los personajes. Pero, a un nivel más profundo, la pregunta que surge es cómo podemos reconciliar la evolución de la humanidad con la preservación de nuestra memoria como pueblo”, añade Pons.

Los juegos del lenguaje y la utilización de expresiones coloquiales son una de las claves sobre las que se construyen las hilarantes situaciones de esta comedia. “’Família Normal’ ha sido un reto”, comenta Vizcarro. “Se trataba de escribir una comedia que reflejara tanto los conflictos generacionales como familiares y, al mismo tiempo, que hablara de una familia concreta que pudiera ser cualquiera y todas a la vez. Se planteaba como una propuesta de creación propia que también tenía mucho de ejercicio de estilo en la forma de hacer y de decir”.

Así, exploraron las diferentes maneras de hablar de cada uno de los personajes, el registro y vocabulario propio de cada una de las generaciones y tipos de mujer, “pero no solo cómo hablan, sino también de qué hablan”, indica Vizcarro. “Trabajar con Pau Pons y con todo el equipo ha sido un regalo. Hemos ido construyendo la historia, tejiendo estos personajes y articulando sus peculiaridades, desde los momentos iniciales de creación ante el ordenador hasta los ensayos, adaptando y ajustando cada palabra para cada actriz”, concluye Vizcarro.

Bel Carrasco