Félix Murcia

#MAKMAAudiovisual
Félix Murcia, director de arte y diseñador de producción
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‘La dirección artística y el diseño de producción en el cine’
Félix Murcia
‘CCCC-Claves para el cine’
Dirigido por Rafael Maluenda
Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC)
Museu 2-4, València
Miércoles 27 de noviembre de 2024

“Soy como Fidel Castro, puedo estar hablando cinco horas. Y he recortado cosas”. Lo dijo Félix Murcia, director de arte y diseñador de producción, nada más acabar su encuentro en ‘CCCC-Claves para el cine’ del Centre del Carme que, sin llegar a esas cinco horas, sí sobrepasó las dos horas, en las que dio buena cuenta de su dilatada trayectoria trabajando en películas de directores como Imanol Uribe, Pilar Miró, Manuel Gutiérrez Aragón, Mario Camus, Álex de la Iglesia, Paul Verhoeven, Luis García Berlanga o Pedro Almodóvar.

Galardonado con el Premio Nacional de Cinematografía en 1999, Murcia posee la facultad de contar los entresijos de su profesión, incluidos los relativos a su todavía confusa definición, con gran profusión de datos, cualidades y anécdotas, sin provocar el agotamiento de una audiencia que asiste embelesada a su despliegue argumental. No es, qué duda cabe, Fidel, pero apura como él cada frase para crear la misma atmósfera visual que le ha dado justa fama.

“Yo quería ser pintor, pero como era muy malo, pues decidí ir por otro lado”, advierte, poco antes de ir desgranando su labor como director artístico o diseñador de producción. “Es un poco confusa, para empezar, esa denominación, porque eso de director de arte es un poco ambiguo”.

“La gente que no esté iniciada o no conozca la profesión, lo verá mil veces en los títulos de crédito, pero realmente no sabe cuáles son sus funciones. Y menos ahora que se empieza a llamar diseñador de producción, aunque verdaderamente sea lo mismo. Si entendemos que la dirección artística es la escenografía aplicada al cine, pues ya se empieza a entender un poco más.”, añade Murcia.

Félix Murcia, en un momento del ‘CCCC-Claves para el cine’ del Centre del Carme. Foto: Juan R Peiró.

“En resumidas cuentas, podríamos decir que el director artístico es quien diseña el producto cinematográfico, su aspecto visual, en el que entra la escenografía, los decorados, las localizaciones naturales, incluso el vestuario”, apostilla.

Sea como fuere, lo cierto es que Félix Murcia se ha ido granjeando una fama en torno a esa dirección artística que comenzó realizando en el mundo televisivo. “Tras comprobar que la pintura no era lo mío, estudié arquitectura de interiores, diseño superior y fotografía, iniciándome en una de las dos cadenas de televisión pública de Holanda como pintor de decorados”.

“Luego regresé a España y entré en RTVE haciendo lo mismo en el taller de construcción de decorados. Allí estuve 12 años trabajando de todo: desde musicales a Estudios 1, en fin, todo lo que me encargaban. Y ahí quemé muchas naves de aprendizaje. Participé en la serie ‘Fortunata y Jacinta’ y de ahí ya me pasé al cine y hasta hoy”.

En el ‘CCCC-Claves para el Cine’ que dirige Rafael Maluenda fue deteniéndose en la mayor parte de las películas en las que ha intervenido, para ofrecer pinceladas de su talento a la hora de crear atmósferas visuales. “Te das cuenta de lo que es buena dirección artística, cuando vas a ver una película y sales diciendo, ¡qué bonita fotografía!, porque eso denota que la dirección artística ha sido estupenda”.

Félix Murcia, junto a una imagen de ‘El rey pasmado’, de Imanol Uribe, en un momento del ‘CCCC-Claves para el cine’ del Centre del Carme. Foto: Juan R Peiró.

Y añade: “El espectador le da ese mérito a la fotografía, pero no sabe que todo lo que está allí puesto a nivel visual no lo ha puesto solo el director de fotografía, aunque comúnmente se vea así, sino que lo hemos puesto otros”. “Hay una colaboración estrecha, pero también cierto pique con los fotógrafos”, puntualiza entre risas de niño travieso.

Dice que los decorados, cuanto menos se noten, mejor: “Lo más gratificante, y también lo más ingrato, es cuando, después de ver una película, la gente dice que se ha rodado sin decorados artificiales”. Y es aquí donde pone el acento en la ficción como vehículo privilegiado a la hora de contar historias verdaderas.

“Un buen diseñador de producción tiene la capacidad de facilitar enormemente la tarea del director de fotografía. Nosotros lo que hacemos es engañar a la gente, hacerla creer que lo que ve es real, cuando esa realidad está manipulada. Y es que lo que vemos siempre está manipulado”, resalta Murcia, quien aprovecha para introducir una cita de Aristóteles, el filósofo que aconsejaba que, “para ser convincentes, era mejor servirse de mentiras creíbles que de verdades increíbles”.

El cine, continúa señalando Félix Murcia, “es un artificio en el que nada se corresponde con la realidad: la óptica no se ajusta a la humana fielmente, el color es una aproximación a la naturaleza, incluso para que los actores parezcan naturales deben ser maquillados”.

Félix Murcia, ante una imagen de ‘Metrópolis’, de Fritz Lang, en un momento del ‘CCCC-Claves para el cine’ del Centre del Carme. Foto: Rafael Maluenda.

Puso ejemplos de la dirección artística en grandes películas, intercalándolos con sus propios trabajos. “Desde el punto de vista formal, ‘Metrópolis’ es la ciudad, construida escenográficamente para el cine, más citada de todos los tiempos, incluso en publicaciones relacionadas únicamente con la arquitectura, y también la más utilizada como referente en el cine fantástico posterior, pudiendo citar como ejemplos ‘Dark City’, Batman’, Brazil’ o ‘Blade Runner’, entre otras muchas más”.

Aludió a Edison (“teatralizaba lo que filmaba y lo hacía en interiores con fondos simplistas creados ad hoc”); a los Hermanos Lumiére, que, según Murcia, perfeccionaron los inventos de Edison, rodando en escenarios exteriores lo que sucedía tal cual en ellos, y a Georges Méliès: “Fue el pionero de la escenografía cinematográfica, a partir de la tramoya teatral y utilizando luz natural; pintaba él mismo sus decorados”.

También se refirió a los primeros “decorados corpóreos” que nacieron a partir del movimiento de la cámara, citando a ‘Cabiria’, de Giovanni Pastrone, y a ‘Intolerancia’, de David Wark Griffith, en la que “ya se hacen los primeros grandes decorados, de 10 metros de altura, naciendo la dirección artística”.

De sus trabajos fue ofreciendo una amplia gama de ejemplos y anécdotas, desde ‘Bwana’ y ‘El rey pasmado’, de Imanol Uribe, con Gabino Diego atravesando de forma continua tres espacios interiores de diferentes palacios, sin que se note corte alguno entre ellos, hasta ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’, de Pedro Almodóvar, a quien le buscó la azotea en la que transcurre parte de la película, tras desechar la del Paseo de la Castellana.

“Las rejas de los árboles que aparecen en ‘Días contados’ (Imanol Uribe) luego las patenté y, con ellas, gané la Medalla de Bronce en Bruselas en un concurso que había sobre patentes”, subraya con orgullo entreverado de pícara modestia. ‘Los señores del acero’, de Paul Verhoeven, ‘La forja de un rebelde’, de Mario Camus, ‘Perdita Durango’, de Álex de la Iglesia, ‘Patrimonio Nacional’, de Luis García Berlanga, ‘El corazón del bosque’, de Manuel Gutiérrez Aragón, o ‘El perro del hortelano’, de Pilar Miró, dieron pie a ilustrativas explicaciones sobre su oficio.

“El director artístico es una profesión compleja”, insiste Murcia, citando en esta ocasión al escritor y cineasta Paul Auster, quien la definió como “una disciplina fascinante con un componente espiritual, porque entraña mirar muy atentamente el mundo, ver las cosas como son y, luego, recrearlas con fines imaginarios. Cualquier trabajo que exija mirar tan cuidadosamente al mundo tiene que ser bueno para el alma”.

De los efectos especiales, ahora en manos de la Inteligencia Artificial, Félix Murcia, lejos de demonizarla, la entiende como una herramienta más para crear nuevos trampantojos visuales: “Antes eran más artesanales, ahora se hacen con la Inteligencia Artificial. Hemos cambiado las herramientas, pero los conceptos son los mismos: de las arpilleras, maderas y escayolas hemos pasado a lo virtual”. Y ahí lo deja quien, ya jubilado, demostró en el Centre del Carme de València que sigue teniendo cuerda para rato.

Félix Murcia
Félix Murcia, en el Centre del Carme de València, durante el ‘CCCC-Claves para el cine’. Foto: Juan R Peiró.