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Rodaje en València de ‘Olvido’, de Inés París
Guion de Fermín Palacios
Con María Caballero y Morgan Blasco
La Dalia Films, 2022
La calle Conde Altea había desaparecido bajo una corriente de agua turbulenta de color rojizo en la que flotaban, entre torbellinos distintos, objetos difíciles de identificar. Asomada entre los balaustres de piedra del balcón, en el quinto piso de una de las fincas de Noguera donde vivía con mis padres y abuelos, contemplaba, atónita, la metamorfosis de la ciudad: de València a una Venecia del horror.
Con cinco años, era incapaz de calibrar la magnitud de la catástrofe, pero aquella insólita imagen quedó grabada en mi memoria. Una estampa irreal y onírica que muchos años después se repetiría en otra versión: las calles desiertas del confinamiento.
De los días siguientes a aquel fatídico 14 de octubre recuerdo el bajar a la calle con recipientes diversos a recoger el agua potable que ya no brotaba de los grifos, botas de goma embarradas y montañas de ropa impregnada de lodo que traían mis padres de la casa de mis tíos del Cabanyal que había quedado inundada.
Estas evocaciones afloran a propósito de la película dirigida por Inés París que se rueda este mes de abril en València, ambientada en el otoño de la ‘gran riada’. Con ellas siento también cierta vergüenza ajena, porque nadie se haya interesado en ofrecer un relato audiovisual en clave de ficción de un acontecimiento trascendental que, además de causar inconmensurables cuotas de muerte, dolor y daño, transformó la estructura de la ciudad.
¿Dificultades técnicas para recrear una urbe anegada? Sin duda, pero habría que resaltar que la superproducción ‘Lo imposible’, de J.A. Bayona, se rodó en parte en los tanques de agua de la Ciudad de la Luz de Alicante, antes de que el proyecto alentado por Berlanga se fuera a pique.
«Hasta aquí llegó el nivel del agua». Algunos de estos rótulos permanecen en distintos puntos de la ciudad como una llamada de atención al pasado. Una tragedia que tuvo, incluso, consecuencias políticas: la destitución del alcalde Tomás Trénor y de los directores de ambos periódico locales (Levante y Las Provincias) por protestar ante el retraso de las ayudas del Gobierno franquista.
A largo plazo, el llamado ‘Plan Sur’, con sus respectivos sellos de veinticinco céntimos, y tras la creación del nuevo cauce, un efecto favorable a modo de compensación poética: la conversión del antiguo en pulmón verde y parque público que es hoy la mejor zona de ocio de la ciudad.
Que los valencianos prefiramos centrar la mirada en lo lúdico y festivo que en dolorosas reminiscencias del pasado es una explicación plausible de este bochornoso olvido, pero no lo justifica. Ahora, gracias al empeño de un joven dedicado a la comunicación y a la publicidad, podremos saldar una deuda histórica, aunque no hay que esperar la típica producción de catástrofes, sino una historia de intriga con la riada de fondo.
Por su intención de combatir cierta desmemoria hacia un dramático tiempo pretérito, me parece un gran acierto que el filme se llame ‘Olvido’, en referencia al nombre de la protagonista, «pero también a la historia que queremos contar», dice Fermín Palacios, guionista del filme. «Por un lado, el olvido impuesto. Cómo el régimen franquista minimizó lo ocurrido, silenció la realidad e impidió contar la verdad. Por otro lado, el autolvido, el cómo los valencianos —las nuevas generaciones, sobre todo—, ignoran lo que sucedió en 1957, un hecho decisivo que transformó València a nivel urbanístico, económico y social».
«‘Olvido’ nació como guion de novela gráfica, pero al desarrollar la historia me di cuenta de que tenía potencial como película, aunque nunca pensé que llegara a producirse; lo escribí como puro entretenimiento. Ser guionista es un hobby que se me ha ido de las manos», dice Palacios.
«La riada de València me ha fascinado desde pequeño -prosigue- y es uno de los motivos por los que soy periodista. Desde niño me han atraído las historias que nos contaban nuestros mayores sobre aquellos días, descubrir cómo se desinformó sobre la tragedia desde la prensa, cómo se afrontó la catástrofe… Es sorprendente que nunca se haya utilizado ese contexto en una obra de ficción, así que durante mucho tiempo fui gestando la idea, sabiendo que era el escenario, el momento y la ambientación ideal para contar una historia de suspense y crimen».
Palacios se documentó en las numerosas fuentes que existen sobre la riada: bibliografía, documentales, testimonios directos, etcétera…Concluido el guion, en 2016, el proceso hasta hacerse realidad ha sido una cadena de sucesos alentados por golpes de buena suerte. «Recibí varias ofertas por ‘Olvido’ después de participar en un encuentro entre guionistas y productoras, y La Dalia Films adquirió los derechos del guion, en 2017. La pandemia retrasó los planes de producción, hasta que Inés París se incorporó como directora de la película el año pasado. Desde el pasado verano trabajamos mano a mano en adaptar el texto a la historia final».
El guionista, que tiene un papel de figurante en el filme, insiste: «‘Olvido’ es una película ambientada en la riada, pero no sobre ella. No queremos contar una historia de grandes catástrofes, sino que es el contexto en el que enmarcamos un relato de misterio, periodismo y crimen. Pero tenemos que ser fieles a lo que sucedió en 1957 para que la gente que sabe lo que pasó sienta la historia como verosímil. En ‘Olvido’ hay mucho barro, lluvia, calles inundadas y miseria».
Palacios eligió el género del thriller porque es su favorito. «Me apasiona el misterio, me fascina la psicología detrás del crimen y creo que los antagonistas de estas historias reflejan partes apasionantes de la psique humana. ‘Olvido’ es una historia de poder, de abuso de autoridad, de enfrentarse a imposiciones e injusticias. Creo que no podía reflejarse todo ello con un personaje masculino, cuyo status quo nada tenía que ver con la opresión femenina de los años cincuenta».
Iniciado el pasado 21 de marzo, el rodaje concluirá el 30 de abril en localizaciones de València, Manises, Sagunto, Burjassot y Sueca. Bajo la dirección de Inés París, hija del filósofo Carlos París con una consolidada trayectoria cinematográfica, trabajan Javier Alomar en la dirección de fotografía, María Caballero en el papel de la periodista Olvido Granell y Morgan Blasco en el del policía Joaquín Caplliure. El equipo técnico y artístico es íntegramente valenciano. La fecha de estreno dependerá de la posproducción y del recorrido de la película en festivales, pero se estima que será a finales de este año o a principios del próximo.
La riada de 1957 no es la única hecatombe acuática que ha sufrido la Ciudad del Turia. Según los registros, se contabilizan veinticuatro avenidas destructoras antes de esa fecha. Sin olvidar la ‘pantanada’ de 1982, que afecto gravemente a las comarcas de la Ribera. En esta región de pluviometría escasa e irregular, el agua actúa, indistintamente, como madre benéfica y nutricia y como madrastra colérica. El agua pugna con el fuego que esquilma los montes y ejerce de elemento purificador de la fiesta fallera, en una dualidad mágica que viene a definir este rincón del Mediterráneo.
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