Filmoteca d'Estiu

Ciclo ‘Berlanga y la comedia’
Filmoteca d’Estiu
‘¡Bienvenido, Mister Marshall!’ (30 y 31 de julio)
‘Pasaporte para Pimlico’ (Henry Cornelius) (3 y 5 de agosto)
‘Novio a la vista’ (14 y 15 de agosto)
‘Las vacaciones del señor Hulot’ (Jacques Tati) (16 y 17 de agosto)
Jardín del Turia, Tramo XI, València
Del 30 de julio al 19 de agosto

Berlanga defendía la comedia como el género cinematográfico más adecuado para constatar, aunque fuese de forma cruel, “la miserabilización cotidiana, las limitaciones que nos corresponden como simples mortales cargados de defectos y abonados al error”. Y, es más, consideraba que en tiempos venideros cuando “se quisiera escribir la Historia del siglo XX, saber cómo éramos, cuales eran nuestras debilidades y grandezas, nuestra actitud compleja hacia la pavorosa y maravillosa vida habría que contemplar las comedias”.

Probablemente sea cierta esta opinión de Berlanga sobre la comedia. Al menos, fue consecuente para reflejarla en su cine. Sus diecisiete películas, desde la primera, ‘Esa pareja feliz’ (1951) –codirigida con Juan Antonio Bardem–, hasta la última ‘París-Tombuctú’ (1999), pasando por las dos películas que se proyectan en el ciclo de la Filmoteca d’Estiu, ‘¡Bienvenido, Mister Marshall!’ (1952) y ‘Novio a la vista’ (1953), reflejan con una belleza estética y una coherencia narrativa esas palabras.

Fotograma de 'Novio a la vista', de Luis García Berlanga. Filmoteca d'Estiu de València. Berlanga
Fotograma de ‘Novio a la vista’, de Luis García Berlanga. Filmoteca d’Estiu de València.

El ciclo ‘Berlanga y la comedia’ pone en diálogo las películas ‘¡Bienvenido, Mister Marshall!’ y ‘Novio a la vista’ con ‘Pasaporte para Pimlico’ y ‘Las vacaciones del señor Hulot’, respectivamente. Cuatro películas que dialogan bien, obviamente, desde sus diferencias formales y de contenido.

Fotograma de ‘Pasaporte para Pimlico’, de Henry Cornelius. Filmoteca d’Estiu de València.

Por un lado, ‘¡Bienvenido, Mister Marshall!’ y ‘Pasaporte para Pimlico’ comparten un tema similar.  Ambas películas relatan cómo la euforia utópica de un pueblo se desvanece cuando la realidad, sea política o no, es indiferente a los sueños de libertad y progreso anhelados por los ciudadanos. Como narra Fernando Rey -el narrador implícito de ‘¡Bienvenido, Mister Marshall!’-, “en general, las cosas nunca acaban del todo, ni salen como uno había imaginado”.

Fotograma de ‘Las vacaciones del señor Hulot’, de Jacques Tati. Filmoteca d’Estiu de València.

Y, por otro, ‘Novio a la vista’ y ‘Las vacaciones del señor Hulot’ son dos historias de iniciación: el paso de la niñez a la madurez de los protagonistas. Ambientadas en la lúdica época estival de un pueblo costero del mediterráneo y del atlántico, respectivamente, los protagonistas percibirán que este será el último verano vivido con el candor inocente. Sentirán que las promesas de amor del inicio del verano se van desvaneciendo a medida que la luz tenue y el fresco otoñal eclipsan la luminosidad y el calor veraniego.

Las cuatro historias están tamizadas por el regusto agridulce que fluye en las buenas comedias. Ahora bien, en las dos comedias de Berlanga emana un humor más descarnado e incisivo, más irónico y esperpéntico, desde el cual penetrar en la miserabilidad de la naturaleza humana y del poder, con respecto a las otras.

Berlanga
Fotograma de ‘Bienvenido, Mister Marshall’, de Luis García Berlanga. Filmoteca d’Estiu de Valencia.

Serán las palabras del discurso del alcalde de Villar del Río de ‘¡Bienvenido, Mister Marshall!’ –papel interpretado magníficamente por el gran actor del cine español Pepe Isbert– las que reflejen ese humor esperpéntico tan berlanguiano. Unas palabras ancladas en el imaginario colectivo de toda una generación, más allá de su interés por el cine, probablemente porque dejan patente de manera irónica la vacuidad repetitiva del discurso político.

“Vecinos del Villar del Río, como alcalde vuestro que soy os debo una explicación. Y esa explicación que os debo, os la voy a pagar. Yo, como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación…”.

Como señalaba Luis García Berlanga, “la comedia presenta en su trasfondo substancial una visión desnuda, tras la cortina del esperpento, de la realidad oculta de la sociedad que vivimos”. Y añade: “La risa es, en muchos casos, una reacción de defensa hacia aquello que tememos”.

Fotograma de ‘Novio a la vista’, de Luis García Berlanga. Filmoteca d’Estiu de València.

Begoña Siles