#MAKMAMúsica
Rototom Sunsplash
Festival reggae
Música, cultura, actividades y playa
Benicàssim, Castellón
Del 16 al 22 de agosto de 2023
Cuando el Rototom llegó a Benicàssim, allá en agosto de 2010, las autoridades arrugaron la nariz por si aquello se convertía en un parque temático de porros lleno de rastas con sus pachamamas, tiendas de campaña, los pies negros y el pelo acartonado. Y no pasó nada. Nada más que gente.
Desde aquella fecha, el festival que empezó en la Italia de los 90 como una asociación que programaba conciertos de rock y música alternativa, antes de convertirse en una referencia del reggae y la cultura rasta en toda Europa, ha visto llegar a más de 220.000 personas de más de 70 países cada edición. Castellón se convirtió en la sede oficial después de que Osoppo, la ciudad anfitriona anterior, no renovara los permisos.
No fue hasta el 68 cuando empezaron a publicarse discos de algo conocido como reggae, como los trabajos de Larry Marshall y The Beltones. Y habrían de pasar aún algunos años para que esta música generase interés fuera de las fronteras de Jamaica.
Con la aparición de Jimmy Cliff en la película ‘The Harder They Come’ en 1972 se abrieron las puertas del mercado estadounidense. Dos años más tarde el reggae se posaría sobre Europa como unas nubes pesadas gracias a la versión del celebérrimo ‘I Shot the Sheriff’ de Bob Marley que grabó Eric Clapton.
A pesar de ese intercambio cultural global, una de las músicas con las que aún no había entrado en contacto el reggae había sido el flamenco. Y eso que los cantaores adoptaron las formas y melodías latinoamericanas para cuajar lo que se llamaron cantes de ida y vuelta, mal considerados al principio por las figuras más jondas.
En la última edición de Rototom Sunsplash ocurrió lo que nunca había pasado: se dio un encuentro entre el cante jondo y la música jamaicana. Era una anomalía corregida por cuanto Jordi López, promotor, DJ conocido Ragnampaisser y tour manager de Peret en su última etapa, sostenía que el reggae era la música más relevante del siglo XX en compañía de la rumba.
Descendientes de algunas de las sagas flamencas más importantes de este país, la de los Porrina, los Habichuela y los Morente, presentaron el último día de festival en el escenario principal su propuesta ‘El mundo flamenco saluda a Bob Marley’, un espectáculo en el que se reinterpretan los temas más conocidos del patrón del género en clave flamenca.
Este cóctel explosivo ideado por Israel Suárez El Piraña contaba con Josemi Carmona a la guitarra, Álex Condeal piano, la cantante guineana Alana Sinkëy, los cantaores Noemí Humanes y Kiki Morente, Josue Ronkío al bajo y Juan Carmona Jr. a las percusiones.
La idea se le ocurrió a El Piraña, uno de los ‘máquinas’ planetarios del cajón, después de un viaje familiar a Jamaica. “El instigador de todo esto es El Piraña”, nos contaba Josemi Carmona, el mediano de los Ketama. “Le rondaba la idea por la cabeza y cuando volvió a España nos dijo que le gustaría probarla. El flamenco y el reggae nunca se habían hermanado y nos pareció un reto”.
Plantea la prueba como un desafío quien ha mezclado la herencia de su apellido con sabores de otras latitudes: africanos, brasileños, jazzeros… “En el concierto se pueden encontrar unos guiños. Llevamos las canciones a nuestro terreno, por rumba, por bulerías. Todo esto supone un homenaje, hecho con mucho respeto, al reggae. Además, metemos en el mismo saco otros temas que pensamos que comparten una misma filosofía y un mismo mensaje, como las letras de Lole y Manuel. A mí me suenan muy reggae. Lo oyes y dices: ¡pues no estamos tan lejos!”, continúa el guitarrista madrileño.
Confiesa que lo más difícil fue el idioma: “Los gitanos no hablamos mucho inglés. Aún es una tarea pendiente que tenemos. Pero bueno, para eso viene Sinkëy que, además de ser una cantante espectacular, aunque es guineana, tiene el espíritu flamenco en vena. Se puede resumir como el encuentro entre dos pueblos que han pasado sus fatigas, que utilizan la música para contar sus penas y sus alegrías. No es solo música, es una filosofía de vida”, remata.
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