Sorolla

#MAKMAArte
‘Sorolla en negro’
Comisariado: Carlos Reyero
Producción: Fundación Bancaja en colaboración con el Museo Sorolla y Fundación Museo Sorolla
Fundación Bancaja
Plaza Tetuán 23, València
Del 5 de mayo al 10 de septiembre de 2023

“Hay una grieta en todo, así es como entra la luz”, decía el poeta y cantante Leonard Cohen. También la luz que caracteriza la obra de Joaquín Sorolla tiene sus grietas por las que se filtra el negro, de manera que quien retrató la alegre vida en las playas mediterráneas y la huerta valenciana, resulta que, paradójicamente, sabía igualmente traslucir -sin solución de continuidad- las sombras que proyectaba tamaña luminosidad.

“Es la contradicción de un creador conocido por su luz y color”, subrayó Rafael Alcón, presidente de Fundación Bancaja, la entidad que acoge la exposición elocuentemente titulada ‘Sorolla en negro’, realizada en colaboración con el Museo Sorolla y Fundación Museo Sorolla, cuyo director, Enrique Varela, insistió en esa contradicción “u oxímoron”, por aquello de observar cómo “el negro tenía tanto protagonismo en su obra”. “Es el lado oscuro de Sorolla”, agregó.

Una joven observa una de las obras de la exposición ‘Sorolla en negro’, en Fundación Bancaja. Foto: Tato Baeza.

“Es una forma de mirar Sorolla de otra manera, para no ver siempre lo mismo”, destacó Carlos Reyero, comisario de una exposición que ofrece la posibilidad de contemplar 16 obras inéditas en València, junto a otras 11 tampoco vistas nunca a nivel general, dentro de un conjunto de lienzos datados entre 1887 y 1920. Lienzos que contienen esa “explosión de negros” (Varela dixit), viniendo a reflejar los claroscuros de esa luz alegre y positiva.

“En el fondo de una luz blanca deslumbrante hay una luz negra que te ciega”, apunta Manuel Vicent, haciéndose eco literario de la pintura del artista valenciano en la exposición ‘En el mar de Sorolla’, ahora en el Museo Sorolla de Madrid. De manera que Sorolla, como siguiendo al psicoanalista Carl Gustav Jung, parece dejar entrever que el único propósito de la existencia es encender una luz de significado en la oscuridad del ser.

O, dicho de otro modo: sabedor de la oscuridad que anida en el fondo telúrico del universo, su pintura ha optado por la luz como refugio de las más hondas sensaciones placenteras. Por eso la contradicción de la que se hace eco Carlos Reyero en la muestra ‘Sorolla en negro’ no es, después de todo, más que la esencia misma del existir, en cuyo núcleo se abraza la belleza y lo siniestro.

Una joven contempla ‘Trata de blancas’, de Joaquín Sorolla, en la exposición ‘Sorolla en negro’, en Fundación Bancaja.

Dividida en cuatro apartados (‘Armonías en negro y gris’, Negro simbólico’, ‘Superficies negras y oscuras, y ‘Monocromías’), la exposición reúne retratos, paisajes y la vida cotidiana bajo el sol mediterráneo, para dar fe de esa dialéctica entre la bonhomía y la tristeza, el placer y el dolor que liga en una misma estampa playera el sol blanco con ese otro “sol negro de la melancolía”, del que se hizo cargo la ensayista Julia Kristeva.

De esta forma, Sorolla fusiona la España blanca y la España negra, a las que se refirió Reyero, para señalar el “amplio abanico” de colores en la obra del genio valenciano, cuyos negros formaban parte de su paleta, de igual modo que estaba en la de Zuloaga, icono de esa negritud española. “Esa frontera está muy forzada”, resaltó el comisario, con respecto a la disyuntiva creada por quienes defendían como más propio del espíritu español la oscuridad del pintor vasco, por oposición al placer destilado en la obra de Sorolla.

‘María con sombrero’, obra de Joaquín Sorolla, en la exposición ‘Sorolla en negro’, en Fundación Bancaja.

“En su paleta cabían muchos negros con diferentes significaciones simbólicas”, señaló Varela. “El color negro funcionó, a finales del siglo XIX, como un plano intenso que aportaba en sí mismo luminosidad, una lección heredada de Velázquez por pintores como Manet y, por supuesto, Sorolla”, explica Reyero, para quien “ningún otro pigmento permite de forma tan evidente crear constantes y aportar cualidades a la luz general de la obra”.

También hay alusiones a la fotografía y a las estampas japonesas para significar la importancia del blanco y negro inherente a esas dos disciplinas vinculadas con la pintura de Sorolla. “Todo es negro, negro sobre negro”, dirá el artista valenciano, recogido en uno de los vinilos de sala, al igual que esta otra exclamación suya: “¿Qué daño os ha hecho el negro?”

El propio Sorolla se hace cargo de la contradicción aludida por Alcón y Varela, cuando dice, con respecto a uno de sus retratos: “Esos hombres con la cara tapada, negro todo, tiene un misterio que conmueve”. El misterio de la luz que se abre paso entre las rendijas de esa oscuridad que también forma parte indeleble de la vasta producción luminosa de Sorolla.

Sorolla
Una joven observa la obra ‘Tres madrileñas’, de Joaquín Sorolla, en la exposición ‘Sorolla en negro’, en Fundación Bancaja. Foto: Tato Baeza.