Mariano Maestro

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‘Estructuras criptomórficas (1970-2023)’, de Mariano Maestro
Comisario: Sebastián Gómez Martí
Organiza: Fundación Chirivella Soriano y Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana
Fundación Chirivella Soriano
Valeriola 13, Palau Joan de Valeriola, València
De 15 de julio al 1 de octubre de 2023

En una de sus cartas a Louise Colet, Gustave Flaubert afirmó: “La poesía es tan precisa como la geometría”. La relación propuesta por el escritor francés parece insólita, pero basta con pensar en la cuidadosa elección de palabras y la laboriosa métrica de las buenas composiciones poéticas para percibir que la apreciación de Flaubert tiene fundamento.

Por otra parte, esa correspondencia también puede darse en el sentido inverso. Lo afianzó Román de la Calle al comentar sobre la obra del artista Mariano Maestro –un gran explorador de la abstracción geométrica–, “obsesionado por lograr la poetización estructural de la materia”. Es precisamente esto lo que se observa en la exposición ‘Estructuras criptomórficas’, muestra que recorre la trayectoria de Mariano Maestro desde 1970 hasta la actualidad.

El título de la exhibición es sugerente. La palabra criptomorfia deriva del griego Kripto, ‘oculto’, y Morpho, forma; es decir, formas ocultas. “Se trataría por tanto de estructuras emergentes y no-lineales donde todas sus partes se relacionan hasta configurar la totalidad”, explica el presidente de la Fundación Chirivella Soriano, Manuel Chirivella Bonet. “Y es que el arte siempre encierra una especie de misterio –añade Mariano Maestro–. Hay una especie de juego mental que se hace para ir procesando la obra”.

Con madera, papel, pegamento y pinceles, Maestro juega con la luz, con los ritmos y contra ritmos, con posiciones y direcciones, y trata de revelar ese misterio del arte a sus espectadores. Pero, en el catálogo de la exposición, el artista aclara a Rafa Cervera que sus obras “nunca cuentan historias, solamente ofrecen un sentido poético, una interpretación poética de algo que quizá sea real o quizá no”. Aun así, “todos llevamos dentro algo que nos impulsa a ver más allá, aparte de lo que pueda representar o no representar una obra”, abunda Maestro durante la apertura de la muestra.

Vista de la exposición ‘Estructuras criptomórficas’, de Mariano Maestro. Imagen cortesía de Fundación Chirivella Soriano.

En todo caso, ‘Estructuras criptomórficas’ es capaz de representar muchas cosas. Representa, en primer lugar, que Mariano Maestro está en “diálogo continuo con materiales” creando una “plástica variada y expresiva”, como enunció cierta vez Román de la Calle. La exposición incluye cuadros constructivistas en blanco y negro, relieves, collages, esculturas, estructuras repetitivas, paneles orgánicos y más.

Asimismo, la muestra representa la evolución de Maestro desde sus inicios como artista hasta los días de hoy. Como dijo el director del Consorci de Museis, José Luis Pérez Pont, en la presentación de ‘Estructuras criptomórficas’, “esta es una gran oportunidad para poder hacer un repaso por toda la trayectoria de Mariano Maestro y llegar, sobre todo, a los trabajos que ha ido desarrollando a lo largo de estos últimos años”.

De hecho, ya en la planta baja del Palau Joan de Valeriola, encontramos dos piezas producidas por el artista este mismo año. La gran composición de madera y la escultura de acero corten creadas ex profeso para la exposición hacen juego con collages, bocetos, apuntes, litografías y grabados producidos entre 1969 y 2021.

“Son piezas que nos hablan del gran sentido de la composición de Mariano”, declara el comisario de la muestra, Sebastián Gómez. A su vez, Chirivella Bonet le comenta al artista que algunas de las obras del espacio le hacen recordar, guardadas las distancias, a Lucio Muñoz y Pablo Palazuelo.

Relieves y escultura de Mariano Maestro, en la exposición ‘Estructuras criptomórficas’ de Fundación Chirivella Soriano. Fotografía: Tátylla Mendes.

A nosotros, el conjunto de piezas nos deja con ganas de seguir disfrutando y redescubriendo la obra de Mariano Maestro. Al subir a la primera planta, nos quedamos encandilados por el universo de escultopinturas blancas y negras que evocan artefactos industriales diseccionados. Los relieves y profundidades crean juegos de luz inesperados.

Nos sorprendemos aún más al saber que Maestro lo hizo todo de manera artesanal. “Ahora pienso que yo era una especie de masoquista –comenta el artista riéndose de sí mismo–, porque cuando hice estas piezas, en los 70, no tenía cortadora de madera ni había Loctite”.

De izquierda a derecha, Sebastián Gómez, Manuel Chirivella Bonet, Mariano Maestro y José Luis Pérez Pont, delante de la obra ‘Gran Composición’ (2023). Fotografía: Tátylla Mendes.

Más adelante están los relieves y esculturas más recientes, inspirados en la etapa constructivista inicial de Maestro, pero ahora más espontáneos. “Mariano fue evolucionando paulatinamente hacia formas más orgánicas y explorando los distintos tonos de la madera natural”, señala Sebastián Gómez, mientras avanzamos.

Al fondo del salón nos llama la atención el ‘Paravent in-7’, un díptico móvil de gran formato tan asimétrico como armónico. “Tiene una fotografía incorporada –nos indica Mariano Maestro–. Ahora no sería novedad, pero en los 80 cuando lo hice, sí que era. Y estos brochazos en el borde son un pequeño homenaje al informalismo dentro del formalismo”.

Mientras nos dirigimos a la segunda planta, charlamos con el artista sobre el dripping de Pollock y el informalismo de la alicantina Juana Francés. Entre tanto, el impacto de las obras recién contempladas hace resonar en nuestra mente una frase de Rafael Lasso de la Vega: “Aquello que es profundo ama el silencio de los signos”.

Paneles orgánicos y esculturas de Mariano Maestro, en la exposición ‘Estructuras criptomórficas’. Imagen cortesía de la Fundación Chirivella Soriano.

En contraste con los tonos sobrios del espacio precedente, en la segunda planta nos encontramos con una explosión de colores. “Es muy coherente con la etapa anterior, pero, a la vez, la representación visual es muy distinta”, evalúa Pérez Pont al observar las estructuras repetitivas creadas por Maestro entre 2008 y 2009, en las que el artista trata de devolver la naturaleza a sus formas más elementales.

Entre vegetales abstractos, bodegones, relieves más orgánicos y esculturas amenas, certificamos lo que Sebastián Gómez plantea en el catálogo de la exposición: la transición del Homo faber al Homo ludens, del artista constructivista al compositor que ya conoce las reglas del juego y se permite combinar materiales, formas y colores de manera instintiva.

El resultado es sobrecogedor. “Lo que se aprecia es una obra con mucha potencia, con mucho entusiasmo”, resalta Pérez Pont, haciéndose eco del sentimiento de todos los presentes.

‘Planta’ y ‘Bodegón I’, ambas de 2009, de Mariano Maestro. Imagen cortesía de la Fundación Chirivella Soriano.

La magnitud de ‘Estructuras criptomórficas’ es tanta que la exposición sigue reverberando en nuestra memoria tiempo después de la visita. Estaba en lo cierto Goethe cuando dijo que “una obra de arte auténtica, al igual que una obra de la naturaleza, es siempre infinita para nuestra mente”. Y es que ‘Estructuras criptomórficas’ representa la posibilidad de percibir que la poesía puede estar donde menos se espera: en las formas, en los materiales, en la luz.

Además, la exposición ofrece la oportunidad de descubrir cantidad de obras de Mariano Maestro que todavía no habían sido vistas en Valencia y, a la vez, de redescubrir a un artista que es valenciano de toda la vida (aunque haya nacido en Madrid), cuya última muestra retrospectiva se celebró hace ya quince años en las Atarazanas del Grao.

Mariano Maestro
Mariano Maestro. Imagen cortesía de la Fundación Chirivella Soriano.