Germán Bel / Fasim

#MAKMAArte
‘Bajo la luz de Sorolla’, de Germán Bel / Fasim
Galería La Mercería
Moratín 7, València
Hasta el 26 de mayo de 2023

‘Bajo la luz de Sorolla’es la primera exposición de Germán Bel / Fasim en la Galería La Mercería de València, en la que el artista urbano revisa el género del paisaje desde una personal mirada contemporánea. La muestra, de carácter experimental, se compone de más de una docena de obras sobre lienzo de diferentes formatos inspiradas en manchas o desconchones urbanos en la que la evocación al paisaje, el mundus imaginalis, las superficies fundamentales o la mirada interior son las características generales.

Las manchas pareidolicas de Leonardo, las superficies fundamentales de Breton o el viejo papel de empapelar arrancado de Baudelaire convertidos en visiones paisajísticas son algunas de las musas que ha perseguido Germán en esta nueva aventura.

La muestra es la segunda y última parte dedicada a la serie de los paisajes borrados que inició en la época de la pandemia y que ha culminado ahora en el 2023, unos años de altísima creatividad para el artista en los que experimenta con diversas técnicas propias pero deudoras de técnicas anteriores; como la impresión de pintura sobre el lienzo (con diferentes materiales como el plástico o la ropa), el grattage, el frottage o la decalcomanía, siendo esta última la técnica que incorporó al surrealismo Oscar Domínguez en la que el automatismo psíquico tenía un protagonismo absoluto.

Cada una de las obras es de una factura diferente, aunque se hermanan como los capítulos de un libro. En esta exposición, Germán Bel sigue explorando el género del paisaje como metáfora del mundo. Mientras que Joaquín Sorolla (1863-1923) pintaba del natural –a menudo, unos breves y veloces apuntes del exterior–, Germán pinta unos paisajes que surgen del interior de la experiencia visionaria, pintados azarosamente desde la abstracción.

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Son paisajes sugeridos, insinuaciones, como la aguja ilusoria de la encajera de Vermeer, pertenecen al mundus imaginalis o mundo del alma, fruto de la experiencia visionaria y no de la percepción. Imaginación y realidad no existen en forma separada, la imaginación se entiende como la producción mágica de una imagen, toda acción creadora es mágica y la imagen se define, entonces, como un cuerpo en el que se encarna la voluntad o el pensamiento del alma.

«La obra plástica, para responder a la necesidad de revisión absoluta de los valores reales sobre los que todas las mentes están de acuerdo hoy, tendrá como referencia un modelo puramente interior, o no será», dictaminaba André Breton.

El despertar del ojo interior, esa idea de que el artista debe convertirse en visionario. La creación artística está estrechamente ligada a la experiencia visionaria, según Victoria Cirlot: “Visionario es aquel que no ve a través de los ojos físicos, sino a través de lo que llamamos el ojo interior. Y lo que se ve no son materialidades físicas, no es un objeto de percepción, sino que son realidades interiores, imágenes mentales, oníricas, que tienen una textura semejante a la de los sueños y que luego serán trasladadas a soportes para constituir lo que llamamos imágenes plásticas».

Germán Bel / Fasim
Germán Bel / Fasim en su estudio, junto a la obra ‘Paisajes de la huerta I’. Fotografía cortesía del artista.

No hay que confundir la imaginación con la fantasía como observaba Paracelso: “La fantasía es la piedra angular de los locos”, porque la fantasía es lo que tiene que ver con los fantasmas, con lo que no es real. La imaginación es un medio de conocimiento.

Germán Bel es un artista barcelonés pionero en el arte urbano de nuestro país de referencia internacional y uno de los exponentes más claros del arte urbano contemporáneo, la más pictórica y reciente de las disciplinas dentro del arte urbano.

De padre valenciano y madre barcelonesa, vive en València desde hace algunos años en una casa taller de Albuixech, muy cerca de dónde Joaquín Sorolla tenía su taller de pintura en La Casa del Bous, situada en el barrio marinero del Cabañal, bajo este cielo de un azul eléctrico característico no solo de València, sino de toda la obra de Sorolla en la que la luz es el principal protagonista.

De ahí surgió la idea del título de la exposición, ya que desde que Germán reside en la Comunidad Valenciana advirtió el efecto de esta luz intensa. “A menudo, desde mi taller contemplo el cielo valenciano, que es una de las luces más lumínicas que hay en España, y recuerdo que es la misma luz bajo la que trabajaba Sorolla”.

Vista de la exposición ‘Bajo la luz de Sorolla’, de Germán Bel / Fasim, en La Mercería. Fotografía cortesía de la galería.

El artista admite que siempre ha tenido una gran pasión por la obra del pintor valenciano, pero que se incrementó en la visita de la exposición ‘Visión de España. Sorolla en las colecciones de la Hispanic Society of America’ (2009), en la Fundación Bancaja, recién llegado a la ciudad, la cual le causó un tremendo impacto por el tratamiento de la luz y el efecto del claroscuro.

“La lumiére c’est la vie. Por lo tanto, cuanta más luz en las pinturas, más vida, más verdad y más belleza”, declaró Sorolla.

En esa misma exposición, Germán Bel descubre los apuntes, obras de pequeño formato a modo de esbozos pintados al óleo que Joaquín Sorolla pintaba del natural allá donde se desplazara, en la playa, en el campo, en su propio jardín… Tomaba apuntes de todo a una extraordinaria velocidad que luego trasladaba a los grandes lienzos. La mayoría de veces es su propia familia la que aparece posando como modelos accidentales.

En estos apuntes, Germán cree ver una gran habilidad del pintor por sintetizar una escena que rivaliza con las obras de gran formato en frescura y maestría: “En los apuntes puedes ver la experiencia de los años de trabajo sintetizados a velocidad de vértigo”.

Se dan algunas similitudes entre los apuntes de Sorolla y la serie de los paisajes borrados de Fasim que, aunque con grandes diferencias, existe una busqueda de la inmediatez plástica que las hermana: “Para esta exposición he pintado un gran cuadro surgido del azar titulado ‘Paisajes de la Huerta’, muy poético, completamente en azules, como metáfora de este cielo azul eléctrico que parece caer del cielo y abarcarlo todo”.

Si la creación artística es un gran misterio, el impulso creador del ser humano refleja a modo de espejo un misterio mayor que es la existencia. “El arte es ser absolutamente uno mismo”, sentenció Baudelaire.