#MAKMAAudiovisual
Gracia Querejeta
‘El cineasta y su circunstancia: impulso creativo y producción cinematográfica’
‘CCCC-Claves para el cine’
Dirigido por Rafael Maluenda
Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC)
Museu 2-4, València
Miércoles 4 de diciembre de 2024
Gracia Querejeta se presentó a la cita de ‘CCCC-Claves para el cine’, que dirige Rafael Maluenda, adelantando aquello de lo que tenía previsto hablar: ‘El cineasta y su circunstancia’. Porque fue así, por culpa de las circunstancias adversas del tráfico rodado, como llegó con cierto retraso, haciendo suya la famosa sentencia de Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo”.
Quería decir el autor de ‘Meditaciones del Quijote’ o ‘La rebelión de las masas’, entre otras, que, puesto que la circunstancia es aquello que no puedes controlar, limitando nuestra libertad, también es lo que posibilita ejercer esa misma libertad en el marco más restringido del yo desposeído de la totalidad.
De manera que Gracia Querejeta, dando pequeños sorbos a una Coca-cola durante su encuentro en el Centre del Carme, fue destilando su amplio saber cinematográfico, precisamente condicionado por las actuales circunstancias de dominio de la industria audiovisual por parte de las plataformas televisivas, abriendo resquicios a la libertad creativa en medio de tan adversas circunstancias.
Y es así que la directora de películas como ‘Una estación de paso’ -su ópera prima-, ‘Héctor’, ‘Siete mesas de billar francés’, ‘Felices 140’, ‘Ola de crímenes’ o ‘Invisibles’, fue arremetiendo contra esa industria audiovisual de la que forma parte -Querejeta y sus circunstancias-, sin terminar de arrojar la toalla porque, en el fondo, y a pesar de los pesares, confía en la gracia que atesora su nombre como sinónimo de humor y del sempiterno impulso creativo, aunque ella misma tenga sus dudas: “No estoy 100% segura de que, sabiendo la deriva que ha tomado el audiovisual, me hubiera dedicado al cine”.
Una deriva que, a lo largo de su intervención bajo el título de ‘El cineasta y su circunstancia: impulso creativo y producción cinematográfica’, fue desgranando como si estuviera escribiendo el guion para una de sus películas: “Un director se tiene que ganar en todo momento el estatus de organizador de orquesta. Los hay que se manejan con un guion de hierro, pero no es mi caso, porque estoy siempre abierta a lo que surja”.
Y así fueron surgiendo los temas en torno a esa producción cinematográfica que tanto había cambiado. “Antes, lo normal era escribir películas y hacerlas. El sistema de financiación era más sencillo; eran pocas las películas que se quedaban sin hacer. Si el guion era medianamente sólido, se hacía la película”.
Sin embargo, insistió, “el sistema de financiación ha cambiado: ha desaparecido la figura del productor independiente. Ahora hay gestores”, recordando entonces cómo ‘El espíritu de la colmena’, de Víctor Erice, había costado “tres millones de euros, mientras que ahora cualquier película ya es de dos millones de media”.
“Ahora se acude más a la pantalla de televisión que a la de cine, y eso modifica la producción. Pocas veces hacemos ya las películas que nos gustaría: vives de contar historias que no son tuyas”, subrayó Querejeta, dejando a un lado a “gente muy privilegiada, como Rodrigo Cortés o Sorogoyen”, porque los demás “estamos sometidos al patrón que impone la televisión. Una película se hace a base de retazos y muchas servidumbres”.
“Tenemos infinitamente más posibilidades, gracias a las nuevas tecnologías, pero algo se está desdibujando. Netflix tiene un poder enorme para colocar sus productos en todo el mundo”, refiriéndose a ‘Accidente’, su último trabajo en México, precisamente para esta plataforma, como “una serie que yo no hubiera escrito, ni visto, y que, sin embargo, está siendo más vista que todo lo que he hecho a lo largo de mi carrera”.
Gracia Querejeta prosiguió en esta misma línea, entremezclando en sus explicaciones el sabor amargo y la convicción de que, aun así, no todo tiempo pasado fue mejor. “A ver, yo soy fanática de las nuevas tecnologías. No volvería atrás, porque el digital es más barato, más operativo y ofrece buenas calidades, pero en la parte creativa hemos perdido”. Y añadió: “Estamos mecanizando mucho el modelo de producción, de manera que dejamos de ser todo lo creativos que nos gustaría. Vivimos los mejores tiempos en cuanto a cantidad en la industria audiovisual, pero no en calidad”.
Habló de la “tiranía de las cadenas televisivas”, por aquello de pedir determinados actores y actrices (“es una forma de venta a partir de caras conocidas”), cuando los que llevan más a la gente al cine “son los directores, no los actores”. “Entonces, ¿por qué esa obsesión por actores con nombre para las películas de plataformas? El éxito es una combinación extraña de factores, de ahí que no haya una fórmula para conseguirlo”, apostilló.
“Lo que en verdad cuesta dinero” -prosiguió Querejeta- “es el tiempo de rodaje. Por eso a los productores les interesa que ensayemos antes de rodar”. Luego se refirió a las dificultades de financiación de estos mismos productores que, si bien antes contaban con la recaudación de taquilla, “hoy en día no cuentan ya con ella: es ‘más cero’. Estamos en manos de la televisión”.
Dificultades a las que se suman los requisitos a la hora de conseguir ayudas públicas. “Soy la primera que quiere que haya cada vez más mujeres en la industria audiovisual, pero he vivido situaciones absurdas: he visto trabajos hechos por hombres [los famosos ‘negros’ que escriben en la sombra] que luego los firma una mujer para cumplir con la cuota de paridad. ¿Discriminación positiva? De maravilla, pero siendo flexibles. La mayoría tenemos que pasar por el aro de las ayudas del Ministerio de Cultura, con cada vez más requisitos que limitan la libertad creativa. Es todo muy complicado”.
“¿Qué queda de mi película con tantos condicionantes?”, le preguntaron. “Pues no lo sé”, respondió. “¡Tenemos problemas con tantas imposiciones! Insisto: hay que buscar fórmulas más flexibles”.
Ahondando un poco más en ello, Gracia Querejeta lanzó esta última precisión: “Ahora nos movemos en términos de cifras. Los productores se desahogan con los directores, cuando antes era al revés, porque están maniatados con tantos requisitos para recibir ayudas, sin poder hacer su trabajo como les gustaría”.
Ni los productores, ni directoras que, como ella, quieren seguir contando aquellas historias que les motivan, sin sentir el pesado armazón de las plataformas televisivas, al mismo tiempo fuente de trabajo y de cierta frustración creativa. “Netflix hace series como churros, pero también películas cojonudas, como ‘Roma’, de Alfonso Cuarón. Hay destellos de genialidad en las plataformas”.
Aun así, vivir del cine más personal y no tan sujeto a la fabricación seriada, se torna, según Querejeta, complicado. “Una película de 100.000 euros se tendría que hacer con dos actores y en una habitación. No te daría para más. Hay experimentos de ese tipo, pero en continuidad, para vivir de ello, no los conozco. No conozco quién puede sobrevivir haciendo ese tipo de películas”. Y agregó: “Hay demanda de muy distinto tipo, pero el contenido interesante es muy pequeño con respecto al del consumo masivo”.
Y, por último, un consejo para quienes se inician en tan alambicado universo audiovisual. “Yo no soy nada metafísica, soy muy práctica”, dijo, recomendando al grupo de jóvenes que le solicitó su parecer, que aprovecharan las nuevas tecnologías “y rodar y rodar”.
“Soy decidida defensora del hacer y hacer. Además, hay un montón de festivales de cortometrajes. Ahora bien, tenéis que pasar por el Ministerio de Cultura, porque, si no, esos cortometrajes no existirán más que a título privado. Tenéis que pasar por su calificación. Además de ver cine y leer, que es fundamental”, concluyó Gracia Querejeta, cuya circunstancia actual pasa por rodar la segunda temporada de ‘Accidente’, a la espera de ese otro tiempo más propicio para la lírica.
- Simone Fattal: “El arte lanza una mirada más en profundidad a las cosas a través del asombro” - 13 diciembre, 2024
- Gracia Querejeta: “Estamos mecanizando mucho el modelo de producción, de manera que dejamos de ser todo lo creativos que nos gustaría” - 10 diciembre, 2024
- Ana Noguera y Luis Trigo: “Tenemos una buena ley de mecenazgo, pero nadie la pone en marcha” - 5 diciembre, 2024